Capítulo 41: Murcia

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-Todos sentimos lo que ha pasado. Debimos habértelo dicho enseguida.

-Sí, Blas, deberíais.

-Pero te estamos pidiendo perdón. Los otros cuatro ya han salido. Solo es una vuelta por Murcia. Es mi tierra, hazme el favor...

-Yo ya he estado en Murcia.

-Pero esto es como un paseo familiar, pero con amigos. Ya verás que bien lo pasamos.

Tiró de ella, sacándola de la autocaravana. Los otros aplaudieron, habían tardado lo suyo.

-¡Venga! ¡A divertirse!

-Por favor, Carlos... No atraigas la atención de las fans. No me apetece que nos acosen.

-Eres mala persona. Las fans son majas.

-David, no le contestes y vamos a pasear.

Caminaban charlando, haciendo el tonto. Los pararon un par de veces. Sofía y Álvaro ni hablaban, ella estaba enfadada y él no se atrevía a pedir perdón.

-Dani, dejate el móvil.

-Es que Cristina está por aquí, pero no consigo localizarla.

-Lo que nos faltaba a nosotros, estar con la pareja pastelosa.

-Oye, no te pases...

-Eso... ¡Con los pasteles menos!-David se hizo el ofendido.

-Vosotros tranquilos, que si la encuentro nos vamos por nuestro lado...

-Aplausos para ti, rubio mío.

-¡Hola, chicos!-una sonriente Cristina apareció de la nada.

-¿Pero tú que eres? ¿Un espíritu o algo así? ¡Loca!-gritó Carlos, asustado.

-¡Hola Sof!-abrazó a la morena con fuerza-. Si alguno de los tontos estos te hace algo, llámame que los castro.

-¿A mí también?-Dani puso un puchero.

-A ti el que más, porque te tengo más confianza.

-¡Zas, en toda la cara!-Carlos le sacó la lengua.

-Vámonos antes de que te perturben-Dani le cogió la mano a su novia y se fue.

-No nos quieren, Sof...-Carlos se apoyó en su hombro.

-Se llama vergüenza ajena, cielo.

-Sigamos paseando.

Compraron helado en el smooy y continuaron por su pequeña visita de la ciudad.

-He acabado mi helado. ¿Puedo volver a por más?

-No.

-¿Por qué no?-gimoteó.

-Porque yo llevo el dinero y no te voy a dar más-Álvaro se encogió de hombros.

-Eres mala persona. Ojalá satán te haga infeliz.

-Que tonto eres...

Al rato, Blas y Carlos decidieron volver a por un helado estratégicamente. David les siguió, dejándolos solos. Al darse cuenta, Sofía trató de huir.

-Yo me voy-pero Álvaro la cogió del brazo.

-¿Podemos hablar?

-Ya estamos hablando.

-Es que no lo entiendo, joder. Perdonas a los demás, pero no a mí. ¿Qué te he hecho yo?

-Deberías habérmelo dicho. Eres mi novio.

De gira (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora