De gira (Auryn)

Capítulo 36: Te sigo

-Anda, pasa.

Sofía se había despertado tarde, razón por la que acababa de llegar al estudio de grabación en el que los chicos ya cantaban.

Miró en la pecera, Carlos era el que estaba grabando su parte. Se sentó entre Dani y Álvaro.

-¿No cantáis juntos?

-Preferimos que no haya errores. Por eso cada uno canta su parte y luego los productores lo mezclan todo-le explicó el rubio.

-¿Y lo hacen tan rápido?

-Sí. En el tiempo que nosotros estemos en vestuario y maquillaje, lo montan todo para que hagamos el videoclip.

-¿Vosotros, maquillaje?-rió.

-Te vas a divertir mucho cuando maquillen a Álvaro.

-¿Por qué a mí? El que necesita maquillaje eres tú, que eres muy feo.

-Serás...-intentó estrangularle, pero Sofía estaba en medio.

-Ya basta... ¿Cuándo se supone que tiene que salir?

-A finales de junio, pero no tenemos fecha exacta.

-Y cuando la tengamos, las auryners nos van a petar de una manera...

-Vosotros elegisteis esta profesión.

-Y nos encanta-Álvaro sonrió.

-Dani, te toca grabar-anunció Carlos.

Los rubios cambiaron los puestos y Carlos se puso a cotillear a twitter.

-¿Y tú cuando?-susurró Sofía-. Quiero ver como lo haces.

-Se siente, te lo has perdido. Yo he grabado el segundo, después de Blas.

-¿Entonces no te voy a ver grabar?

-No, a la próxima será.

-Jo...-puso morritos y sonrieron.

-¿Qué estáis haciendo?-se extrañó Carlos-. ¿Habláis como las personas normales?

-Sí, Carlos, nuestras diferencias se acabaron. Ahora somos amigos.

-No tardareis mucho...

Volvió a su móvil y los dejó tranquilos. Si él supiera... David fue el último en grabar, pero decidieron aprovechar el tiempo y el resto se dirigieron a los camerinos.

-Ven conmigo, Sof. Ellos van a cambiarse.

Magí se llevó a Sofía a un tour por el estudio.

-¿Y la pantalla verde?-la tocó.

-Aquí grabaremos las dos versiones del videoclip. Ahora mismo es verde, pero eso se sustituye luego por un fondo de la Luna y el espacio.

-A Luna le encantaría.

-Sí, ¿verdad?-soltó una carcajada-. Pero no pises por ahí, está la arena que van a usar y no quiero que se mueva.

-¿Eres consciente de que ellos son muy nerviosos y se van a mover?

-Ya, pero al menos ahora está bien...-se paró un momento, mirando la arena-. Da gusto ver el trabajo de un equipo.

-Voy un minuto al baño.

-¿Lo encontrarás?

-Eso creo.

Sofía lo encontró enseguida. Se lavó la cara, estaba bastante cansada.

-Hola, pequeña-le dio un beso en el cuello.

-Alv...-gimió-. Aquí no es buena idea.

-Entonces para estar contigo tengo que secuestrarte.

-Más o menos, sí.

-Pues no hagas planes para la semana que viene.

Y la dejó sola y aturdida. Negó con la cabeza y se dirigió de nuevo al lugar. Todos menos David estaban ya mirando el lugar de grabación.

-David viene enseguida. Mientras, os voy contando como va esto. Os voy a asignar un sitio clave, no os podéis mover de ahí, porque quedarán huellas en la arena. Solo cuando yo os diga, al grabar, os movereis. ¿Entendido?

-Sí, Magí...

-Ya estoy aquí...-David corrió para ponerse junto a Blas.

-Vale, David. Ni se te ocurra moverte del lugar que yo te diga, salvo si te lo digo yo.

-Vale. Que rayante...

-Empezamos.

Magí fue indicando a cada uno donde situarse, mientras un empleado removía la tierra por la que pisaban. Cuando ya estaban colocados, empezaron a grabar. Todos las cámaras les apuntaban y fueron grabando por trozos.

Magí se enfadaba, ya que cada vez que repetían, alguno se movía y tenían que remover de nuevo la arena. Todos reían, menos él.

-Creo que hemos acabado.

-Genial. ¿Nos vamos?

-Esperate a que te dé un guantazo en la cara...

Magí hizo que le perseguía, pero Carlos se escondió en el camerino a toda velocidad.

-¿Sabes que no te va a tocar?

-Ya, pero mejor prevenir que curar.

Sofía salió del camerino del rubio, le guiñó un ojo a su novio y se dirigió a la autocaravana.

-Hola-su hermana, que acababa de cumplir tres años, estaba adorable.

-Hola enana...-la abrazó con fuerza, levantándola del suelo.

-¿Qué tal?

-Ha sido muy divertido. Debiste haberte venido.

-Soy muy pequeña aún.

-Pero más lista que muchos de los que estaban ahí.

-Espero que no lo digas por mí-Álvaro fingió ofenderse.

-Nop, hay gente más tonta aún.

-Gracias, yo también te quiero.

Sofía sonrió, y le dio un beso en los labios. Ante la mirada sorprendida de Luna, el beso se alargó bastante.

-¿No te da miedo que lo cuente?

-Tiene tres años. Luna-llamó su atención-, por favor, no cuentes a nadie lo que acabas de ver.

La rubia niña negó con la cabeza, alucinando. Su hermana le dio un beso en la mejilla y la tomó.

-¿Y tú qué? ¿Te has quitado el maquillaje?

-¡Qué no llevamos maquillaje!-resopló-. ¡Era una broma!

-Ya, claro... Porque no la necesitas.

El moreno le sacó la lengua, ella se dirigió a besarle, pero Luna llamó su atención.

-Blas.

-¿Qué pasa con él?

-Va a entrar.

Efectivamente, Blas entró por la puerta, los saludó y se pidio la ducha. Ambos suponían que la niña lo habría visto por la ventana.

-La niña es lista.

-Y que lo digas...

-Por cierto... Que sepas que sigue en pie lo de la semana que viene.

-No sé yo...

-Ya verás. Te va a gustar eso de estar secuestrada.

Sonrió inconscientemente, sintiendo su boca en su cuello.

-¿Vamos arriba?

-Creía que aquí era mala idea.

-Es mejor que Luna observándonos. Además, salvo Blas, están todos fuera y no creo que vuelvan. Vamos-tiró de él hacia arriba, levantándolo del sofá.

Subieron las escaleras a toda prisa, pero sin llamar la atención de Blas. No querían que se enterara antes de tiempo. Eso sí, tampoco es que hubieran decidido cual era el mejor momento para contarlo.

Y bueno... Lo que pasó esa tarde entre ellos... es historia.