Cap. 31

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Después de nueve meses de espera, el castillo del gremio Corazón iba a poder ser habitado por el gremio Manticora. El castillo había sido abandonado y Oz, al ganar la guerra de territorios, consiguió el castillo para su gremio. Sin embargo, el nigromante aun no había entrado al castillo a verificarlo. Por eso había llegado a la base del gremio Manticora que se localizaba en la Arboleda de Gaia, iría con muchos miembros del gremio a analizarlo y calificarlo, y de paso, a establecerse allí.

Oz planeaba hacer una fiesta de inauguración en la nueva base del gremio, así que todo el gremio se había preparado para partir en un viaje desde la Arboleda de Gaia hasta Hostar. Eran un muy largo camino, tenían que cruzar todo el continente a pie. Muchos miembros del gremio manticora que se acababan de unir después del espectáculo de la guerra, no tenían medios de transporte o una forma rápida de llegar a Hostar, así que todos estaban obligados a ir a pie. Todos habían preparado lo necesario para el viaje y la fiesta en la nueva base del gremio. Pero justo antes de salir...

-¡Ahhh!- gritó Lilith mientras se sostenía su pansa.

-¡Lilith!- se alarmaron todos-¿Estás bien?

-Sí- pero otro dolor hizo que tambaleara-. No... creo, que está naciendo.

-Oh, vaya... creo que, tendremos que esperar hasta después para viajar- anunció Oz.

-¡No!- gritó Lilith sin querer, pero le dolía mucho-. Oz, no te preocupes por mí. Lleva a los nuevos a viajar al otro castillo, ellos apenas te conocen, sería bueno que vean a su líder guiándolos.

-Pero Lilith, ¿y tú?- preguntó Jake.

-Yo estaré bien- se estaba esforzando mucho para permanecer calmada-. Me quedaré y les avisare cuando las cosas estén mejor.

-Nosotros nos quedaremos contigo- añadió Isabelle refiriéndose a ella y a Jake.

-No, ustedes deben ir con Oz y los demás.

-Pero...

-¡Estaré bien!- volvió a gritar sin querer.

-Está bien, Lilith- contestó Oz-. Pero no planeo dejarte a ti sola aquí en el gremio. Korum-le habló al chico, que en esos nueve meses, se había convertido en un muy buen clérigo-, tú te quedaras al cuidado de Lilith.

-Sí, señor- a Korum le emocionaba que Oz, después de tanto tiempo, aun lo recordara.

-Nosotros también nos quedaremos, señor- declararon los clérigos que habían estado en el gremio desde su fundación.

-Excelente. Chicos-se dirigió a los veinte clérigos que se habían ofrecido-, dejaré toda mi confianza en ustedes. Cuiden a Lilith y avísenme cuando ya haya nacido el bebé.

-Lo haremos, señor- dijeron al mismo tiempo todos, como soldados.

Antes de marcharse, Oz se acercó a Lilith y le entregó una bolsa de tela amarrada con una cuerda roja y le susurró algo al oído. Salieron del castillo, cruzaron el puente sobre el lago Rainbow y comenzaron a caminar sobre el sendero de la bestia alada.

Todo un ejército de bárbaros, clérigos, cazadores, magos, nigromantes, chamanes y una paladín, iban tras Oz. Había un total de ciento sesenta y dos personas tras el nigromante, no era un gremio con muchas personas, pero si el gremio que tenía a las más poderosas.

Cruzaron por El camino del rey. El cielo ese día estaba nublado y hacia buen clima para viajar. Descansaron a la mitad del territorio de Rhima. Oz y los demás siempre estaban alerta por si había señales de algún enemigo. Continuaron caminando hasta llegar al final de Rhima y entrar a Hostar, comenzó a hacer mucho viento. Llegaron a Ohno para descansar y comparar más cosas que necesitaban para lo que les quedaba de viaje. Luego, caminaron hasta que vieron el castillo a lo lejos. Comenzó a llover. El castillo rodeado parcialmente por un bosque de pinos y estaba localizado a unos metros de un estrecho sendero entro dos cordilleras llamado Garganta seca.

Siguieron caminando derecho, hasta que...

-Oz...- pronunció Jake mientras miraba hacia su derecha, justo en la dirección del territorio de Mynm.

Oz giró hacia Jake, pero sin querer, vio más allá. Un ejército de cientos de personas provenía del desierto de Mynm. No tenían orden fijo, pero se veía que había muchos paladines al frente de todos. Había personas de muchas razas y clases, pero todas llevaban la cara pintada de blanco. Al frente de todos, había dos sujetos. Uno de ellos era un bárbaro con una armadura dorada cargando una bandera gigantesca. La bandera era un pedazo de tela completamente rojo con un hacha azul en el centro, pero el mango del hacha apuntaba hacia arriba. El otro sujeto era un mago, Inka. Era el gremio Hijos del hacha.

-Oz...- llamó Germain mientras miraba a su izquierda, en dirección al bosque perteneciente al territorio de Hostar.

Oz giró su cabeza hacia su izquierda en dirección a Germain, pero antes, vio otra cosa. Un ejército de cientos de elfos y humanos salió del bosque. Había decenas de paladines al frente protegiendo a sus compañeros cazadores. Todos llevaban la cara pintada de blanco. Al frente, estaba un paladín con armadura hecha de oro y una corono, era Max, "El Arcángel", líder del gremio Iluminados.

-Señor- habló un cazador que estaba justo tras Oz- ¿Qué hacemos?

La lluvia se había hecho as fuerte y pesada, los rayos caían en las montañas y los truenos retumbaban en el pecho de todos- ¡Gremio!- gritó Oz para que todos lo escucharan-¡Tal vez sea la primera vez que me ven, pero yo me aseguraré de que no sea la última!- continuó-¡Para los que son nuevos, deben saber que tenemos un lema! ¡Fuerte!- todos comenzaron a gritar-, ¡y libre como Manticora!- gritaron todos-¡Una mitad vaya con Jake y Germain contra los Hijos del Hacha!- Jake y Germain corrieron seguidos por una mitad del gremio Manticora en dirección al ejercito del gremio Hijos del hacha-¡La otra mitad, conmigo e Isabelle!- Oz e Isabelle corrieron seguidos del pequeño ejército del gremio Manticora contra el gremio Iluminados.

Por otra parte. En la Arboleda de Gaia, castillo del gremio Manticora, habitación de Lilith.

Lilith estaba en su cama siendo asistida por veintiún clérigos. Los clérigos calmaban el intenso dolor de Lilith con hechizos y pociones. Todo estaba yendo bien. Pero algo hizo que el castillo temblara y un sonido de destrucción se escuchó.

-¿Qué rayos fue eso?- gritó Lilith.

-No lo sé, pero iré a revisar- Korum salió de la habitación y corrió por todo el pasillo de las habitaciones.

Bajó las escaleras corriendo y, al llegar al final, se sorprendió. Una roca gigante en llamas había abierto un hueco en la parte frontal del castillo y había quedado en medio de la sala del trono. Korum corrió hacia donde se supone que estaba la puerta principal y vio un ejército acercándose por El sendero de la bestia alada. Había cientos de personas de diferentes razas y clases. Korum reconoció a la mujer que iba al frente del ejército, era Evelyn, líder del gremio Gladiadores. Habia dos chicas a sus lados, una de ellas llevaba puesta una túnica, probablemente ella había sido la hechicera que lanzó la roca en llamas. Korum regresó corriendo hacia la habitación de Lilith para avisar el ataque.

-¡Nos atacan!- gritó mientras abria la puerta de golpe.

-¿Quién?-gritó Lilith.

-Todo el gremio Gladiadores, su líder va al frente- contestó Korum.

Hubo un largo silencio y los clérigos se miraron entre sí, luego asintieron-Nosotros defenderemos el castillo-dijo uno de ellos-. Korum, cuida de Lilith.

-¡Esperen!- gritó Lilith antes que salieran de su habitación corriendo-Ustedes no podrán contra todos ellos...

-No se trata de vencerlos- aclaró uno de ellos-. Se trata de defenderte. Korum, cuando las cosas se pongan mal, llévala al cuarto de entrenamiento.- los veinte clérigos salieron de la habitación, corrieron por el pasillo y bajaron las escaleras. Llegaron a la sala del trono y conjuraron sus báculos, luego salieron del castillo y se posicionaron en el puente de que estaba entre el ejército del gremio Gladiadores y el castillo.

-¡Libres!-comenzaron a musitar, mientras veían a varios barbaros saltando hasta elpuente-, ¡y fuertes como manticoras!

Secreto de NigromanteWhere stories live. Discover now