"El arte de la mentira"

Capítulo 10: "Nostalgia"

Habían pasado dos días de navidad, Soren nunca les dijo a sus padres acerca de lo que había sucedido en navidad.
Sin embargo era un día normal, sus padres sabían que ese día iría Marck a ver a Soren, pero un poco mas tarde así que el ambiente en la casa era un poco más tranquilo.

Muy por el contrario Soren no estaba nada tranquilo, estaba completamente estresado y se sentía mas que oprimido.
Toda su cabeza daba vueltas no quería seguir con el juego de Marck.
Pensaba en el pasado, como arruinó todo... Por no aceptar a una doncella ahora estaba sintiendo cosas que no debería sentir.

Tenía cientos de cosas en la cabeza, estaba molesto hasta los pies, no era su día.
Estaba mas que cansado, los trabajos de jardinería tenía que hacerlos el y sobre todo sus padres nunca le trataban de una manera buena.

Sentía toda la presión encima y ahora nada podía calmarlo.
Decidió tratar de distraerse buscando un buen libro. Caminó por el pasillo del segundo piso hasta llegar a la habitación del fondo, la cual era una puerta azul y grande, con una perilla de cristal.
Esa era la biblioteca de la mansión.

El lugar donde Soren era mas que feliz, había que decir que tenían cientos de libros, y muchos eran la herencia de su abuelo...

Su abuelo, era una persona realmente linda con el, a pesar de que pocas veces lo había visto en su niñez antes de que falleciera por una enfermedad.
Soren caminó por el lugar, tomando un libro al cual sopló un poco para despejar el polvo, hablaba de la quema de Roma por Nerón.
Suspiró un poco. - Abuelo... Ojalá pudiera recordarte con mas precisión... - Dijo abrazando el libro...

Comenzó a sentir un fuerte mareo, dejó caer el libro sintiendo que perdía el piso. Se llevó la mano a la frente sintiendo una punzada de dolor en la parte frontal de esta.
Y entonces abrió los ojos aterrado, estaba en un conato de otro ataque.

Intentó correr hacia el pasillo, pues el doctor le dio una especie de medicina, sino era para detener los ataques, por lo menos regular el dolor.
Pero el dolor punzante le estaba matando, y terminó cayendo al suelo, completamente desorbitado sin siquiera saber a donde moverse.
Como era siempre, los recuerdos le llegaron como una bala, traspasando su cabeza sintiendo ese horrible dolor que tanto le hacía sufrir.

Se arrastró por el suelo, aún con la esperanza de poder encontrar su medicina, ya no aguantaba ese dolor, que le martillaba la cabeza lentamente, y aún mas esos recuerdos que tanto salían a flor de piel como una quemadura.
Soltó algunas lágrimas de dolor, tratando si quiera de salir de la biblioteca, realmente estaba haciendo su mayor esfuerzo.

Un golpe punzante de dolor le atacó, esta vez mas fuerte haciendo que el chico se retorciera en el suelo con la ola de recuerdos invadiendo su pobre mente.
Y con este dolor, su vista comenzó a escasear y todo se tornó negro.

Marzialle buscaba preocupada a Soren, pues faltaba muy poco para que Marck llegara y Soren no aparecía para su baño. - ¡Marzialle! Búscalo donde sea, seguro se escondió el cobarde. Exclamó Emil enojado.
- Emil... Y si... ¿Se escapó? Preguntó preocupada Sarabeth. Emil la fulminó con la mirada. - No digas tonterías amor- La abrazó apegándola a su pecho de manera cariñosa. - Tu hijo no es tan estúpido.

Marzialle corrió hasta la última habitación abriendo la puerta, Soren estaba en el suelo, desmayado. Era cierto que pasaba.
Pero a todo eso Marzialle siempre se aterrorizaba al verlo así. Corrió hacia el, levantándolo un poco y posándolo en su regazo. - ¡LE DIO OTRO ATAQUE! Gritó con desesperación la mujer.

Emil y Sarabeth subieron en seguida. - ¿Qué vamos a hacer ahora? ¡Marck no tarda en llegar! Dijo Sarabeth subiendo las escaleras.
Emil frunció el ceño molesto. - ¿¡Quieres por lo menos preocuparte una sola vez por la salud de tu hijo?!
Emil dejó a Sarabeth atrás llegando con Marzialle. - No otra vez Soren...- Exclamó el hombre cargando a Soren, acunándolo con los brazos, suspirando por su hijo.