This isn't right. «Justin Bieber - Español»

"Creo que estás loca."

Estaba de más contarles y describirles lo que era Time Square, supongo que se resumía con "impresionante". Un mundo de personas nos rodeaba y las luces eran capaces de prácticamente cegarte. Justin miraba embobado cada rincón de lo que nos rodeaba, se veía tan concentrado que era difícil volver su atención a mi.
La hora marcaba 23:10. Había intentado sacar de mi cabeza aquel mensaje que encontré, quería hacer caso omiso a su contenido y pensar que quizás lo que decía era referido a otra chica y no precisamente a mi. Mientras Justin giraba sobre su propio eje para ver los edificios, yo formulaba alguna manera para averiguar que se escondía atrás del chico que decía ser sincero.
Pensaba que haría otra persona en mi lugar y siempre llegaba a la misma respuesta, alejarse. Pero yo no quería hacer eso, sentía que había algo más y realmente no quería desaparecer de su vida sin averiguar las cosas.

- Ayer me besaste y no podías parar... - Justin me sacó de mis pensamientos cantando y se acercó a mi.

- Y me bailaste hasta el amanecer - seguí la canción sonriendo.

- ¿Por qué estás tan distraída? - me preguntó agarrando mi cuerpo por mis hombros.

- Este lugar distrae a todos, Justin - le expliqué.

- Pero no de esa forma. Estas distinta -

- De verdad que no pasa nada - mentira, si pasaba, y mucho.

- ¿Helado? - me preguntó sonriendo.

Me sorprendía tanto que él actuara así, es decir, hacía un tiempo él solamente buscaba pelear conmigo o decía pura mierda, y en realidad, seguía haciendo ese tipo de cosas, pero tenía esos días que eran excepciones. Esos días en los que me atropellaba, me besaba, me llevaba a cenar, y me ofrecía un helado. Eran esos días que me hacían sentir especial, más cercana a él.

- De chocolate - le respondí.

- Vos y tu obsesión - en el tiempo que llevaba viviendo conmigo, había notado lo loca que estaba por el chocolate.

- Siempre de la mano - respondí sonriendo.

Y esa noche, terminó con un riquisimo helado de chocolate, algún que otro beso.

Porque volverme loca era fácil si se juntaban mis tentaciones.

(...)

Al día siguiente había decidido buscar algún tipo de información que me llevara a saber que había atrás del aexi rubio que a todas volvía locas.
Justin y Scott habían ido a la playa así que tenía la casa sola, lo cual, me facilitaba todo. Busqué en mi celular el número del mensaje que recibió Justin y pensé en llamar desde ahí, pero me plantee la idea de que lo mejor sería realizar la llamada desde un teléfono público.
Busqué monedas en mi mochila y salí del departamento con dirección al ascensor. Cuando mi cuerpo ya estaba fuera del edificio, caminé hacia la izquierda para llegar rápidamente a la cabina telefónica que se encontraba a tres cuadras de mi casa.
Mis dedos titubearon un poco y sentí un nudo de nervios en mi estómago, tenía miedo de escuchar algo que realmente me asustara. Finalmente marqué y el tono de espera sonó.

"Llamada de larga distancia: Canadá. Para realizar esta llamada, debe ingresar el dinero."

Puse las monedas que me quedaban en la ranura del viejo teléfono y esperé rogando que alguien respondiera. Para mi mapa suerte, solo habló el contestador indicando que dejara mi mensaje después del puto tono. Decepcionada corté y me puse a pensar alguna alternativa más que me ayudara a entender que pasaba. Finalmente, ingresé más monedas y llamé a Wen.