Capítulo 21 "Un problema imprevisto"

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Maratón 2/3 💗

En una esquina de mi cama, mientras juego con Lizzy, veo a mi mamá caminando de un lado a otro de la habitación, mientras que refunfuña y gruñe cada vez que ve su moderno teléfono, no sé la causa de su molestia, pero sea lo que sea no le gusta mucho lo que sea que este leyendo en su teléfono. Sus pasos suenan fuertes, y sus manos se aprietan con tal fuerza al rededor del aparato que creo que esta a punto de romperlo.

Le lanzó una mirada de soslayo que obviamente no capta todo por estar concentrada en su iPhone. Hace más de 2 días que está así, de ansiosa y nerviosa, como si estuviera enojada con alguien. Y su actitud esta desde que fue a la junta de la banda de las que serán teloneras.

Ese mismo Jueves, después de que mi mamá se fue papá llamó a mi abuela Anne, para saber cómo estábamos ambas. Puesto que solamente nos íbamos a "quedar" 2 días en la casa de ella.
Ese mismo día llego tarde mamá, como a las 10 de la noche, junto con mis tías y mis primas gemelas —Alexa y Elizabeth —recuerdo que la oí decir que esos conciertos iban a hacer los más terribles para ella, y que ni loca lo iba a soportar tres días. No sabía a quienes o a quién se refería ella, pero al parecer no le agradaba mucho esa persona. Después de eso las tres subieron a dormir.

Hoy era sábado y eso implicaba que tenía que ir a la presentación de mamá, junto con Hari y las gemelas. Últimamente mi mamá miraba mucho su teléfono celular y acto seguido, refunfuñaba y lo aventaba algún lugar. Me sorprende que aún no lo haya roto después de quién sabe cuántos golpes.

—Mamá, ¿estás bien? —pregunté, mientras fruncia el ceño en dirección a ella.

—Si, amor. Sólo, estoy cansada eso es todo —explicó dándome una sonrisa forzada. Dios, los adultos son tan mentirosos.

—¿Segura?

—Segura —aseguró. —Ahora por qué no vas a vestirte ya para salir, princesa —sugiere, dándome esta vez, una sonrisa sincera . Asiento, y como puedo me levanto de la cama junto con Lizzy.

Salgo de la habitación de mamá, y me dirijo a mi cuarto, el cual  queda dos habitaciones después de la de mamá. Dejo a Lizzy en el centro de mi cama, y acto seguido busco mi ropa en mi closet, cosa que no es necesario,porque mi mamá dejo una mudada de ropa sobre mi cama.

A los 10 minutos después de cambiarme me encuentro enfrente de mi pequeño tocador con un cepillo en mano. Llevo más de 5 minutos intentando atar mi cabello en una coleta, pero se me hace difícil. Así que, rendida me voy al cuarto donde duerme Hari, cuando mamá está aquí. Salgo de mi habitación y emprendo un pequeño viaje por el pasillo rumbo a la habitación de mi hermano.

Llego a la puerta de Hari, le doy tres golpes a la puerta y cinco segundo después el abre la puerta.

—Hola pequeña A qué debo tu grata visita —pregunta haciéndome pasar a su cuarto.

Su cuarto es de un color azul marino, todo su cuarto esta lleno por uno que otro cartel de algún súper héroe, y su colcha de la cama es de color azul marino con cuadros negros.

Me siento en una esquina de la cama, y lo observó por unos pocos segundos, él ya está listo, esta vestido y su cabello ruloso esta alborotado como siempre, pero se ve lindo. Me encorvó hacia delante y rendida le enseño el cepillo que tengo en la mano. No me gusta que otras personas me ayuden a hacer algo, pero en este caso no puedo peinarme por mi sola.

—Oh, ya veo, pequeña. —dice, y me quita el cepillo que tengo en la mano —. Siéntate en esa silla —me señala una donde esta su escritorio.

Obedezco, y me siento en esa silla. En cuestión de pocos segundos, empieza a peinarme, él siempre fue el que me hizo ese favor de acomodarse mi cabello. Él siempre fue mi estilista personal y mi mejor hermano mayor, aunque sólo sea mi primo tengo un afecto muy especial por él.

Am I Dad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora