Álvaro abrió la puerta. Sofía estaba temblando como una hoja.
-¿Dónde estás?
Sofía salió de detrás de la mampara, preparada para enfrentarse al mayor enfado conocido.
Álvaro se sorprendió al ver que había estado llorando. Se acercó a ella y le quitó una lágrima de su mejilla. Gesto muy tierno si no estuviera enfadado.
-Álvaro... Juro que ha sido un accidente.
-¿En serio? Cuando cogiste mi coche, ¿fue un accidente?
-No, pero...
-¡Ni peros ni nada, Sofía! ¡Sabes qué me costó mucho conseguirlo y lo cuido! ¿Por qué lo cogiste?
-Es que... David quería enseñarme a conducir -fue lo peor que pudo haberle dicho.
-¿Qué? -se puso pálido-. ¿No sabes conducir?
-Bueno... saber, sé, pero no me he sacado el carnet.
-Es decir, ¡no sólo cogiste mi coche sin permiso, sino que además no puedes conducir porque no tienes el carnet!
-Álvaro, te juro que yo no quería... David quiso enseñarme.
-¡Pero lo hiciste!
Sofía estaba llorando. Sabía lo mal que lo había hecho, pero tanto recriminar...
Álvaro la observó. Lloraba a lágrima viva, no le importaba lo que pensara. Roja como un tomate, se sentó en el sofá y puso la cabeza sobre el respaldo, sin dejar de llorar.
Tragó saliva. ¿Cómo iba a enfadarse con ella estando así? Le resultaba imposible gritarle viendo lo mal que estaba por lo sucedido.
Al final, optó por sentarse a su lado y abrazarla.
-Ya está... Tranquila...
Sofía, al principio sorprendida, le abrazó con fuerza. No sabía cuanto le duraría el arranque de amabilidad, pero lo iba a aprovechar.
-Lo siento de verdad...
-Ahora no importa. Tranquilizate.
Le hizo caso y se relajó entre los brazos del moreno. Estaba temblando, pero fue dejando de llorar.
Cuando pudo normalizar su respiración, se separó lo suficiente para mirarle a los ojos.
-Te lo devolveré. Trabajaré hasta que pueda pagarte un coche nuevo. Me da igual lo que tarde, o cuanto pierda de estudio, te lo voy a devolver.
Álvaro negaba con la cabeza mientras ella hablaba a gran velocidad. Al final, le puso un dedo en la boca para que se callara.
-No importa, Sof. Te lo perdono. No hace falta que me pagues nada. Tengo garantía para que el seguro me pague uno nuevo.
-Pero a pesar de todo, me siento culpable. Tiene que haber algo que yo pueda hacer para...
-Lo primero que podrías hacer es callarte -Sofía cerró la boca-. Sof, te lo he dicho. No me debes nada. Te perdono.
-¿Me perdonas? ¿He oído bien? ¿Tienes fiebre? -le puso la mano en la frente-. ¿Dónde está el chico que amaba su coche?
-Sof, sólo es un coche. Mañana iré a pedir el nuevo.
-¿Sólo un coche? Tú te has dado un golpe en la cabeza, no estás bien. Cuando has entrado, ibas derechito a matarme.
-Digamos que he cambiado de opinión.
-Pero...
-Déjalo y vámonos a la autocaravana.
-¿Y el programa?
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De gira (Auryn)
FanfictionSofía es la típica chica, que vive en la típica ciudad, con el típico novio, las típicas amigas locas y su típica familia. Solo que quizá no todo es tan típico. Quizá aún no ha tenido los ojos para ver a un chico con el que se ha cruzado tantas vece...