Un molesto dolor en la muñeca derecha que aumentaba con cada segundo provocó que despertara. Recorrí mi brazo con la vista hasta llegar de donde provenía el dolor.
Miré al hombre que se encontraba sentada a mi lado, en el borde de la cama. Una melena rojiza tapaba su rostro mientras presionaba mi muñeca fuertemente. Por lo fría que se encontraba su mano, supe lo que era. El vampiro levantó la vista hacía mí y sus ojos café oscuro me observaron. Una sonrisa malvada se dibujó en su rostro, causándome escalofríos.
—¿Por qué despiertas tan rápido, Lena? —preguntó—. Duerme un rato más para que te admire... No me hagas perder el tiempo.
El vampiro soltó mi muñeca y yo la aparte rápidamente de él. Me alejé casi volando de la cama, al otro extremo de dónde estaba él, asustada a más no poder, confundida. ¿Qué estaba sucediendo?
—¡¿Quién eres?! —pregunté.
—¿Quién soy?
Se levantó de la cama y puso la mano derecha sobre su pecho.
—Soy el más importante vampiro —dijo—, tu futuro esposo y he...
El hombre siguió hablando, pero mi cerebro se quebró con la palabra «esposo». Tanteé con los ojos alrededor de la cama, en busca de mi daga, pero no estaba allí. Entonces la noté en mi mesa de noche, y mientras el vampiro hablaba sin parar, la tomé y la mantuve detrás mío con la mano derecha.
—Mi querida dama en apuros —Lo oí continuar—. Imagino que debes saber que cuando una dama está en apuros, el caballero que la rescata tiene el derecho a desposarla... —Sonrió una vez más (en realidad no sabía cuantas veces lo había hecho, pero debo confesar que ésta debió ser la décima)—. Ahora... calla y déjame degustar tu sangre.
¡Estaba loco!
Fruncí el ceño aún más confundida de lo que ya estaba. Se acercó a mí, apoyando las rodillas sobre mi cama, y cuando me tomó de las muñecas, lo aparté fuertemente de un empujón de la mano que se encontraba libre.
—¡Aléjate de mí!
No entendía nada de lo que estaba pasando. Un tipo entró a mi habitación mientras yo «dormía», y ahora dice ser mi marido y querer beber mi sangre. No sé a cuantas personas les pasó esto, pero benditas sean, es la primera vez que me pasa y no me gusta nada. Tomando en cuenta también que antes de este tipo, entró una mujer tan vampiro como él hablando de guerreros mágicos. Creí que ése era el límite de lo que podía llegar a sorprenderme en la vida, pero al parecer un vampiro que entra como si nada a tu habitación y que no conoces dice ser tu marido, puede sorprender aún más.
Debo decirle a Kaname que necesito algo de seguridad extra en la ventana. ¡Y en todas partes!
Me moví rápidamente de la cama, corriendo hacia la puerta. Estaba abriéndola para salir, pero la cerró con la mano de un portazo y me atrapó entre su cuerpo y la puerta. Ahora, también, la mano en la que sostenía la daga había quedado atrapada entre la puerta y mi cuerpo.
—Probemos algo más íntimo.
¿Íntimo?
Una de sus manos bajo por mi espalda hasta mi cintura. La alejé rápidamente de un manotazo y traté de escabullirme rápidamente, lejos de él y de la puerta. Pero me sujetó fuertemente de la mano, hasta que solté un quejido de molestia por su agarre. Abrió la boca, enseñándome sus colmillos, mientras su rostro comenzaba a acercarse a mí, cuando de repente se escucharon pasos por el pasillo. El vampiro —que aún no sé cómo se llama— levantó la vista hacía la puerta y la observó. Alguien tocó la puerta y la voz de Ichijou se hizo oír.
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Vampire Knight: Memorias de un vampiro
FanfictionLos misterios se resuelven, siempre fue así. Aunque está claro, hay algunos que muchas veces no se llegan a descifrar. Es en ese entonces cuando caen en un abismo sin fin y se pierden hasta ser olvidados. Por otro lado, la curiosidad... La curiosida...