Prólogo.

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– ¿Qué haces?- pregunté intentando no sontar tan paranoica.

No tanto como me sentía.

– Solamente intenté abrazarte, no fue nada. - dijo alejándose unos cuantos pasos de mi. Probablemte estaba roja, no, roja no. Morada. Siempre tenía que exagerar las cosas.

– Tenes razón, perdón. Solo estoy algo confundida. - mi cabeza daba vueltas. Si no hubiese apoyado el peso de mi cuerpo en esa mesa, probablemente me hubiera caído.

No entendía muy bien la situación; él estaba frente a mi, recargando su cuerpo contra la pared, totalmente calmado, mientras que yo, yo estaba totalmente nerviosa, Y NO SABÍA PORQUÉ.
Lo miré unos cuantos minutos intentando encontrar respuestas, pero no, no me decía nada, ni su boca, ni su mirada, nada. Decime algo. Prácticamente estaba rezando, literal.

– No entiendo porqué te pones así, no es que intenté besarte tampoco. - No sé si entienden que soy una estúpida, ¿Lo notan? Es decir, actúe casi "histérica" porque intentó abrazarme, que alguien me explique que carajos es esto.

Puta Jane. Putos nervios.

– A menos que... - lo interrumpí con la mirada rogando que no fuera a decir lo que yo pensaba. Porque NO, definitivamente era un NO, gigante. – Querías que te besara. - Ahí está, si lo dijo. Obviamente no quería besarlo, no. Por unos segundos creí que estaba por salir corriendo de los nervios que me provocaba este chico, lieralmete temblaba cada vez que lo tenía cerca. No sé bien el motivo, probablemente mi cuerpo me jugaba malas pasadas. Nada de otro mundo.

– Yo no quería que me besaras. - respondí después de estar, aproximadamente, cinco minutos volando por ahí.

– Si te vieras desde mis ojos, creerías que queres besarme. - No entendí, respenten a mi rubia interna. – Me refiero a que estas temblando. Estas... nerviosa. Te pongo nerviosa. - Aguantá, dios griego. Hermano perdido de Brad Pitt.

– Estas hablando demasiadas estupideces juntas, mejor me voy a dormir. - intenté sonar seca, supongo. No quería escuchar cosas que no eran, porque obviamente no era así.

– ¿Ves? Empezaste a tocarte el brazo. Desvías la atención. - Leyó Hush Hush.

– Basta. - sin decirle nada más caminé hasta la cocina, y me apoyé en la isla donde habían varias de sus cosas, una musculosa, sus lentes, papas fritas, las llaves del auto, su celular... no entiendo porqué siempre deja todo tirado. No entiendo que hago viendo sus cosas. No entiendo que hago pensando en él. No entiendo nada.
No sé en que momento apareció en la cocina y me miró, no lo escuché, solo lo vi ahí, de repente. Bajó la mirada hasta sus pies y se tocó la nuca, estaba... ¿Nervioso? No creo. Traté de desviar la mirada, no quería hablar de nada ni tampoco que él estuviera ahí, así que suspire y me separe de la isla en la que estaba recargada. Cuando pasé a su lado intenté no mirarlo, ni siquiera tocarlo.
En menos de un segundo, mi brazo estaba entre sus manos, y mi mirada firme en sus ojos. Sentía como se acercaba hacia mi cuerpo y su agarre se volvía mucho más firme que cuando me frenó.

– Esto no está bien. - Murmuré.





This isn't right. «Justin Bieber - Español»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora