Estaba temblando y sudando. Sus brazos y piernas estaban atados a una silla de madera, sus ojos estaban vendados, tenía una soga en su boca para que no pudiese hablar. Sólo tenía una camisa de lino blanca y unos pantalones de lana ensangrentados, estaba descalzo y la sangre bajaba por sus pies. Lo único que recordaba era que, antes de desmayarse, estaba siendo perseguido en el bosque por unos dantalians cazadores. No estaba seguro de por qué lo perseguían, pero de lo que estaba seguro era de que si lo atrapaban, moriría. Corrió y corrió, hasta que una flecha lo alcanzó, la flecha se había encajado en su pierna y él cayó, después de eso, él no recordaba nada.
Escuchó como alguien entraba a la habitación y cerraba la puerta, su respiración se inquieto. El sonido de las pisadas acercándose a él lentamente lo estaba volviendo loco, intentaba zafarse de las cuerdas que lo tenían sujeto a la silla, pero era inútil. De repente, un dolor intensó en su abdomen consiguió que dejara de moverse, lo habían golpeado.
-¡Deja de moverte, basura!
Se sorprendió, pues la voz que escucho era la de una chica joven, y al parecer estaba muy molesta con él.
-Tu gente ha estado molestando a mi gremio, y yo ya me cansé.
Recibió un fuerte puñetazo en su rostro y su nariz se rompió. Estaba chorreando sangre de su nariz y estaba manchando su camisa blanca.
-Le ordené a mis hombres que te siguieran y te capturaran, y ahora que estas aquí, puedo hacer lo que sea contigo, Red.
Sintió como le desgarraba su camisa, y escuchó metal chocando con metal. Quiso gritar de dolor cuando sintió que le estaban cortando el pecho. El acero de dos armas le estaba cortando el pecho diagonalmente, formando una "X".
-Tú y tu gremio Dragón son basura comparados con nosotros.
Ella le agarró la oreja con fuerza y le acercó el filo de su hacha. Él sintió el frio del acero rozándole la parte trasera de su oreja derecha. Un dolor insoportable lo abrumó cuando su oreja fue desprendida de su cabeza solo de un corte y un jalón. Quería gritar y llorar, pero la soga en su boca y la venda en sus ojos se lo impedían.
-Eres débil y estúpido, y estoy segura de que ni siquiera sabes quién soy, Red. Por eso te mataré, pero antes, te mostraré con quien no debiste de haberte metido, imbécil.
Él estaba agachado, cuando le quitó la venda, lo primero que vio fue su pecho completamente ensangrentado. También se dio cuenta de que se había formado un charco de sangre debajo de su pie izquierdo, la flecha que lo tiró le había dado en la pierna izquierda. Levantó la mirada y la vio, una mujer de piel morena, cabello largo y negro hecho trenza, ojos de color naranja y brillantes, la mitad derecha de su rostro estaba tatuada con ramas de árbol que bajaban por su brazo derecho para convertirse en el tronco y terminaban en sus dedos en forma de raíces, aunque en realidad no eran visibles, pues llevaba una armadura roja que le cubría todo el cuerpo, excepto la cabeza. No tenia yelmo, llevaba dos hachas cortas sujetas a su cadera. Ella era Evelyn, líder del gremio Gladiadores.
-Ahora que viste quien soy, ya te puedes morir- Evelyn volvió a sacar una de sus hachas, la que estaba a su derecha, y la acercó al cuello de Red.
Red sintió el acero acariciando su piel mientras su respiración se alteraba drásticamente. Evelyn tomó impulso para dar un corte mortal. Y cuando el acero del hacha estuvo a punto de cortar el cuello de Red, Evelyn se detuvo. La puerta tras ella se había abierto, era una chica muy bonita con cara de muñeca, tenía los ojos grandes y rosas, su cabello era largo y rubio, su piel blanca contrastaba mucho con la de Evelyn, llevaba puesta sólo una camisa de lana y un pantalón de piel, era una chaman.
-Maldición, Rose, te he dicho que ni siquiera tú tienes derecho a entrar a esta habitación cuando estoy ocupada con alguien- dijo Evelyn mientras volvía a sujetar el hacha a su cadera.
-Lo siento, era una emergencia- la dulce chica le entregó una carta a Evelyn.
-¿Qué es esto?- dijo mientras desdoblaba la carta.
-Una carta del gremio Iluminados- contestó la chica.
Mientras Evelyn leía la carta, Red observaba todo a su alrededor tratando de buscar la forma de escaparse. Era un cuarto pequeño y completamente oscuro, la única luz que había era el fuego de una antorcha encendida detrás de Red y la luz que la puerta dejaba entrar. Evelyn estaba lo suficientemente concentrada leyendo como para darse cuenta de que Red se estaba moviendo demasiado, Rose se dio cuenta y se le quedo viendo, Red se percató de que lo estaban vigilando y dejo de moverse. Al terminar de leer la carta, Evelyn mostró una sonrisa malvada en su rostro que le causo un escalofrió a Red.
-Así que era eso...bien, les enviare una respuesta- con una velocidad impresionante, tomó su hacha y le cortó la cabeza a Red en un segundo-. Una respuesta que diga que aceptamos la alianza. También les diré que ya había hecho una alianza con otro gremio.
-¿Hijos del hacha?
-Su líder es amigo mío, y también quiere ver muerto a Oz.
-Todos quieren ver muerto a Oz, y desde que paso lo de Ann, Merlín y Royy, yo también quiero ver su cabeza clavada en una estaca.
-Laveraz, Rose. Nosotras vengaremos la muerte de Ann. Los gladiadores siempremanchamos de sangre nuestras espadas.
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Secreto de Nigromante
FantasyLas cosas en este mundo como las conocemos cambiaron radicalmente. La ciudades se convirtieron en bosques, las fábricas en castillos, los parques en valles, los lagos en mares, las colinas en montañas, las aves en dragones, los peces en leviatanes...