Cap. 32

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Oz e Isabelle.

El nigromante había invocado a un ejército de trescientos esqueletos para luchar contra el gremio Iluminados y había llamado a La sombra para montarla. Una lluvia de flechas cayó desde el cielo, pero los magos crearon un escudo mágico y nunca flecha daño a nadie. Los cazadores manticoras regresaron el ataque, pero los escudos de los paladines enemigos lo repelieron. Estando a varios metros de distancia, los paladines enemigos utilizaron Ángel Guardián y a todos les salieron alas consecutivamente, Isabelle esperó a estar más cerca para utilizar la misma habilidad. Los bárbaros manticoras saltaron hacia el ejército enemigo utilizando Guillotina. Los escudos de los paladines iluminados y los escudos del ejército de esqueletos chocaron.

Jake y Germain.

Ambos se habían convertido en dragones. Volaron sobre el ejército de Hijos del hacha y quemaron a cientos, hasta que varios magos y nigromantes comenzaron a lanzar ataques al cielo. Mientras que el ejército de las manticoras e hijos del hacha luchaban a muerte, se estaba librando una batalla entre los dragones y el mago más poderoso de Utenm, Inka.

El mago se había alzado en una columna gigante de roca, mientras seguía lanzando ataques hacia los dragones. Germain y Jake se posicionaron a sus lados y comenzaron a escupir fuego al mismo tiempo, pero el mago detuvo ambas llamaradas con un escudo mágico que con cada mano había conjurado. Inka utilizó uno de los rayos que estaban por caer de las nubes y lo dirigió hacia Jake, quien recibió el ataque y comenzó a caer en su forma humana. Germain voló lo más rápido que pudo y atrapó a Jake en su espalda. Jake sacó una pócima de vitalidad de su mochila y se la tomó. Germain se dio un giro y utilizó su cola para destruir la columna de roca sobre la que estaba Inka. Unas runas blancas se iluminaron en los brazos de Inka y el mago hizo una esfera de viento a su alrededor y comenzó a volar dentro de ella.

Los clérigos.

Cuatro barbaros habían aterrizado en el puente a escasos metros de ellos, pero los clérigos utilizaron sus báculos y los lanzaron fuera del puente y cayeron en el lago Rainbow.

Las personas que caían o tropezaban desafortunadamente en el lago Rainbow, eran transportadas al azar a algún territorio de Utenm.

-De dos en dos, utilicemos el Rayo Divino que nos enseño la clériga Mendryth- dijo el clérigo que estaba liderando el grupo de defensores del castillo.

Dos clérigos se posicionaron al frente, acumularon poder, extendieron sus brazos y comenzaron a lanzar un rayo de luz que pulverizaba a sus enemigos.

Rayo Divino era una habilidad que la mejor clériga del gremio, Mendryth, había inventado. La había utilizado en la guerra de territorios y los clérigos del gremio le pidieron que se las enseñara. Sin embargo, los clérigos del gremio no podían igualar el poder destructivo del Rayo Divino original. La habilidad drenaba la barra de maná. Mendryth podía controlar el ataque por mucho tiempo antes de que su barra de maná se acabara, pero a los clérigos les faltaba mucha práctica y solo podían lanzar el ataque cinco segundos antes de que se les terminara el maná.

Los cinco segundos pasaron y a los dos primeros clérigos se les terminó el maná. Retrocedieron y dejaron que otros dos clérigos continuaran atacando, mientras ellos se recuperaban y tomaban pociones de maná. Caían flechas y ataques mágicos, pero los clérigos que no estaban atacando protegían a los que estaban utilizando Rayo Divino.

Hicieron varias veces esa estrategia, hasta que estaban por terminar con el gremio enemigo. Habían matado a cientos, pero aun quedaban enemigos, Evelyn y Rose.

Oz e Isabelle.

Los barbaros habían atravesado las líenas enemigas y habían comenzado a matar a elfos y humanos. Oz rompió las líneas enemigas con La sombra y, junto a los barbaros, había comenzado a matar a los humanos y elfos.

Secreto de NigromanteWhere stories live. Discover now