Vampire Knight: Memorias de un vampiro

XIX. El segundo diario •

⚠️ EN EDICIÓN A PARTIR DE ACÁ ⚠️
Hay perponajes que están siendo borrados y cambios notorios dándose en la historia por ende no se entenderá la trama con precisión a partir de este punto.

Lamento el inconveniente

<3<3<3

—S... Suéltame. —Tener una mano haciendo presión en mi garganta no era demasiado cómodo y aún menos si no tocas el suelo con los pies.

—Sigues viéndote linda de esta manera. —Sonrío—. El rojo te sienta bien...

Digamos que la habilidad de esta Noble era volar. Así es, una enana voladora. Me hubiese hechado a reír si, como ya dije, no tuviese una mano haciendo presión en mi garganta. Y con una mano me refiero a la de Yuno. Y con que no toco el suelo con los pies me refiero a que Yuno vuela, entonces...

Bueno, se entendió el asunto.

Siquiera recuerdo como llegamos aquí.

Flashback

Me senté algo mareada en la cama. Miré para la derecha y para la izquierda. La habitación me parecía conocida. Pues claro que me parecía conocida, estaba en mi habitación de Los Dormitorios de La Luna. Me sentía muy contenta pero... demasiado mareada.

Llevé una mano a mi boca, en cualquier momento vomitaría. El dolor de la muñeca derecha por la mordida de Yuno llegó de forma abrumadora. Miré la muñeca con dolor y noté que estaba vendada. Me fijé que no llevaba el saco del colegio, al cual ahora le faltaba una manga.

La puerta del baño se abrió y vi una melena rubia y desprolija acercarse hacia mí con uno de mis sacos del uniforme.

—Por fin despiertas —dijo Ichijou sonriendo.

—Ya perdí la cuenta de cuantas veces oí esas mismas palabras.

Extendí mi mano hacia el vampiro sonriendo. La tomó y me ayudó a levantarme de la cama. Me extendió el saco y me lo puse.

—Ichijou-san, ¿por casualidad sabes cuando volverá...? —Me interrumpí al sentir una molestia en el estómago. Creo que... vomitaría.

Corrí como pude hasta el baño, me acerqué al inodoro y vomité. Oí a Ichijou riendo fuera del cuarto de baño.

—Hace años que no veo a nadie así —dijo, entre risas—. Es gracioso.

Le lancé una mirada asesina.

—No... No es gracioso —dijo, riendo nervioso—. Olvídalo.

Me enjuagué la boca y tomé un poco de agua. Mucho mejor. Miré al rubio y le sonreí.

—Gracias Ichijou-san —dije—. Gracias por ayudarme.

—No agradezcas. Pero... Kazouyoshi-chan, ¿quién te atacó? No había olor a nadie, y dudo que tu pudieses hacerte esos perfectos agujeros de colmillos que quedan por nuestros dientes. Además , tienes suerte de que pasé por allí, tu aroma no se...

—No te preocupes, por favor —dije. No diría que había sido Yuno, esperaría un poco. Necesitaba saber que planeaba. No podía haber llegado y al día querer a Kaname y hacerme todo esto, ¿no? Bueno... estaba loca. Puede que sí—. Solo no le digas a Kaname, por favor.