"Podemos pasarla perfecto."

138 14 1
                                    

Cuarenta y cinco minutos.

Que hijo de put... Basta.

Llevaba sentada tanto tiempo, que ya no sentía las piernas y mucho menos el culo. El timbre ya había tocado indicando el comienzo de la última clase antes del almuerzo, a la cual claramente, o llegaba tarde o directamente no iba a asistir. Justin dijo claramente "en diez estoy ahí." y estaba empezando a creer que dijo diez horas, en lugar de minutos. Había recibido varios mensajes de Wen donde me contaba que la profesora de química había preguntado donde estaba y ella, como la "excelente" amiga que es, le había dicho adelante de toda la clase, que había sufrido un pequeño accidente y por eso, estaba en el baño. Un punto más, una puñalada más que gana. Tenía mis pies levantados y apoyados contra la pared, cuando sentí el golpe de la puerta principal del baño por lo cual me sobresalte y me levanté rápidamente. Algo "asustada" debido a que podía tratarse de una profesora y realmente, no se veía bien que una alumna estuviese encerrada sin remera en el baño. Me acerqué lentamente a la gran puerta blanca, pero esta se abrió fuertemente golpeándome en la frente con gran potencia.

- Mierda. - dije tocando mi cabeza. Esto dejaría moretón. Otro más.

- Cuide su vocabulario señorita. - dijo Justin entrando al baño.

- Cuide su forma de abrir la puerta señorito. - dije imitando su tono de voz. Cuando noté que me miraba tan fijamente, automáticamente tapé mi torso, había olvidado que lo tenía casi desnudo. Me sonroje, obviamente. - ¿Cómo hiciste para entrar? ¿Nadie te vió? - le pregunté para alivianar mis nervios. La puerta detrás de mi primo se cerró.

- Dije que tenía que dejarle ropa a mi hermana en su salón. - extendió la sudadera que tanto anhelaba.

- ¿Y cómo mierda encontraste el baño? - pregunté mientras me vestía.

- Le pregunté a unas chicas después de darles mi número. - sonrió mientras tocaba su nuca. Justin llevaba una remera negra con dos lineas blancas en las mangas y la palabra "King" en el frente, escrita en blanco igualmente. Unos jeans desgastados color celestes claros y vans negras. Sencillo.

- No pregunté a quien le diste tu número. - dije seriamente.

- Esa rubia es increíblemente sexi. - probablemente esa rubia, era Jessie. Odiada por todas las chicas, y deseada, obviamente por los chicos. Era la típica puta que se puede encontrar en cualquier escuela. Supongo que al menos el ochenta por ciento de los chicos había pasado por su cuerpo, y el otro veinte, eran feos.

- Sigue sin importarme. - respondí desinteresada y comencé a caminar con destino a la puerta. Lo cual fue imposible porque escuché la voz de mujeres que venían en esta dirección. Me paralice al instante. - Al baño. - le señalé uno de los cuartos de baño.

- ¿Qué pasa? - preguntó confundido.

- Me van a matar. - dije con algo de desesperación empujándolo para que se escondiera. Obviamente, si me veían en el baño con él iba a estar muerta. Seguramente iban a llamar a mis papás y quizás, terminaban echandome. Ya tenía tantos problemas en esta escuela, que no quería ni uno más.

- Señorita Wells, ¿No debería estar en clases? - preguntó una señora de unos cincuenta años, que era parte de los directivos.

- Estaba descompuesta, tengo permiso. - sonreí tratando de parecer convincente.

- ¿Podría volver? - preguntó. Tengo a mi primo encerrado, no puedo volver. Dah.

- Si, unos segundos más y vuelvo. - dije y finalmente, con un gesto amable, se retiró.

Gracias al cielo. Por milésima vez.

- ¿Puedo salir? - susurró Justin.

- Si, ya está. - abrió la puerta y salió con una expresión terriblemente graciosa. A veces no entendía sus caras. - ¿Qué onda con esa cara? -

This isn't right. «Justin Bieber - Español»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora