I. La Academia Cross

6.5K 407 12
                                    

El coche que me llevó a la academia me dejó frente a las gigantes rejas de entrada. Debían ser las dos de la madrugada del viernes.

Una figura me observaba: tenía el cabello rubio y largo atado en una coleta, y unos anteojos que ocultaban unos grandes ojos. La figura se mantuvo seria, se paró frente a mí y se puso a girar a mi alrededor con entusiasmo.

—¡Lena-chan ha llegado! —exclamó Kaien Cross. No tardó en dar saltos a mí alrededor—. ¡Estas mucho más grande! —continuó—. Aún me imaginaba a la pequeña Kazouyoshi.

Kaien Cross, el legendario cazador de vampiros, se había largado a llorar en menos de diez segundos a mi llegada.

No lo veía hacía ya mucho tiempo, no recordaba que fuese una persona muy emotiva. Siempre lleno de vida, Kaien sabía cómo ganarse la confianza de las personas. Sin embargo su seriedad era respetable.

«¿Es muy bipolar, no lo crees? », mi consciencia comenzó a preguntar.

—Sigue siendo el mismo —respondí mentalmente.

«Me aburriré si sigue llorando».

Sonreí a Kaien ignorando a mi preciado yo interior. Si. Debo admitirlo: desde que mis padres me encontraron nunca me he sentido sola. Eso es, principalmente, porque hablo con mi consciencia. Es como... si fuera alguien más. Nunca se lo dije a nadie, sé que lo primero que harían sería tomarme por loca y mandarme a algún lugar. Y ya que no le hago daño a nadie, mejor cerrar la boca.

—Estoy feliz de verte, Kaien —Saludé, mientras éste se recuperaba del llanto.

—¡Llámame tío Kaien!

Miré incrédula al director. Él tenía una peculiar forma de tratar a aquellos niños que conocía desde su infancia (como yo) y querer que estos le llamasen «tío», «abuelo», y demás títulos que lo volviesen tu familia. No tenía problema si lo hubiese empezado a llamar como tal desde pequeña, pero eso no había ocurrido, ni ocurrirá.

—Uhm... —murmuré—, gracias pero no gracias.

—¡Estoy tan contento —Exclamó, ignorando mi comentario—. Llevo esperando años para que conozcas a Yuuki y Zero. Estarán encantados contigo.

Yuuki Cross es la hija adoptiva de Kaien. Su pasado, tan misterioso como el mío. Zero Kiryuu es el «hijo» de Kaien también. Adoptado por el director, Zero nunca deseó llamarlo padre. Por lo que Kaien había mencionado a mis padres durante las charlas de adultos que tenían (y yo oído a escondidas) Zero tenía un pasado triste. Pero eso era todo lo que sabía de ambos.
El director de la academia había intentado relacionarnos a los tres hace mucho tiempo, pero por imprevistos y demás complicaciones nunca había llegado la oportunidad. Hasta hoy al menos.

Tras una sonrisa y un suspiro, Kaien tomó mis maletas.

—Vamos a mostrarte un poco la academia. Tal vez te preguntes porqué estás en La Clase Nocturna.

—Así es —dije—. Como sabes perfectamente no soy una vampiro. Se supone que los humanos no deberíamos convivir tanto con ellos.

Comenzamos a caminar, yo lo seguí. Me miró por un segundo y luego dirigió la vista al camino nuevamente.

—No te equivocas, aunque diré que al mismo tiempo lo haces —dijo—. La Academia Cross está establecida para tratar la paz entre ambas especies. Aquí intentamos que humanos y vampiros establezcan una conexión común, normal, entre ellos. Esto lo logramos controlando a los vampiros, o por lo menos tratando de hacerlo, con un nuevo experimento que tenemos. La píldora para vampiros.

Vampire Knight: Memorias de un vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora