Am I Dad?

Capítulo 29 "Plan Fallido"

Mamá no ha dejado de regañarme, exactamente en media hora. Mis tías se encuentran calladas a un lado de mí, también siendo regañadas por ella. Mi mamá tiene el ceño fruncido, tiene los brazos cruzados y camina de un lado hacia el otro.

Va parlotenado, exclamando y regañando de un lado a otro, no puedo evitar sentirme mal. Nunca pensé que se iba a enterar, aunque era de suponerse que iba a pasar tarde o temprano. Es más, hoy en la mañana el último lugar en dónde me imagiba despertar, era en mi habitación.

Al principio pensé que era un sueño, y que a lo mejor seguía dormida en mi habitación provicional en la casa de mi papá. Pero, cuando mi mamá entró por la puerta de la habitación, todas las esperanzas que mantenía albergadas se esfumaron, cuál vapor en la mano.

Todo en cuestión de segundos se esfumó. De la noche a la mañana ya no tenía a mi papá, ni al tío Louis, ni a los tíos Niall y Liam, aunque bueno... A ellos los veía por mis tías.

Mamá está enojada, lo sé por la forma en la que mira a mis tías. Dragones y chispas se ven en sus ojos. ¡Rayos y centellas!.

La sala esta sumergida en un ambiente totalmente pesado. Tanto que quiero convertirme e una hormiga.

—¡Esto es una irresponsabilidad por parte de ustedes! —dice mi mamá —¡¿Cómo rayos se les ocurre?!

Mis tías solamente se limitan a mirarse entre ellas.

—No exageres, ____. No es para tanto... —dijo la tía Summer.

-—No es para tanto!... —ríe sarcasticamente mi mamá — ¡Hayley estuvo dos meses y medio con Harry, y yo no sabía nada!

Por acto reflejo sobre encojo en el sillón en el que estamos sentadas las tres.

—¡Ella tenía derecho! ¡Tú se lo negaste, tanto a Harry cómo a Hay! —espeta la tía Sum.

Y de pronto... El ambiente es denso y asfixiante.

—Sum ya... —la tía Lucero es interrumpida.

—¡Ustedes más que nadien saben que lo intente!

—¡Pues no lo intentaste lo suficiente!

Una batalla épica se descenlaza en el centro de la sala de estar. Ambas tienen en sus ojos ese brillo, que no sé qué es.

—Sum basta... —el tono de la tía Lucí era de advertencia.

—¿¡Qué no lo intente lo suficiente!? ¡No me jodas Summer!

Mis manos van directamente a mis oídos por inercia. Odio las malas palabras.

Esto parece una bomba de tiempo a punto de estallar.

—Es la verdad, si al menos hubieras...

Las palabras de la tía Summer sonaban ahogadas, debido a la presión ejercida por mis palmas en mis oídos.

—Haber... ¡Ya basta las dos!. Aquí nadie tiene la culpa. Todos cometimos errores sí, pero lo hicimos por lo que creíamos correcto —dijo Lucero. —Además, están asustando a la niña.

Para ese entonces ya tenía los brazos de mi tía rodenadome, en un abrazo lleno de seguridad. Fue entonces cuando me di cuenta que tenía los ojos cerrados con fuerza.

Mamá suspiro y se acerco a mí. Arrodillandose para quedar a mi altura.

—Hay, cielo —llamó mi mamá — Abre lo ojos por favor, pequeña.

Quite mis pequeñas manos de mis oídos, y abrí los ojos lentamente. La miré.

—¿Estás molesta conmigo, mami?