CAPITULO 5...

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  Capítulo No5:

- Es un idiota – Dije en un tono que nadie podría escuchar. Estaba molesta, ahora sí que lo estaba.

*Flashback*

- ¿Estás saliendo con Finnick y también con él? – Le pregunté amenazadoramente a Cashmere.
Aunque era obvia su respuesta ya que fuera del centro comercial intercambiaba saliva con un chico que precisamente no era mi castaño.
- Yo... Ehmmm... - Pronunció mi nombre entre tartamudeos, su nerviosismo la delataba.
- Das asco – Dije con cara de repulsión – Finnick te quiere de una manera que ni en un millón de años te imaginarías y ¿No tienes mejor idea que hacerle esto? -
- Cierra la boca, eres la menos indicada para hablar – Se armó de valor – Muchas cosas se dicen de ti -
Me acerqué peligrosamente hacia ella después de que haya pronunciado esas palabras, mis ganas de arrancarle las extensiones eran innumerables.
- Muchos dicen haberte visto pasar por sus camas – Siguió, ella sabía que era más que falso.
- Escucha, habla e inventa todo lo que quieras pero si te acercas a Finnick va a ser para comentarle lo sucedido con ese idiota – Moví mi cabeza para indicar al tipo que intimado esperaba a su lado – Sino yo misma me encargo de tí – La miré fijamente – Y sabes que no es un juego -

  *Fin de Flashback*


- Yo no soy la que está tirando quince años de amistad a la basura – Dije segura mientras caminaba de regreso al baño.
Dejé caer mi ropa en el piso de la ya húmeda habitación, para poder entrar en la ducha. Dejé que los chorros de agua se llevaran cualquier rastro de sudor y estrés de mi cuerpo. Estuve dentro por un buen rato. Hasta que creía que ya era hora de salir al ver qué tan arrugados estaban mis dedos.
Rodeé mi cuerpo en mi toalla correspondiente para después anudar una en mi cabello para lograr que se secara rápidamente.
Abrí mi armario pero antes giré mi mirada hacia el reloj que se encontraba en la mesa de noche. Este indicaba que eran las siete y diez, aún tenía veinte minutos para llegar al partido. Mi mente, orgullosa gritó: "No necesito a Finnick, no necesito a nadie".
Volví mi mirada hacia el armario y saqué la camiseta del equipo. Era de los colores negro y blanco. La giré para ver el gran número 17 "G. Hawthorne".
- Creo que no podré usarla más – Dije al mismo tiempo que la dejaba caer al piso.

  Ya vestida, acomodé mi cabello, lo deje suelto dejando libres las ondas de este. El maquillaje, como siempre, ligero, solo que agregué un poco más de delineador negro, ricé mis pestañas y me coloqué un poco de brillo labial. Miré el reloj, siete y veinticinco.
– Wow, tiempo record – Pensé.
Tomé un nuevo bolso y coloqué dentro de él todas las cosas esenciales. Bajé con ligeros brincos las escaleras, llegué a la cocina y le avisé a las señoras que ayudaban a mi madre con la limpieza que saldría. De todos modos le dejaría un recado (como siempre) a mi madre para avisarle que salí.
Ahora si tomé las llaves de mi auto y salí por la puerta principal. Caminé hacia afuera y me encontré con Finnick recargado sobre su auto, estaba cruzado de brazos y miraba hacia el piso.
Ignoré su presencia y caminé hacia mi auto, que se encontraba hacia el lado contrario de la calle.
- Lo siento – Escuché detrás de mí mientras abría la puerta de mi auto – No quise decir eso – Mi estómago se estrujó al escucharlo.
Era la persona que más apreciaba en el mundo, la única que me hacía sentir querida, solo él y que me haya hablado de ese modo me había herido enormemente.
- Pero lo hiciste – Volteé a verlo – Sabes lo importante que eres para mí y lo mucho que duele que tu me digas algo así – Me decidí a no derramar ni una lágrima.

  - Si, lo sé – Dijo apenado – Discúlpame, es que ella en realidad me importa – Su mirada no reflejaba otra cosa que no fuera verdad.
- No te preocupes más, ya te lo había dicho, yo en tu vida no me meteré nunca más... - Subí al auto y cerré la puerta. Fugazmente lo encendí y partí.
Nunca me había molestado tanto de ese modo con él, como todos los "amigos" habíamos tenido discusiones pero nunca llegaban al grado de hacerme llorar.

Llegué al estacionamiento del campus. Moví el retrovisor para poder verme, saqué el maquillaje de mi bolso para desaparecer todo rastro de lágrimas. Volví a delinear mis ojos ya que se había corrido un poco. Ya lista suspiré profundamente y bajé del auto.
Caminaba hacia el estadio donde sería el partido, la fuerte música de la banda se escuchaba al igual que la mezcla de gritos. Entré y estaba completamente lleno, seguro estaba por comenzar.
Miré hacia las gradas para lograr localizar algún lugar libre, hasta que ví a un grupo de chicos que me hacían señas y me llamaban, los amigos de Finnick.
Reí y subí las escaleras para llegar hacia donde estaban ellos.
- Hey ¿Y Finnick? – Me preguntó Marvel mientras se movían para hacerme un lugar.
- No lo sé – Contesté como si nada.
- Iba a salir con la chica nueva ¿Verdad? – Le dijo Tobias, un simpático castaño con ojos marrones.

- Ah, cierto – Pareció recordar.

  - Oye ¿Y tu camiseta del equipo? – Preguntó un rubio tirando levemente del hombro de mi remera.
- Jace, no fastidies – Le dijo Tobias mientras yo solo reía.
- Ya no la quiero – Reí – Tal vez se la regale a Glimmer – Todos soltaron una carcajada.

El partido estaba por comenzar, las porristas lideradas por Glimmer iniciaron con sus cantos de apoyo, en cuestión de minutos todo el equipo salió corriendo de los vestidores a la cancha.
- ¿Nuevo número? – Pregunté - ¿Quién es el treinta y tres? – Desde hacía tres meses que no me había perdido ni un solo juego y no recuerdo un treinta y tres.
- Es Mellark, recién entró al equipo – Me informó Marvel.
- ¿Mellark? – Pregunté.
- Si... Peeta Mellark – Confirmó – El tipo rudo, ese – Soltó una carcajada.
- Ah... -
- Dicen que es muy buen jugador, que hay posibilidades de que destrone a... a... Hawthorne – Dijo algo inseguro de mencionar su nombre, solo reí.

- Ojalá lo logre – Dirigí mi mirada hacia el campo donde todos estaban tomando sus posiciones.

  Todos permanecían en "silencio" ya que esperaban el inicio del partido cuando se escuchó un chillante grito: "VAMOS GALE", solté una carcajada y puse mis manos alrededor de mi boca para formar un altavoz con estas y gritar lo más fuerte que pude...

- ¡SAQUEN A HAWTHORNE! -
Las fuertes carcajadas no se hicieron esperar, yo solo me volteé para fingir que estaba hablando con Tobias ya que todos voltearon hacia nosotros, mientras que los cuatro intentábamos resistirnos las risas.
Regresé mi mirada hacia la cancha y logré ver la fulminante mirada de Gale, era más que obvio que se daría cuenta de quién había sido, de todos modos me daba lo mismo.
Una vez que todas las miradas regresaron al campo, no pudimos evitarlo, todos soltamos las carcajadas que tanto tratábamos de retener. Oí que Tobias estaba mencionando mi nombre en susurro, lo miré.
- Eso se escuchó hasta un kilómetro de distancia – Terminó.
- Ese era el punto – Sonreí satisfecha.
- Deberías ser porrista – Agregó Jace muy seguro.
- ¿Sabes? No es una mala idea – Dije divertida. Eso me ayudaría a acercarme más a "Mellark".
- ¿Enserio? – Preguntó incrédulo - ¿Si lo harías? -
- ¿Por qué no? -

 El partido finalizó y como era de esperarse nuestro equipo ganó. Marvel tenía razón, Mellark era un muy buen jugador. Gale no podía distraerse mucho porque le podría quitar el lugar de capitán. 

Caminamos hacia la salida, era muy divertido estar con ellos. En especial las tonterías que decía y hacía Jace.
- Los alcanzo afuera – Dije – Iré por una botella de agua – Les avisé y solo escuché un "si" en coro como respuesta.
Caminé hacia la tienda que se encontraba entre dos de las gradas, compré una botella de agua mineral y caminé hacia la salida donde me deberían estar esperando.
- Chicos, creo que ya me iré a casa... - Dije en cuento llegué con ellos.
Marvel volteó hacia mí haciéndose a un lado y me dejó ver a Finnick acompañado por una chica. Tengo que aceptarlo, era linda. Su cabello era oscuro, y un tanto ondulado y largo, muy largo. Tenía bonitas facciones, sus ojos de color aceituna y cejas delgadas, supongo, debido a la mala iluminación del lugar no podía distinguir bien. Todos permanecían en silencio.
- Hola, soy Annie – Dijo con una enorme sonrisa mientras extendía su mano hacia mí. Volteé a ver a Finnick quien miraba esperando mi reacción.

- Que alegría – Le contesté sarcásticamente, le saqué la vuelta y caminé hacia donde estaba mi auto...

 •Queen_corse•


"Narcissistic"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora