"El arte de la mentira"

Capítulo 18: "La luna de miel que ilumina el engaño"

HOLAAA!!!! Lamento de verdad si es que tardé en actualizarlo, pero mis padres me castigaron sin teléfono y se me hace mas difícil pedirle a mi hermana la laptop para escribir, además de que este capi no fue fácil de escribir.

Soren se separó ligeramente de Marck después de esa unión de labios que significó un sello espiritual que dio como resultado que la ceremonia de la boda había terminado y era hora de ir a la fiesta que se celebraría con mucho gusto en un bello terreno a las afueras del pueblo, para después partir en un carruaje a la mansión de Marck.

Sin embargo Soren no quería pensar en eso, merecía ser feliz antes de lo que fuere que fuese a suceder después de la ceremonia. Sus ojos se quedaron observando ilusamente los de Marck, aún el corazón le latía con fuerza. Y ese vacío en el estómago crecía a medida de que pensaba en lo que pudiera suceder.

Marck acarició con delicadeza y cariño la mejilla de Soren, sintiendo el suave tacto porcelana del joven en sus mejillas que aún estaban teñidas de color rojo y sus ojos brillantes que pedían mas cariño, y por supuesto el pelirrojo no se iba a negarle a su esposo nada, menos en ese mismo día, cuando para Marck todo resultaba como una sensación de colores vivos que le envolvían el ánimo con entusiasmo y cariño.

Sin previo aviso, deslizó una de sus manos hacia la espalda de Soren, y como si de un gancho se tratara, le atrajo rápidamente hacia el; sin siquiera otorgarle un poco de tiempo a Soren para poder reaccionar y estar preparado; apegó su cuerpo al del rubio levantándolo ligeramente haciendo que Soren se colocara en las puntas de sus pies. Sin decir nada, ladeó lentamente la cabeza besando a Soren con emoción y claramente pasión en las acciones de Marck, pero simplemente no pudo resistirse.

Ahora que sabía que Soren era su esposo y tenía la potestad de besarlo y tenerlo entre brazos el tiempo que quisiese, causaba un gran sentimiento de regocijo en su pecho ese sentimiento de vértigo y curiosidad dentro de su estómago, que viajaba lentamente hasta su garganta.

La sola idea de pensar que en cuanto llegara a su mansión le llenaría de besos que con cuidado y de manera sutil disolvieran las prendas del menor hacía que un sentimiento extraño de excitación y emoción le invadieran.

Mientras tanto, Soren había quedado completamente perplejo con aquel beso, que solo se le ocurrió sostenerse en los hombros de su esposo para no caerse, tenía los ojos abiertos y bajo su campo visual solo se encontraba la cara de Marck, y si bien no prestaba atención a eso, su cabeza divagaba en ese sentir que le proporcionaba aquel beso hambriento que le llenaba el pecho de un calor acogedor que muy pocas veces en su vida había sentido.

La fiesta estaba siendo un gran éxito, Soren se había divertido bastante con la cena y los comentarios... Sin embargo ese no era un ambiente que tolerara del todo, supo que sus padres ya no estaban ahí y de alguna manera, después de mucho tiempo se sentía vulnerable sin ellos.

Se quedó sentado observando cientos de personas que no conocía, suspirando por un segundo sintió ese terrible deseo de regresar en el tiempo, ese no era su ambiente, nunca le había agradado convivir con las personas de clase alta como la suya. Eran personas tediosas, comenzando por su madre.

Observó una silueta de una pareja que caminaba con las manos entrelazadas. Soren sonrió suspirando con ligereza... estaba claro que estaba muy lejos de un final como ese, sin embargo la silueta le pareció conocida y en seguida se levantó de la silla para precisar a esas personas con mas claridad, tambaleante por los tacones, y con cuidado de no pisar la cola del vestido, caminó hacia esas personas.

Una gran sonrisa se dibujó en su rostro al percatarse de que las personas que estaban ahí eran Bryan y Marzialle, quien le observaban con una extraña combinación de ternura y preocupación.