CAPITULO 42...

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  Capítulo No42:

- Por lo que veo aquí ustedes dos son los protagonistas de esto – Suspiró acomodando su saco y se sentó en su silla giratoria – Tienen cinco minutos para explicar lo sucedido o los tres se van suspendidos por un mes - ¡Alto! ¿Dijo los tres?
- Este tiene la culpa – Dijeron ambos al unísono.
- ¡YA BASTA! – Les grite – Los dos se callan ahora – Ordené y pararon de hablar en seco – Gale fue a sacarnos de clase junto con Glimmer y los demás jugadores y porristas que habían sacado de clases solo para decirnos algo sobre el partido del próximo miércoles, Peeta les reclamó por sacarnos de clase solo para decirnos eso pudiendo esperar para hacerlo en el descanso, Gale se entrometió en cosas que no debió, Peeta se molestó y yo lo llamé pero Gale me ofendió y Peeta me defendió, eso fue todo – Expliqué rápidamente.
- Tomaré tu explicación como única y verdadera – Sacó un legajo de uno de los cajones del escritorio – Es una tontería – Remarcó – Que hagan lio como este por algo sin importancia – Negó presionando su pluma que anteriormente estaba en el bolsillo de su saco – Puede irse a clases ya -
Me puse de pie y salí de la oficina.

Había sido la pelea más estúpida que podía existir, esto parecía más bien un pretexto de Peeta para poder golpear a Gale.
- ¿Puedo pasar? – Pregunté y todas las miradas se enfocaron en mí, como de costumbre.
- ¿Dónde estaba señorita? – Preguntó la profesora de matemática.
- En la dirección – Expliqué y me dejó entrar. Todos intercambiaban miradas cómplices y se secreteaban.

- Hola – Levanté mi mirada y era Peeta quien se sentaba frente a mí.
- Hola – Contesté seria mientras seguía haciendo dibujos invisibles en la mesa de la cafetería – ¿Cómo te ha ido con el director? – Pregunté entrelazando mis manos poniendo mi cabeza sobre estas.
- Suspendido por una semana – Sonrió como si no le importara en lo más mínimo.
- Eres un idiota, Mellark – Le dije golpeando su brazo.
- Oye – Alargó - ¿Por qué? ¿Por defenderte? – Preguntó molesto.
- Si, no debiste hacerlo – Fruncí el ceño – Si lo hubieras ignorado como yo te dije, esto y esto... – Señalé sus golpes en el labio y en su pómulo izquierdo – No hubiera pasado – Soltó una carcajada.
- Si él no hubiera abierto la boca, no hubiera pasado esto, esto y eso – Señaló sus golpes para después señalar donde estaba Gale igual con golpes en el rostro y que seguramente no serán los únicos ya que lo había envestido dos veces y las dos veces su rostro chocó con el piso.
- ¿Y él también está suspendido? – Le pregunté fingiendo indiferencia.
- No – Arrastró la palabra con enojo – Es el primer "problema" que tiene, así que solo tendrá detención, además yo di el primer golpe -
Negué con la cabeza desaprobando lo sucedido y me puse de pie.
- Mira tú labio – Acaricié su mejilla – ¿No te duele? – Le pregunté y se puso de pie.
- En lo absoluto – Sonrió – Valió la pena, hacía tiempo que quería poner en su lugar al imbécil ese – Me tomó por la cintura y nos hizo girar ahora dejándome de espaldas hacia la escena de la cafetería.
- ¿Y por qué? – Pregunte tratando de averiguar por qué lo detestaba tanto.
- Es un creído – Soltó molesto – Cree que le tengo miedo – Rió.
- No le hagas caso – Le dije dando un beso en su mejilla - ¿Seguro que no te duele? – Su labio estaba realmente hinchado y eso lo hacía ver gracioso.
- Que no – Pasó sus manos por mi cintura abrazándome, estábamos en la cafetería abrazados. Esto si se podía llamar avance.
- Eres un mentiroso – Le dije riendo.
- Claro que no – Dijo ofendido – Ya te dije que no es nada – Suspiré, jamás aceptaría que le dolía.
- ¿Iremos al juego? – Pregunté cambiando de tema y negó con la cabeza.
- ¿Iremos? – Se burló – Yo no, estoy suspendido, eso incluye todas las actividades extracurriculares – Explicó – Pero tu si, tu eres porrista – Me recordó.
- Ya te dije que si tú no estás en el equipo, yo dejo de ser porrista – Puse mis manos en su cuello y lo acaricié lentamente.
- ¿Por qué entraste entonces? -
- Por ti – Confesé y abrió los ojos a tope – Cuando supe que estabas en el equipo, entré – Sonreí.
- No te creo – Entrecerró sus hermosos ojos.
- De verdad – Confirmé – Solo por ti, Mellark – No estaba siendo del todo sincera y por primera vez en toda mi corta vida, me dolía mentir – Entonces... no iremos – Le sonreí de oreja a oreja.
- Sabes... me gustaría ir a ver cómo pierden el partido sin mí – Levantó ambas cejas.
- ¿Ahora quién es el creído? – Me guiñó un ojo y se acercó lentamente a mí pero el estruendoso timbre nos interrumpió obligándonos a ir a clases. Peeta rodó los ojos y yo solo reí.
- Vamos – Le dije tomando su mano.
- No – Soltó mi mano – Tu irás – Sonrió – Por enésima vez te recuerdo que estoy suspendido – Miré hacia abajo. ¿Una semana sin verlo? No creo poder resistir.
- Entonces... – Dije volteando a ver como todos comenzaban a desaparecer de la cafetería – ¿Nos vemos luego? – Pregunté esperando un "Si".
- Tal vez – Contestó como si no tuviera el mínimo interés en verme. Mi mandíbula casi perfora el piso. Soltó una carcajada y nuevamente se acercó a mí más rápido, tratando de capturar mis labios - ¿No me vas a dar un beso? – Preguntó ya que había corrido mi rostro.
- No – Le sonreí y me di la media vuelta...

  •Queen_corse•


"Narcissistic"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora