Después de un día enteró peleando, el grupo del gremio Manticora decidió pasar la noche en una de las muchas posadas de Kastlen, la posada de "La tía Greta". Cada uno durmió en una habitación diferente. Las habitaciones eran muy sencillas, solo había una cama, una alfombra amarilla gigante en medio de la habitación, un escritorio hecho con madera de arce, un perchero para la armadura, una cómoda junto a la cama, una ventana con cortinas amarillas, piso de madera, paredes de piedra y un mapa gigante hecho de pergamino que mostraba cada territorio en Utenm, estaba pegado en una pared cerca de la puerta. Era humilde y cálida, como una confortable cabaña en medio de un bosque helado y congelado.
Antes de dormir, Isabelle se había quitado su armadura y la había colocado en el perchero junto a la puerta de su habitación. Bajo la armadura, llevaba puesta la cota de malla mágica que le había regalado Oz, parecía estar hecha de diamantes blancos y dorados, debajo de la cota de malla, llevaba una camisa hecha de lino y un pantalón hecho del mismo material. En varias ocasiones, Oz y Lilith concordaban con que Isabelle debía dormir con un arma escondida bajo la almohada o junto a ella, por eso decidió dormir con su espada a su lado. Isabelle dejó abierta la ventana para que entrara el aire durante la noche, la luz morada de la luna entraba por la ventana y una brisa ondeaba las cortinas. Más allá de los edificios y casas, se podían ver algunas habitaciones con la luz encendida en el castillo de Kastlen. Isabelle miraba el castillo de Kastlen desde su ventana con la brisa ondeándole el cabello, durmió pensando en que al siguiente día conocería al rey, tenía varias preguntas que hacerle.
Al día siguiente, la luz del sol y el ruido de la gente que entraba por la ventana, despertó a Isabelle, así fue como supo que dormir con la ventana abierta en Kastlen, es como dormir con la ventana abierta en una metrópoli. Se quitó el cabello de la cara e intentó abrir los ojos, pero la luz del sol era cegadora y tuvo que levantarse a cerrar la ventana y las cortinas, al cerrar la ventana el ruido de afuera despareció. Estaba descalza y podía sentir el frió del piso. Se puso su calzado y enseguida fue al perchero a ponerse su armadura, desde los escarpes hasta el yelmo. Después, tomo su escudo y fue por su espada, se puso el escudo en la espalda y sujetó su espada a su cintura. Pasó varios minutos explorando el mapa de Utemn con sus ojos, luego salió de su habitación y bajo las escaleras para llegar a la planta baja de la posada.
La planta baja de la posada era una taberna. El piso estaba hecho de madera, la pared estaba hecha de piedra lisa, las mesas y sillas eran de madera de sauce. Enseguida de las escaleras, estaba la barra con sillas de madera y varios barriles de cerveza detrás. Una chimenea encendida estaba en el lado derecho de la taberna y frente a ella había varias sillas. Por cada dos mesas en la taberna, había un candelabro con velas encendidas colgando del techo. Algunas mesas estaban ocupadas por viajeros y mercenarios tomando cerveza y comiendo, una de las mesas más cercanas a la barra estaba ocupada por Lilith, Darkaxe, Mendryth y Bor. El grupo vio a Isabelle bajando las escaleras y la llamaron para que se sentara con ellos, estaban tomando cerveza en tarros de madera.
-<< ¿Tan temprano y ya están bebiendo?>>- le causaba algo de gracia y no pudo evitar esbozar una sonrisa, pero luego recordó que nadie tiene la necesidad de dormir en ese mundo. De hecho, recordó que el día anterior, solo ella subió a dormir y los demás se quedaron charlando en la mesa.
-¿Y qué tal el sueño?- preguntó Bor antes de dirigir el tarro de cerveza a su boca.
-Bien, aunque no estoy acostumbrada a dormir con una espada a mi lado- dijo con un tono de burla.
Darkaxe rió. -Y nosotros no estamos muy acostumbrados a dormir- añadió.
-Olvide por completo que ya no es necesario dormir- dijo Isabelle-¿Y ustedes?, ¿no durmieron?
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Secreto de Nigromante
FantasyLas cosas en este mundo como las conocemos cambiaron radicalmente. La ciudades se convirtieron en bosques, las fábricas en castillos, los parques en valles, los lagos en mares, las colinas en montañas, las aves en dragones, los peces en leviatanes...