Looking Up For You [Raura] (editando)

~Capitulo Diesisiete~ "El Beso"

"El Beso"

—Señor ¿despidió a Antwan?— pregunto la chica con una bitácora entre sus manos.

—Si, ¿por qué Amanda? ¿Le molesta que lo haya hecho?— le pregunto Ross a lo que ella pareció nerviosa.

—¿Quien tomara el lugar de él ahora, señor?— preguntó Amanda nerviosa.

—Usted— contesto apenas Ross.

—¿Yo?— la chica soltó incrédula a las palabras de Ross.

—Es su ascenso— le sonrió.

—¡Gracias señor! No lo decepcionaré— dijo Amanda no pudiendo contener la felicidad.

—Eso espero— comento Ross en voz baja.

—Felicidades en tu ascenso— le dije a la chica que no podía soltar su bitácora de entre sus brazos.

Me volteo a ver y como por arte de magia la alegría en su rostro desapareció.

—Gracias señora— dijo algo golpeado, que a mi parecer fue grosero.

Esta chica quería el puesto con ganas, pero que me respondiera así pues no le va a ayudar. Mire a Ross que luego miro a la chica.

—Amanda, no le hables así a la señora, ella te esta felicitando— le dijo Ross en tono de reproche.

—Lo siento si la ofendí— se disculpo la chica.

—Esta bien, estas emocionada. Lo entiendo— dije mirándola de reojo.

—Bien, me retiro— ella salió de la oficina.

—Primer día, y ya te tienen miedo— comento Ross con una sonrisa.

—Me tienen miedo sí tú estas de mi lado— lo mire y le sonreí.

—Entonces que te teman— extendió su mano por el escritorio y tomo la mía.

Después de unas horas mas de trabajo Ross y yo nos fuimos a casa, dejando toda la oficina a cargo de Amanda. Cuando llegamos me fui a cambiar por algo mas cómodo.

—Oye estaba pensando en algo...— dije al tiempo que me acercaba a él.

—Si, dime— me volteo a ver dejando de lado el libro que estaba leyendo.

—En que, no es que me la pase aburrida, pero no hay mucha diversión por aquí que digamos— me deje caer al lado de él en el sofá.

—¿Te estas quejando?— pregunto divertido.

—¿Se nota mucho?

—Ahora regreso— se levanto del sillón para luego salir de la sala.

Subió por las escaleras y yo me acomode en el sillón. Me saque el anillo de matrimonio del dedo y me puse a jugar con el. No era que significara la gran cosa para mi pero es una linda joya. Lo puse en el mueble al lado y luego oi como él bajaba por las escaleras. Voltee a verlo pero se fue a la cocina. Espere otro rato. He estado pensando mucho en como es que Ross y yo nos llevamos muy bien, y yo con él me siento protegida, segura, y en cierta forma querida. Es loco, pues él y yo no somos nada apenas amigos. Amigos casados.

—Ya regrese— dijo colocando una cazuela con  unas fresas, cerezas y frambuesas en el mueble enfrente de mi.

—¿Y eso? ¿Por qué?— me incline para poder tomar una fresa.

—Solo algo de comer— se encogió de hombros.

—Seguro— dije irónica. Él solo torció los ojos.