CAPITULO 45...

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  Capítulo No45:

El juego comenzó y todos corrieron a ocultarse así que también lo hice.
El primero en caer fue Cato que tal y como Gloss había dicho, Peeta se vengaría en el juego. Salió del campo y parecía que le caía una lluvia de pintura. El suelo comenzó a parecer una pintura abstracta hecha con amarillo, naranja, rosa, celeste y verde que al mismo tiempo se mezclaban y hacían nuevos colores.
- ¡Perderán! – Gritó Peeta mientras corría entre las ramas ocultándose.
- Con esa niñita no lograrán nada!! -
¡Estúpida! ¿Se refería a mí? Me puse de pie, estaba molesta. Me oculté detrás de un tronco y asomé mi cabeza. Logré ver la mitad del cuerpo de Clove y también la espalda de Johanna, estaban a solo unos metros de distancia una de la otra ¿A quién primero? Debía actuar rápido antes de que cambiaran de lugar.
- Seguro ni cargar el arma puede, tal vez se le rompa una uña – Solo escuché un "¿Por qué no te callas?" de parte de Peeta, estaba molesto también pero seguido de eso, detoné el arma cinco veces. Las cinco balas cayeron sobre Johanna dejándola fuera del juego.
- ¿Pero qué? – Gritó volteando a todas partes tratando de encontrar de dónde habían venido los tiros – ¿Tan rápido? – Caminó con fastidio hacia la reja donde Cato veía el juego. Llegó y se sentó al lado de este.
- Buena esa Gloss, ni siquiera lo había visto – Escuché a Peeta a lo lejos.
- Yo no fui – Contestó riendo – Ha sido tu novia, que forma de tirar ¿eh? -
- Gracias – Contesté ocultándome de nuevo. Ahora solo quedaba Clove y me aseguraría de acabarme los tiros con ella.
El siguiente en irse fue Gloss, quien con un descuido una bala verde dio en su careta.
Iban cerca de veinte minutos de juego y quedamos solo tres. Peeta corría atravesando el campo y justo a un tronco a ella se le ocurrió ponerse en su camino haciéndolo caer en el lodo. Más de diez balas dieron en su espalda, estaba fuera.
- Vamos Barbie, sal ahora – Esto ya era el colmo, había sido paciente pero ya no más – Vaya, no eres tan... – Me puse de pié y salí.
- Mira, córtala ahora mismo – Lancé el arma al piso – No sé quién mierdas te creas para estar jodiéndome, pero tengo un límite – Hablé a la nada, ya que no salía.
Peeta me llamó.
- ¿Viste? – Seguí hablando con la nada – La "Florecita de campo"... – Dije uno de los otros apodos que me había puesto durante el juego – Resultó tener más pantalones que tú, abres y abres la boca pero cuando te toca dar la cara, no eres capaz – Peeta se puso la careta y entró, mientras que por el otro lado escuché que dejaba caer el arma.
- ¿Muchos pantalones, hueca? Te los voy a sacar a golpes – Caminó rápidamente hacia mí y no me moví ni un centímetro.
- Dale... quiero ver si puedes – Le dije frente a frente.
- Aléjala de mí sino quieres que le reconstruya su carita – Se dio la media vuelta para caminar hacia la salida.
- Suéltame – Hice a un lado a Peeta y me di la media vuelta y me agaché para tomar el arma. Uno, dos, tres, cuatro, cinco tiros... Tres en la espalda y dos en la careta.
- Ganamos – Dije al momento de que la castaña volteaba a verme con su rabiosa mirada. Y de fondo se escuchó un victorioso grito de Gloss. "Clove" corrió seguramente por su arma al igual que Peeta, de pronto ya no era una lucha por equipos, era un todos contra todos.

- Gané ¿Viste? – Le presumí pasando mis manos por su cuello.
- Me sorprendiste – Confesó acercándose aún más a mí. Su rostro estaba todo manchado y seguramente el mío también.
- Te ves lindo de naranja – Dije riendo.
- Y tu de verde -
No me dejó decirle nada más ya que atrapó mis labios en un perfecto beso. Que a pesar del amargo sabor de la pintura era uno de los mejores besos de mi vida.
- Me encantas ¿Oíste? Me encantas – Dijo entre besos y fue ahí donde me sentí la peor persona del mundo...  


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