Capítulo 37: Málaga

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-Tienes la velocidad donde yo tengo el culo.

-El culo lo tengo yo, así que te callas.

-Ya sé que tienes el culo muy gordo.

-¡Pero serás...!

-Carlos, deja a Dani...-sin inmutarse, Magí dio su amenaza.

-No quiero-puso un puchero.

-Dejad de hacer el imbécil, que estamos a punto de llegar a Málaga. Y ahora, iros arriba.

-Sí, papá Magí...

Magí los miró, arqueando una ceja. Los dos rubios salieron por patas.

-Menudos niños...

Un buen rato después...

Caminaban por las calles de Málaga. Montaban un escándalo, pero no se les había acercado ninguna auryner.

-¡Vamos a la playa!

Ignorando las advertencias del resto, Carlos corrió hacia el muelle, que se encontraba a su derecha. De repente se paró. Maquinaba algo, seguro.

-Tengo miedo.

-Sofía, yo que tú corría.

Sofía se empanó, así que mientras los demás corrían en distintas direcciones, ella se quedó parada. Se dio cuenta tarde, cuando Carlos ya había posado su mirada en la morena.

-No...-dio un paso atrás-. Ni se te ocurra.

Carlos dio otro paso hacia delante, con una mirada maliciosa. Echó a correr hacia ella y la cogió por la cintura.

-¡Carlos, sueltame!

-Nop-la chica pataleó.

-¡Carlos, como no me sueltes ahora mismo te dejo sin hijos!

-Carlos, tío, dejala-los chicos se asomaron de donde estaban escondidos.

-Dejadme que me lo piense, ¡no!

Y se tiró. Nada más hacerlo la soltó, para no obstaculizarle el oxígeno. Ella salió a la superficie jadeando.

-¡Yo te mato!-le empezó a tirar agua.

-No sé que concepto tienes tú del agua, pero normalmente no mata.

-Lo hace si te hago tragarla en cantidades industriales.

Carlos se asustó y nadó lejos de ella.

-Anda que no eres malo tú...-David y Álvaro se acercaron al muelle, riéndose.

-Sois todos muy malos conmigo.

-Anda, deja, que te subo.

Álvaro le extendió la mano.

-Gracias, buena gente...

Se la cogió, pero cambió de idea y decidió arrastrarle. Tiró de su mano y lo zambulló en el agua fría de mayo.

-Pero ¿estás loca?

Dani y Blas llegaron donde estaban ellos.

-¿Pero qué ha pasado aquí?

-Que Sofía se ha convertido en mi ídola-sonrió David.

-Muy gracioso. Anda, metete tú. Ya verás la gracia que hace.

-Uy, no. Estoy mejor aquí.

-Oh, hola Álvaro-volvió Carlos-. Te has unido a la fiesta, por lo que veo.

De gira (Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora