Sofía suspiró, relajada. Estaba bastante cómoda, aunque en ese momento no tenía ni idea de donde se encontraba. Trató de moverse, pero chocó la espalda con otro cuerpo caliente.
-Mmm... ¿Sof?
Consiguió darse la vuelta, para encontrar a Álvaro, medio dormido angelicalmente.
-Despierta, anda.
El susodicho levantó la cabeza y sonrió, mirándola tapada solo con una manta.
-Me da pereza. ¿Nos quedamos aquí todo el día?
-No podemos. Se darán cuenta.
Álvaro hizo un puchero y se encargó de recorrer con un dedo las curvas de Sofía. Ensimismado en su tarea, Álvaro no se fijaba en la morena, que lo observaba con dulzura.
-¿Y ahora qué?
-¿Qué de qué?-acarició su mejilla.
-¿Qué haremos? Nos hemos acostado, pero ¿y ahora qué?
-Tenemos que hablar del tema, ¿verdad?-Sofía asintió-. Con las pocas ganas que tengo de vestirme. Y encontrar mi ropa.
Sofía rió.
-Podemos hablar aquí.
-No sé yo si va a ser demasiada tentación para mí...-la miró de arriba abajo.
-¿Y quién ha dicho nada de que no puedas tocarme?
Le guiñó el ojo y Álvaro sonrió, algo pícaro. Sin olvidar la protección, la penetró, haciéndola estremecer.
-Creo... que ya podemos hablar.
-Oh, ¿ya estás contento?
-Un poco, sí -dijo, ahogando gemidos.
-Mira Álvaro, tú me gustas, mucho. Lo sabes perfectamente y sé que tú sientes lo mismo.
-Ya, pero ¿qué deberíamos hacer? ¿Te pido salir, quedamos para hacerlo o somos amigos?
-Hombre, la primera opción es mi favorita, pero tú dirás.
-Que estoy enamorado de ti, Sofía Castillo. No lo puedo evitar. Y ahora, ¿quieres salir conmigo y aguantarme hasta que la muerte nos separe?
Sofía sonrió, divertida. Le besó con tranquilidad, mientras Álvaro esperaba impaciente, sin dejar de moverse.
-Prometeme que no me harás daño. Que no me engañarás. Que me creerás y me tendrás como novia, y no como objeto. Prometeme que me quieres y no me vas a dejar.
-Te lo prometo-la miró a los ojos.
Siguieron un rato, hasta que llegaron al orgasmo.
-Te quiero, Alv.
-Y yo a ti, morena.
Le acarició la mejilla y le dio un profundo beso, que ella correspondió.
-Va a ser raro llamarte novia-se levantó del asiento.
-Espera...-lo sujetó-. Yo... no sé si quiero decirles aún que estamos juntos. Podríamos esperar, dejarlo para nosotros, a ver como va.
-Si es lo que tú quieres, se hará-le dio un pico y ahora sí, se levantó.
Buscaron su ropa, repartida por todo el coche, entre risas. Tras vestirse, Álvaro condujo hasta su autocaravana.
-¿Y ahora? ¿Qué les decimos?
-Que te quedaste en un hotel, yo en mi casa y te recogí esta mañana.
-Bien pensado.
-Gracias...
Sofía salió la primera.
-¿Qué tal la noche? No has vuelto desde la fiesta-Blas era el único en la cocina.
-Estaba muy cansada, pagué un hotel.
Blas asintió.
-¿Y qué pasó con Álvaro? Dice Mario que salisteis juntos.
-Salió él detrás de mí. Discutimos, él se fue por su lado y yo me fui al hotel. Me ha recogido esta mañana.
-Para haber discutido, es un avance que te haya recogido.
-Supongo-se encogió de hombros.
Se abrió la puerta, era Álvaro. Canturreaba tranquilamente, pero se extrañó al ver únicamente a Blas.
-¿Y el resto?
-Durmiendo. David tenía un pedo de miedo, conclusión: resaca. Dani volvió temprano con Cristina, lo mismo no se levantan hasta enero de 2016. De Carlos si que no sé nada.
-Y tú tan fresco como una rosa-le dio una palmadita en la espalda.
-Alguien tiene que ser el responsable si tú desapareces. El tiempo que tardé en llevar a David hasta su cama te lo guardo por marcharte.
-Perdona, pero había algo importante que tenía que resolver.
-Suenas como si fueras del FBI en secreto-tomó un sorbo de Cola Cao.
-No tanto así.
-¿Algún día me lo dirás? Me estás intrigando.
-Algún día...
-¡Buenos días!-Carlos apareció, jubiloso.
-Callate, Carlos. Me va a explotar la cabeza.
-Pues no haber bebido tanto. Es tu cumpleaños, no una fiesta en la Poligonic.
-Ves demasiado Gym Tony.
-Tú bebes y ni me quejo.
-Si te quejas.
-Que no.
-Que sí.
Blas suspiró. Que niños...
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De gira (Auryn)
FanfictionSofía es la típica chica, que vive en la típica ciudad, con el típico novio, las típicas amigas locas y su típica familia. Solo que quizá no todo es tan típico. Quizá aún no ha tenido los ojos para ver a un chico con el que se ha cruzado tantas vece...