CAPITULO 18...

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  Capítulo No18:

- ¿Por qué tan lejos? – Pregunté divertida – No muerdo – Tomé un bolígrafo de mi bolsa –...A menos que quieras -
Volteé a verlo y una pequeña sonrisa comenzaba a asomarse en su rostro, pero al sentir mi mirada la desapareció.
- Oh, vamos – Alargué riendo – Sé que quieres reírte – Solo negó con la cabeza sin despegar la mirada de las hojas – Te vuelvo loco, lo sé – Dije entre risas.
- ¿Por qué no dejas de decir estupideces y comienzas a responder las hojas? – Al menos no lo negó, puede ser una estupidez cierta.

Comencé a contestar pregunta por pregunta de la inútil guía, lo que no entendía era el para qué darnos a responder una guía si no tendremos el examen final. Lo que sea, hoja que respondía la ponía entre Peeta y yo.
- Si no sabes las respuestas búscalas en el libro – Habló nuevamente sin voltear a verme, tal vez creía que las hojas que dejaba entre nosotros eran porque no las sabía.
- ¿Quién dice que no las sé? – Pregunté girándome hacia él.
Levantó su mirada y tomó todas las hojas contestadas con tinta rosa.
- Ya te lo dije Peeta – Me miró – Soy más inteligente de lo que crees -
- ¿Inteligente? – Soltó una carcajada.
- Así es – Sonreí orgullosa.
- No lo creo – Puso los ojos en blanco para luego regresarlos a la guía.
- Es que tu no entiendes Peeta – Reí – Te lo demuestro constantemente – Quité las hojas del sillón y las puse en la mesa del centro de la sala – Y soy tan lista... - Alargué – que me he dado cuenta de algo – Él solo sonrió y volteó su mirada hacia mí.
- ¿De qué? – Preguntó divertido.
- De que te encanto – Poniéndome de rodillas en el sillón comencé a avanzar la corta distancia que había entre nosotros – De que te vuelvo loco... -
Su rostro estaba neutro, sin sonrisa, sin el ceño fruncido, sin los ojos desorbitados, simplemente neutro.
- De que muy dentro de esa "rudeza" que demuestras, esa roca que pretendes ser, dentro hay sentimientos – Enfaticé la última palabra.
- ¿Ah sí? – Preguntó con ironía - ¿Qué te hace pensar eso? – Puso sus manos en su nuca.
- ¿Qué me hace pensar eso? – Sonreí y lo tomé de los hombros – Tú – Me senté en sus piernas poniendo las mias a sus costados.
Sacó sus manos y las puso sobre mi cintura para alejarme pero ante un movimiento que hizo quedamos recostados en el sillón, más bien, yo recostada con él sobre mí.
- Tus reacciones me hacen pensar eso – Pasé mis brazos por su cuello formando una cadena, evitando que se alejara – Te gusto Peeta – Me atreví a asegurar.

Su mirada iba de mis labios a mis ojos, lo que daría por saber qué era lo que pasaba por su mente. Tal vez había dado en el punto, tal vez si le gustaba.
Eran escasos los centímetros que nos separaban, podía sentir su cálida respiración mezclarse con la mía, con su brazo izquierdo sostenía su peso, levantó su mano derecha y la acercó a mi rostro y con una suma delicadeza corrió un mechón de cabello que estaba sobre mi frente acomodándolo detrás de mi oreja. Dejó su mano en mi cabello y lentamente acortó la distancia entre nosotros. Uniendo nuestros labios de la manera más perfecta posible. Por primera vez me besaba "tiernamente".
Sus labios se rosaban tan dulcemente con los míos, era completamente increíble, era tan diferente a los besos anteriores. Todos habían sido fantásticos y claramente este no había sido la excepción. "¿Fantásticos?". Comenzó a subir un poco la intensidad bajando por mi cuello, por reflejo poco a poco mis ojos se cerraron, disfrutando del placer que Peeta se encargaba de producir en mí.
Al sentir su húmeda lengua rosar mi piel, produjo cosas inexplicables en mi interior, algo que jamás había sentido y para ser sincera, me encantaba.

- ¿Así que crees que me gustas? – Su mano derecha, la que anteriormente se encontraba en mi cuello, bajó hasta mi pierna, en la cual comenzó a brindar aniquilantes caricias.
Hice un sonido con la garganta como diciendo "Si".
- Que estos "encuentros"... – Incó sus labios en mi piel haciéndome soltar un gemido inconsciente – Son porque estoy "enamorado" – Hizo un estúpido tono al decir esta última palabra.
- Yo nunca dije eso – Dije aturdida y su mano en mi pierna comenzó a deslizarse hasta llegar a mi trasero – Pero ahora que lo dices – Mordí su labio inferior – Puede que si lo estés – Soltó una amarga carcajada sin dejar su accionar de besarme y acariciarme.
- Creo que te equivocas – Bajó nuevamente a mi cuello para luego regresar dejando un camino de besos por el margen de mi mandíbula – Puede ser que solo quiera acostarme contigo y adiós – Susurró en mi oído.
Esta vez fui yo la que soltó una carcajada.
- Puede que sea que entre más te rechace más me deseas tu a mí – Dijo serenamente.
Ok, lo que él estaba haciendo era voltear la jugada. Él no debía jugar conmigo.
- Pero no, en realidad te detesto – Sentí sus manos en mi clavícula, haciendo figuras abstractas con las yemas de los dedos.
- Entonces acabas de descartar todas mis opciones – Sonreí sin abrir los ojos – Así que queda "Solo por sexo".
- Tal vez – Dijo con una pícara sonrisa.
- No lo creo – Contesté segura conectando nuestras miradas.
- ¿Ah no? – Preguntó retóricamente.
- No -
- ¿Y por qué no? – Regresó a mi cuello tratando de aturdirme nuevamente.
¡Aplausos para él! Lo estaba logrando.
- Porque tú no eres así – Aseveré y este saco su rostro de mi cuello para verme a los ojos.
- Tú no sabes nada sobre mí – Afirmó serio.
- Estas equivocado lindo – Acaricié dulcemente su mejilla – No creas que eres el único que puede juzgar sin conocer – Sonreí victoriosa.
- ¿Entonces no crees que sea así? – Separó bruscamente mis piernas acomodándose entre ellas.
- ¿Qué vas a hacer? – Hice una cara de terror - ¿Violarme? – Pregunté y reí por lo bajo.
- No se llama violación si tú estás de acuerdo -
- ¿Qué estas queriendo decir Mellark? – Levanté una de mis cejas - ¿Qué yo quiero acostarme contigo? – Comencé a reir – Por favor – Dije irónica – Si yo quisiera acostarme contigo – Cambié mi tono a uno más frio – Ya lo hubiera hecho hace mucho tiempo -
Atrapé si labio inferior, desatando un sensual beso y justo cuando comenzó a seguirme, corrí mi rostro.
- Te detesto – Me dijo con asco.
- Yo más -
Nuevamente me aproximé a sus labios y esta vez fue él quien se hizo a un lado y se puso de pie.
- ¿Lo vez? – Rápidamente me paré igual que él y lo abracé por la espalda – Eres un tierno – Comencé a reír y noté como él también quería – Mira – Le dije rodeándolo – Vamos a llevarnos bien – Me paré frente a él.
- ¿Qué parte de "No me interesa convivir contigo" no entiendes? – Dijo con fastidio.
- Entiendo la frase – Sonreí – Pero sé que no lo dices en verdad – Moví mi dedo índice alrededor de su nariz como tratando de hacerlo reír – Y sé que muy, muy pero muy adentro – Me puse en la punta de los pies – Quieres "convivir" conmigo -
- Mira cómo me rio ¡Já! – Dijo sarcástico.
- Oh, vamos Peeta – Curvé mi labio inferior hacia afuera haciendo una mueca de tristeza – Hasta me compré unas botas de tu estilo – Miré hacia abajo viendo las anti-yo botas negras.
- Pero yo no soy superficial como tú – Enfatizó superficial.
- Bueno, entonces por qué no me dejas conocerte e intentar conocerme – Sonreí de oreja a oreja.
- Ya te lo dije... -
- "No me interesa convivir contigo" – Lo interrumpí, terminando la oración que seguramente diría...  

  •Queen_corse• 

Perdón por la tardanza , pero tuve unos asuntos personales y no podía subir otro capitulo pero aquí esta el capitulo 18 ... Sigan me en mi instagram  como xxsarah.gsxx 

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