Capítulo 38: "¿Los sueños son deseos?"

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- Eso significa...- Dijo Soren algo nervioso cruzando la mirada con Marck. Este suspiró fuertemente extendiendo la mano para que le devolviese la carta.
Soren asintió obedeciendo mientras le colocaba la carta en la mano al pelirrojo. 

- Significa que si este hombre está en lo cierto, puede que tengamos a tus padres aquí en unos dos meses.- Contestó el pelirrojo dejando la carta en su escritorio.

El rubio respiró agitadamente ante eso, sintiéndose atrapado por completo; lo bueno es que comenzaba a tener autocontrol con respecto a sus ataques. - ¿A-a mis padres?- Preguntó mordiéndose el labio con una fuerte ansiedad.

- A tus padres Soren.- Contestó cruzando ambos brazos con una seriedad tal como la que utilizaba cuando recién había llegado Soren a esa mansión.
- ¿Y-y Eloise...? - Preguntó tragando saliva haciendo sonar el líquido que pasó abruptamente por su traquea. 

- Ya leíste que de ella no está seguro.

Soren bajó la cabeza mordiéndose el labio como expresión de los terribles nervios que sentía en ese momento, con el cuerpo cambiando la temperatura templada a helada.
- Entonces solo mis padres...-

- Solo tus padres, espero que no los hayas olvidado.

- Eso será un problema, creí que me había librado de ellos de una vez.- Contestó el chico. Tragando una vez más saliva, y lamiéndose los labios resecos.
Marck frunció el ceño al ver esa reacción, entrecerrando los ojos agachándose ligeramente para ver a Soren a los ojos.

- Te pusiste nervioso... ¿Qué tanto estás ocultándome?- Dijo fríamente aún con los brazos cruzados.
Soren levantó la cabeza acrecentando esa sensación de cientos de hormigas hervir en su estómago hasta la garganta. Obligándole a tragar saliva de nuevo.

- N-no te oculto nada, no estoy nervioso Marck.- Contestó este retrocediendo un par de pasos.
- Claro que lo estás, tragaste saliva tres veces.- Contestó el pelirrojo dando pasos hacia el frente, conforme a que Soren retrocedía.
- E-eso no es verdad, yo no est...

Las palabras de Soren se detuvieron repentinamente, al sentir los dedos de Marck deslizándose peligrosamente por su cuello hasta dar con su garganta.
- La prominencia laríngea se mueve cuando se traga saliva, y es más notorio cuando uno traga saliva por nerviosismo.

Y de nuevo, Soren no pudo controlar su lenguaje proxémico tragando saliva por impulso. Marck sintió eso en la garganta de Soren y solo suspiró algo abatido.

- ¿Porqué no quieres contarme? Ni siquiera puedo hacer especulaciones porque nunca sé que es lo que sucede dentro de ti.

Soren bajó la cabeza, juntando sus ambas manos entrelazando los dedos, Marck siempre trata de acercarse a él, y siempre se negaba poniendo un gran muro entre ambos.

- Pero yo sé que no quieres que tus padres vuelvan por una razón más fuerte que el hecho de que no les soportes.- Habló Marck en un tono autoritario, levantando la cabeza de Soren, tomándole por la barbilla para que le mirase a los ojos.

- ¿Qué tanto te hicieron para que les tengas miedo?-

Como si un rayo de luz hubiese atravesado la corteza frontal de Soren saliendo por su glándula pineal, profundizó esas palabras... No... No solo hacía lo que hacía por el hecho de creer que le tuviesen cariño, sino porque muy dentro de sí mismo; les temía demasiado.

Soren, por primera vez después de mucho; desvió la mirada. Mostrándose cual libro abierto frente a Marck, expresando ese pánico y aquella melancolía que se reflejaban ahora en cada una de sus facciones.

- Siempre te trataron tan mal...- Comentó el pelirrojo deslizando la mano hacia la mejilla de Soren, deslizándola hasta su nuca para atraerlo contra si; agachándose ligeramente para besar su frente.

"El arte de la mentira"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora