Looking Up For You [Raura] (editando)

~Capitulo Cinco~ "La Mundanza"

"La mudanza"

Ross's POV

Rydel me miro algo desconcertada, luego bajo la mirada al suelo como si hubiera deseado no haber oído eso.

—Supongo tienes razón, es solo un contrato, es solo una condición— dijo sin levantar la mirada, y en tono débil, dio un paso atrás.

—Rydel— comencé —Perdón— dije al ver que Rydel se sintió mal con lo que dije anteriormente.

—Esta bien. Tienes todo el derecho en hacer todo lo que quieras con tu vida— luego se fue y dirigió a dentro a la casa.

Me sentí mal por Rydel, pero era verdad, nadie tiene por que meterse en mi vida.

Arroje el cigarrillo al suelo y luego lo pise para apagarlo. Regrese adentro de la casa. Nunca me a gustado estar enojado con mi hermana, es la única persona en la que confió, y que se que no importa lo que yo haga ella estará para mi y por la misma razón yo estaré para ella siempre que lo quiera.

—Rydel— dije antes de que subiera las escaleras.

—No, esta bien, ya entendí, es tu vida— me volteo a ver y sus ojos estaban cristalizados.

—¡Rydel!— me corto, no me dejo continuar por que salió disparada escaleras arriba.

Todos en la sala se me quedaron mirando.

—Tengo que hablar con ella— explique.

—Solo ten cuidado— dijo Ellington cuando ya estaba a mitad de camino en las escaleras —No la vallas a alterar mucho, tiene amenaza de aborto— me miro a los ojos y me lo rogó. Pocas veces veía a Ellington preocupado, así que ahora sabia que era en serio.

—¿Que?— soltó mi mamá preocupada igual que los demás presentes en la sala.

Yo seguí mi camino escaleras arriba, cuando llegue al segundo piso la busque en su cuarto pero oí sollozos en otro mas apartado. Me acerque a ese cuarto y abrí la puerta lentamente.

—Rydel, lo siento en serio, pero tengo algo planeado, no quiero que papá o mamá intervengan— me senté con ella en la pequeña litera de madera en el rincón.

—¿Y no puedo saber de que se trata tan si quiera?— su voz ahogada parecía la de una niña pequeña.

—Bueno, creo que si te lo podría decir— asentí mirando al suelo.

—¿Ah sí?— frote mi mano en su rostro eliminando cualquier rastro de lagrimas que hubiera en el.

—Solo no me regañes— suplique con una pequeña risa.

—Tratare. Ya que contigo no se que separar— río un poco.

—Me quiero casar, si. Pero quiero que esto parezca lo mas legitimo posible, quiero la empresa en serio la quiero.

—¿Te puedo ayudar?— levanto la mirada hacia a mi.

—¿En serio? ¿Me ayudarías a engañar a papá?— la mire incrédulo. Ella amaba a papá, ¿por que se estaría ofreciendo a ayudarme a hacer tal cosa?

—Tengo fe en que estés haciendo lo que creas que es correcto— su mano rozo mi mejilla con cariño y su mirada llena de amor.

Asentí, sabiendo que no todo lo que yo estaba haciendo era correcto.

—Eres mi hermano menor siempre te voy a apoyar— sonrío y luego me abrazo.