Cap. 15

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-Seguro es por aquí- decía Mendryth mientras miraba el mapa del territorio de Rhima-. La aldea de los Ekthos está a un lado del río Shorm y al sur de la montaña de Efa.

Oz le había pedido al Trío Fénix hacer una misión que había quedado pendiente hace mucho tiempo y nadie en el gremio quería hacerla. La misión tomaba lugar en el territorio de Rhima, territorio cerca de la Arboleda de Gaia en donde se encontraba el gremio Manticora. Primero tenían que hablar con aldeanos que habitaran la zona de Rhima y averiguar cuál era la causa de sus desgracias y pobreza. Después de ir a varias aldeas, descubrieron que al noreste del mapa había una aldea de monstruos que saqueaban e invadían las aldeas de los humanos. El Trío Fénix se puso en marcha para acabar con la aldea de los ekthos, quienes eran los monstruos que saqueaban las aldeas cercanas a ellos. Los aldeanos describían a los ekthos como criaturas grandes de piel marrón y la mayoría de ellos no tenían cuello, "tenían dientes grandes como los de una vaca" había dicho un niño en una aldea que visitaron; curiosamente ese mismo niño tenía un diente de ektho colgado en el cuello; orejas que terminaban en dos puntas, eran gordos, pero la forma de su cuerpo era como la de una pera y solo tenían tres dedos en cada mano. De armadura sólo llevaban yelmos de acero, hombreras de soldados que habían matado antes y de arma utilizaban garrotes de madera, aunque algunos llevaban hachas.

-Pues ya hemos caminado mucho y no veo ningún rastro de ellos- a Lilith le molestaba tardarse en las misiones pues a ella solo le toma un par de segundos matar a una bestia-¿Qué te parece si Isabelle usa Ángel guardián para volar y mirar si estamos cerca de la aldea de los ekthos?

-Sabes, no me parce mala idea, ¿Qué dices tú Isabelle?

-Claro, no hay problema-. Isabelle usó Ángel guardián y unas alas aparecieron en su espalda. Isabelle solo podía dar tres aleteos antes de caer al suelo así que los tenía que aprovechar bien. Se impulsó y dio un gran salto para poder dar el primer aleteo, estaba a seis metros sobre el suelo, volvió a impulsarse en el aire y dio el segundo aleteo, ahora estaba trece metros sobre el suelo, podía dar el tercer aleteo, pero ya había visto que la aldea de los ekthos, estaba cerca de ellas cruzando un pequeño bosque. Extendió sus alas y bajó lentamente al suelo. Al aterrizar, voluntariamente, se quitó el estado de Ángel guardián para que la habilidad no tardase tanto tiempo en regenerarse y volver a utilizarlo contra los ekthos.

-No estamos muy lejos, si seguimos caminando en esta dirección y cruzamos ese bosque, nos encontraremos con esos monstruos.

-¿No quieres descansar para que tu Ángel guardián se regenere?- sugirió Mendryth.

-No hace falta, para cuando crucemos el bosque ya podre volver utilizar mi habilidad.

-Entonces vamos, ya quiero esa recompensa de setenta y cinco piezas de oro en nuestros bolsillos- Lilith ya se había adelantado y las otras dos chicas la siguieron.

Aunque el boque no era muy grande, era difícil de cruzar ya que muchos árboles estaban muy cerca el uno del otro y a veces las chicas tenían que rodearlos, en algunos casos tenían que romper algunas ramas que les impedían el paso, hasta que llegaron al final del bosque.

-Ahí están- Lilith observaba desde los árboles a unos ekthos que estaban asando a un ciervo en una hoguera y a otros comiendo sopa en cuencos de barro- ¿Usamos la estrategia de siempre?, ¿o se les ocurre otra cosa?

-¿Qué dices tú Isabelle?, ¿se te ocurre algo diferente?

A Isabelle le sorprendió que le preguntaran su opinión como si ella fuera la líder desde siempre, o como si estuvieran tratando de conseguir su confianza, pero de hecho, ella sí había pensado en otro plan-Bueno... Lilith que te parece si te subes a uno de estos árboles y empiezas a lanzar flechas desde arriba, dudo que ellos sepan escalar, y mientras que ellos intentan alcanzarte, Mendryth y yo los esperaremos aquí.

Secreto de NigromanteWhere stories live. Discover now