"Bienvenido Señor."

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"Quiero verte bailar, quiero que muevas tus caderas..."

Estaba cantado internamente. Moría del aburrimiento. Empecé a pensar que ya no estaba en el aeropuerto, es decir, había llegado hacia ya como dos horas. Seguramente ya habría probado con tomar un taxi y darle la dirección del edificio, seguro eso serviría, noten mi sarcasmo.
A mi al rededor habían aproximadamente 100 personas, que iban y venían, algunos me empujaban, ¿Soy invisible, loco? Me distraje leyendo el horario interminable de los cientos de vuelos que salían día a día. Una pantalla gigante se alzaba frente a mi, con un gran titulo que decía "NYAirport" con cada horario debajo. Vuelos que tenían destino hasta lugares que nunca había escuchado nombrar, me parecía fascinante la gran cantidad de cultura que me estaba perdiendo.

- Disculpa que te interrumpa... - dijo una voz masculina detrás de mi, sacandome de mis lindos pensamientos sobre los paisajes que escondía el mundo. - Sos Jane Wells, ¿Verdad?

Me volteen en mis pies, y sin reconocer la voz que me hablaba respondí - Si, ¿Vos sos? - era alto y su pelo era castaño claro. Para ser sincera era MUY lindo. Usaba una camiseta blanca con una camisa a cuadros arriba. Un pantalón ajustado negro, y borcegos. Se veía increíble. Tenía una enorme sonrisa plantada en la cara, una gran expresión de alegría. Me miró unos segundos, y haciendo su sonrisa aun más grande, cosa que pensé imposible, se te va a romper la cara, respondió.

- Soy Scott, hace como dos horas te estamos buscando. - ¿Estamos? En medio de mi pensamiento de saber con quien más venía mi primo, noté como sacaba su celular y marcaba un numero. - Ya la encontre... junto al cartel con los horarios... ok.- esa llamada duró mucho menos de lo pensado. Scott sonreía mientras me miraba, y sinceramente no entendía bien que le pasaba.

Debo tener algo en la cara, que no sea un moco, que no sea un moco.

- ¿Qué tal el viaje? - pregunte intentando sacar el ambiente incomodo, y lograr que despegara su sonrisa de mi. Me ponía nerviosa que la gente me mirara, cuando eso pasaba, mis manos libraban como 200 litros de agua.

- Largo, pero valió la pena. Aunque creo que fue mucho más duradero esperarte acá, ¿Dónde estabas? - que seas mi primo no te da derecho a saber que estaba castigada.

- Tuve un retraso - dije cortante. A lo lejos pude notar la presencia de otro chico, que venía con destino a nosotros, con una gran valija color azul que se movía detrás de él. Era alto y grande, me refiero a musculoso, o al menos así se veía, era eso o estaba gordo. Vestía una camiseta gris con una camisa negra, las mangas estaban arremangadas hasta sus codos, dejando ver tatuajes por todas partes. Sexi. Pantalón negro y zapatillas, le quedaba perfecto. Su pelo era casi rubio, tirando a castaño, la parte de adelante era más larga que el resto y cubría un poco su cara. Estaba serio, pero podía notar aun así sus hermosas facciones. Definitivamente, ninguno de estos dos tiene catorce.

Todos te parecen hermosos a vos, pajera.

- Hasta que te dignas a aparecer. - bueno, bueno, bajando el tonito. ¿Y vos quien sos? Atrevido.

- Hablale bien - le dijo Scott al desconocido, defendiendome. Buen primo.

- Es que estuvimos esperando demasiado, tengo hambre. - hay mil lugares donde puede comprar acá, y viene a tratarme mal. M A L I S I M O.

This isn't right. «Justin Bieber - Español»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora