Secreto de Nigromante

Cap. 4

Decenas de bárbaros, chamanes, magos, cazadores y clérigos estaban reunidos en el salón del trono en el castillo del gremio Manticora. Varios bárbaros demostraban su fuerza en competencias de vencidas. Los chamanes convivían bebiendo brebajes con hojas del "árbol de la vida". Los magos intercambiaban pergaminos que probablemente contenían nuevos y extraños hechizos. Los cazadores intercambiaban carteles de "Se Busca" y dinero. Los clérigos se encontraban charlando y riendo felizmente en una mesa a la izquierda del salón.

Oz se encontraba sentado en su trono hecho de huesos de humanos y demonios al final de la sala. Jake estaba parado a la derecha de Oz afilando su hacha con una piedra. Y Lilith, estaba recargada en el trono al lado izquierdo de Oz bebiendo vino en un cáliz de oro. Los tres contemplaban la gran cantidad de miembros que tenían en el gremio, la cara de Oz era la que mas orgullo mostraba.

-¿Y por qué quieres que se una al gremio ahora?- comentó Jake sin dejar de contemplar el filo de su hacha. Lilith dejó de tomar para escuchar.

-Entiéndelo, se lo debo.

Dejó de afilar su hacha y miró al nigromante molesto -Oz, por favor, apenas puede sostener su espada-.

-Jake, estoy seguro que esta vez será diferente- Oz levantó la vista y miró de izquierda a derecha la gigantesca sala del castillo hecha de grandes bloques de piedra, columnas cubiertas con enredaderas; con antorchas a sus lados; una larga alfombra morada que se extendía desde la entrada hasta el trono de huesos-.Y si les fallo, recuerda que eres el líder provisional y Lilith tu mano derecha.

-Pero ella no podrá- insistió Jake -. Ella no está hecha para...

-¡Jake!-interrumpió Lilith molesta para evitar una discusión-Oz es tu líder y debes respetarlo, además, recuerda que le debemos hasta la vida.

-A lo que me refiero es...- Jake quiso dar un argumento convincente, pero no se le ocurrió nada-. Tan solo considera el tipo de personas con quien estará aquí. Mira por allá- Señalo a dos bárbaros haciendo vencidas y rodeados de una multitud escandalosa apoyándolos-. Darkaxe y Bor, los hermanos bárbaros que tú mismo dices que nacieron en plena guerra y pasaron su vida peleando en los campos de batalla. O mira por allá- señalo a una esquina de la sala donde se encontraba recargado contra la pared un hombre cubierto con una túnica negra que solo dejaba ver sus brazos vendados-. Inka, "El hechicero de la luna", bueno, solo te recuerdo que él casi te mata. Ahora mira a lo que tenemos por allá- esta vez señalo a un chamán con un parche en su ojo que estaba riendo a carcajadas a causa de su ebriedad-. Ojo de fuego, el chamán que enfrentó solo a una docena de leones coraza de hierro siendo apenas nivel quince, y que al terminar la batalla tenía el estomago abierto y sus piernas rotas, así que tuvo que arrastrarse con las tripas de fuera hasta el pueblo más cercano, y cuando se recuperó, fue a matar a un dragón. Y por ultimo te tenemos a ti, "El amo de almas". ¿En serio quieres que ella este rodeada de gente como esta?

-Jake, ¿hace cuanto que no tenemos un duelo?- preguntó Oz dejando en claro que ignoró todo lo que le estaba contando.

-Desde que tu y yo nos conocimos, ¿porqué?

Alguien escuchó lo que estaba diciendo Oz y pasó la voz. La sala entera estaba murmurando y hubo un silencio total, todos miraban con atención al líder del gremio y a su mano derecha, Jake.

-Creo que ya es tiempo de otro duelo, mi amigo.- dijo Oz a Jake dedicándole una sonrisa.

-Está bien, pero antes de pelear contigo, quiero que me digas, ¿qué es lo que le debes?

Pareció que Oz ignoró completamente la pregunta, se levantó de su trono y tomó su espada.

-Te lo diré, después de la pelea Jake- dijo Oz mientras alzaba su espada al techo- ¡Que empiece el duelo!- su gritó se escuchó en todo el salón.