Looking Up For You [Raura] (editando)

~Capitulo Treinta y Ocho~ "Reencuentro"

2ª temporada

[Dos Meses Después]

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Ross como sabrán, recupero su empresa con la ayuda de Laura. Ross trato de continuar con su vida, pero le era muy complicado ver a una chica sin tener que recordar a Laura, a su pequeña princesa.

Laura por su parte trataba de llevar su vida laboral estable, sin contratiempos, sin problemas, su vida amorosa es normal, ha estado saliendo con un chico de Irlanda. Pero para ella nadie lograra reemplazar a Ross en su corazón.

[Un Año y Cuatro Meses Después]

Laura's POV.

Sé que hubiera deseado muchas cosas pero había una cosa que nunca y por mas que la quisiera erradicar de mi, de mi corazón, de mi mente, mis memorias, y mi ser. Jamás se podrá ir, cerca de dos años separada, sin una relación estable, todos llegan y todos se van. Trato de pasar cada instante con mis padres de recuperar cada instante perdido con ellos, pero la empresa me llama, los viajes son necesarios y este que estoy apunto de hacer me recordara muchas cosas, más de las que he vivido.

—Amanda ¿quién es?— dijo por el teléfono dándome la espalda.

—¿Por qué no mejor volteas?— dije.

Él dio vuelta a la silla, y apenas me vio, sus ojos se posaron en mí. Dejo su vaso en el escritorio

—Laura— dijo el apenas pudiendo respirar.

—¿Qué?— dije sonriendo —¿Sigues con el vicio?

—¿Qué? ¡no!— dijo y arrojo el resto del liquido en el cesto de basura.

Vi la botella de vidrio de bajo de un espejo enorme.

—¿Y eso?— dije apuntando a la botella —¡Amanda!

—Sí señorita Marano— dijo entrando a la oficina.

—¿Cuándo fue la ultima vez que le llenaste la botella?— dije y ella volteo a verla.

—Esta mañana, señor ¿quiere qué se la vuelva a llenar?

—No, es más, tírala a la basura.

—Pero señor...— comenzó a decir Amanda.

—Solo hazlo— dijo con firmeza.

Eso me pareció extraño, pero tierno, solo solté una risita.

—¿Qué?— dijo él volteando a verme.

—Nada.

—¿Te quieres sentar?

—Claro— miré la silla enfrente del escritorio, lo que me recordó lo que hace cerca mas de ocho meses justo aquí paso. Tomé asiento, con un gran suspiro que invadió el silencio de ambos.

—¿Qué has hecho de tu vida?

—¿No mucho, mis padres se mudaron conmigo, estoy manejando la empresa, con algunos consejos de mi papá, vivo... Bien, estable, y ¿tú?

—También, la empresa esta tranquila, todo volvió a la normalidad...y ¿no te has casado?— negué levemente con la cabeza —¿Comprometida?

—Tampoco, y ¿tú? ¿Casado?— negó —¿Comprometido?— asintió.

Fue algo parecido a una daga directo al corazón, pero, si él y yo no somos nada, supongo que tiene derecho a casarse, ¿no?