Capítulo No11:
Me desperté ya con más ánimos, el dolor de mis piernas ya no era tan intenso como el de ayer, así que ahora sí. "Glamour ven a mí" () Dejé mi cabello como lo usaba siempre, unas leves ondas al final de este y no exageré con el maquillaje, máscara y rubor.
Una vez de haber llegado al instituto caminaba con suma seguridad por los pasillos, atrayendo miradas al por mayor. Adoraba tanto esto.
Localicé a Peeta, sacaba unos cuantos libros de su casillero. "Debería ser contra la ley que use ese tipo de pantalones" Pensé debido a la masacre de hormonas que causaba en mi interior. Haciendo énfasis también a una camiseta roja en cuello "v" que estaba usando, creaba una revolución en mí. Pero, como costumbre, su cara de amargado estaba intacta.
- ¿Qué decidiste "Am"? – Le susurré en el oído por detrás, haciéndolo voltear bruscamente.
- Primero, aléjate – Me hizo a un lado – Y segundo ¿Por qué me dices "Am"? – Preguntó haciendo una cara de desentendido.
- Am... ya sabes, por amargado – Solté una pequeña risa. - Mira – Dijo ya con fastidio – Ya es bastante difícil tener que soportarte, así que trata de guardarte tus estúpidas bromas – Cerró de un fuerte golpe su casillero.- Trataré – Dije sonriente - ¿Entonces? – Pregunté caminando detrás de él con ligeros pasos - ¿Tu casa o mi casa? -
- Tendrá que ser la mía – Dijo de mala gana sin voltear a verme.
- Perfecto – Canturreé y entré a mi siguiente clase.
Las clases pasaron muy rápido, como siempre las estupideces de Finnick me ayudaban a distraerme y hacerme un poco más divertidas las horas con esos profesores mediocres.
- ¿De verdad te llevará a su casa? – Preguntó Finnick.
- Si, solo para hacer la inútil guía de física – Le expliqué – El chico sigue resistiéndose a mis encantos – Ambos reímos.
- Te lo dije – Sonrió victorioso – Es mejor que te rindas, pequeña amiga -
- Mira Odair, en cuanto menos te lo esperes – Lo señalé – Lo voy a traer detrás de mí – Sonreí.
Fui una de las últimas personas en salir de última clase, Literatura, reuní pacientemente todas mis cosas. La verdad no tenía ninguna prisa, además con suerte haría enojar a Peeta. Me encanta hacerlo.
Al salir del salón, me dirigí a mi casillero y dejé la mayoría de los libros en él, afortunadamente no habían dejado tanta tarea, solo unos cuantos problemas de matemáticas, leer y resumir algunas páginas de otras materias. Caminaba a la salida del edificio y no lograba ver a Peeta. "Más te vale que no te hayas ido Mellark..." Pensé mientras lo buscaba con la mirada en el campus.- Tú no te preocupes que tenemos todo el día – Una sarcástica voz me sacó de mis pensamientos.
- Te estaba buscando – Le dije sonriente.
- Si, como sea – Rodó los ojos y comenzó a caminar – Sígueme – Me indicó mientras se subía a su motocicleta.
"Dios mio, lo que tiene de amargado, lo tiene de sexy" Ese era el único pensamiento que se me vino a la cabeza mientras lo veía. Sacudí levemente mi cabeza para poder salir de este.
- S... Si – Contesté y caminé hacia mi auto.
Tiré mi bolsa en el asiento trasero. No fue muy largo el trayecto, solo tenía algo de dificultad al tratar de seguir la alta velocidad con la que conducía Peeta.
De pronto él se subió a la acera, estacionando su motocicleta ahí, aunque no parecía una casa, seguramente sería su trabajo. Me estacioné y bajé no muy segura.- Espérame – Me dijo antes de entrar a una enorme tienda de música, pero de todos modos entré detrás de él.
- ¡Peeta! – Un rubio detrás del mostrador lo saludó al mismo tiempo que estrechaban fuertemente sus manos - ¡Wow! ¿Y tú eres? – Le sacó la vuelta a Peeta acercándose hacia mí.
- Nadie, no es nadie – Peeta lo tomó del cuello de su sudadera y lo regresó al mostrador –Concéntrate en tu trabajo – Le ordenó.
- ¡Peeta qué bueno que viniste! – Una castaña bajaba las escaleras con ambas manos ocupadas por dos cajas – Llamó Johanna... - Su mirada se quedó fija en mí, analizándome de pies a cabeza.
Su cabello largo y oscuro, levemente desordenado, jeans desgastados, converses viejos y maltratados. No me extrañaría que fuera la... novia de Peeta.
- ¿Qué dijo Johanna? – Preguntó Peeta con cara de desespero.
- Que... que no podría pasar por Mia ni por el pequeño – Dejó las cajas en el piso revelando que ambas estaban llenas de vinilos.
- Pero... ¿Por qué? – El desespero aumentaba.
- Su auto... – Dijo haciendo una seña con sus manos como de explosión y junto con el rubio rieron.
- No puede ser – Dijo Mellark mirando el reloj de su mano – Me va a matar – Dijo caminando rápidamente hacia la puerta – Espérame aquí – Me indicó.
- Si, aquí espéralo – Sonrió el rubio cuyo nombre desconocía mientras que era aniquilado con la mirada de la castaña.
- Peeta pero... – Hablé y regresó.- No – Tomó su cabello entre sus manos – No puedo ir en la motocicleta por ella – Regresó al mostrador – Dame tu auto – Le dijo al chico quien asintió con la cabeza y se agachó.
- Aquí tienes – Sacó sonriente una patineta.
- Cato – Le dijo fulminantemente.
Según lo que entendía la castaña no era su novia, y la tal "Mia" era muy importante, así que seguramente que ella si sería la... novia.
- Lo siento Peeta, en esto vine – Sonrió.
- ¿Clove? – Se dirigió a la chica.
- Caminé – Sonriente subió los hombros.
- ¿Pero qué carajo? ¡Siempre está el estacionamiento lleno por sus autos! – Dijo alterado y yo solo me limité a agitar las llaves de mi lujoso auto.
Se dio la media vuelta para verme y le sonreí. Acortó nuestra distancia con aproximadamente cinco pasos.
- Nunca te pediría algo a ti – Susurró en mi oído para después salir de la tienda.
Le gustaba sufrir ¿No? Salí detrás de él, después de escuchar un "Nos vemos" del tal Cato.
- Sabes... - Le dije por la espalda, gracias a la altura de los zapatos, alcanzaba con precisión su oído – Hieres mis sentimientos – Lo rodeé poniéndome frente a él.
- ¿Enserio? – Levantó una de sus naturalmente bien definidas cejas. Acortaba lentamente la distancia entre ambos mientras dejaba mis llaves en uno de los bolsillos de su chaqueta.
- No – Solté una pequeña risa y me di vuelta para caminar hacia mi auto. Solo que esta vez subí al asiento del copiloto – Al parecer si aceptaste mi ayuda... – Dije sonriente cuando Peeta subió al auto.- No, solo subí y tomé tu auto – Aclaró.
- ¿Entonces viene siendo un robo? – Pregunté mientras miraba su perfecto perfil.
- Exacto – Afirmó...•Queen_corse•
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"Narcissistic"
ФанфикSinopsis: "Es un idiota. Como se atreve a hacerme esto? No. Pero esto no se va a quedar asi, juro que me las pagará. Prometo vengarme de la manera mas perversa que existe. Es el primero y será el único que me hace esto. Nadie se atreve hacerme algo...