Capítulo 15: "La paciencia tiene límites."

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Pasaron un pequeño tiempo celebrando, en la mansión se encontraban celebrando tanto los padres de Soren como los padres de Marck.
El padre de Marck era amable y hablaba unas cuantas cosas, mientras la madre hablaba demasiado y sobre todo hablaba en exceso acerca de las demás familias, por supuesto no hablaba cosas buenas.

Y mientras en esa reunión Soren sentía que las horas eran interminables, no podía esperar para que dieran las 10 y pudiese irse a dormir, después de todo... Lo único que quería era dormir.

Después en la noche, salieron los cuatro a tomar un poco de ambiente nocturno, Soren se negó por completo a ir y subió a su habitación para poder descansar, se quitó toda la faramaña que tenía, despeinándose, mientras se quitaba con fuerza todo el maquillaje de su cara, dejando su fino rostro al natural, se colocó unos pantalones y un vistoso y voluminoso abrigo de bisonte, ello le daba apariencia no solo voluminosa sino ligeramente mas baja, en fin la ingeniería textil era algo que nunca dejaba de sorprender al muchacho.

Se asomó por el barandal, planeando dar un perfecto ataque a la cocina, se moría de hambre. Pero logró divisar como Marck se pasó por el lugar, caminando hacia la sala de estar donde se encontraba la chimenea ardiendo para calentar el lugar.

Soren frunció el ceño y los impulsos destructivos y pesimistas de su mente lo invadieron de un coraje que ardía desde el fondo de su corazón, quemando su cordura y dejando el enojo apoderarse de todo, no iba a desperdiciar ese momento por nada del mundo.

Bajó las escaleras corriendo, sin los pequeños tacones y sin siquiera unos pequeños zapatos, estaba completamente descalzo; lo cual hizo notar que era mas bajito de lo que Marck creía.
Marck estaba sentado en el gran sillón de vinyl blanco, frente a la chimenea escuchando el ligero crepitar de la madera al contacto con el fuego, Soren observó a Marck sentado dandole la espalda.
- Tenías que hacerlo... Cuando te pedí que no lo hicieras... Maldito Estúpido...- Dijo Soren con molestia, sintiendo que todo el enojo se le acumulaba en la garganta.

Marck semi sonrió y se levantó caminando hacia Soren, con los brazos entrelazados detrás de la espalda y negando con la cabeza mientras tenía el ceño fruncido. - Vaya Vaya... Ni siquiera te haces presente cuando está tu hermana y te crees con la potestad de regañarme... Niño inmaduro.-
Dijo mirándole a la cara, muy poco iluminados por la flama del interior de la chimenea.
Soren frunció mas el ceño molesto. - No soy ningún niño inmaduro, tu eres un hombre idiota.- Marck suspiró en forma de reto, mirando a Soren desde arriba mientras cruzaba los brazos.

Había algo que Soren detestaba debido a su personalidad competitiva, y era que le miraran desde arriba. Así que suspirando como un toro furioso dio la vuelta al sillón, el cual golpeó las piernas de Marck haciendo que cayera sobre este sentado.
Seguido de esto, Soren se recargó en los brazos del sillón mirando con rabia a Marck y emparejando su mirada con la suya. - ¡Te dije que no hicieras nada! ¡Te vas a arrepentir en este momento! ¡Mas te vale que renuncies al matrimonio maldito estúpido!- Exclamó Soren tratando de enfrentar sin temor la mirada retadora de Marck.

Marck frunció el ceño, levantándose de manera intimidante, por ser mucho mas alto que Soren, le tomó del brazo con fuerza haciendo que Soren emitiera un quejido. - Eres un muchacho insolente y torpe, completamente inmaduro... ¡Yo amo a tu hermana! Y un chico como tu no lo va a impedir.- Exclamó soltando el brazo de Soren violentamente.

Soren tenía la rabia en la garganta, el fuego del enojo consumía su ser, el arrepentimiento y la tristeza lo hicieron explotar. - ¡Eres un estúpido! ¡Un gran estúpido...! Si tan solo me escucharas...- Soren levantó la mirada, desconcertando por completo a Marck al ver las lágrimas de rabia que se desbordaban por sus opacos y grandes ojos verdes, emitió ligeros pujidos de enojo así desplomándose de rodillas al suelo, bajando la cabeza y cubriéndose un ojo con la mano derecha, su cabello estaba completamente desaliñado y sin maquillaje algunas ojeras se asomaban por su delicado rostro de porcelana.

Marck ni siquiera tenía idea de como se suponía que debía reaccionar ante tal acción. - ¡¿Cómo puedes escuchar solo lo que quieres?! ¡¡Nadie nunca me escucha!!- Gritó Soren a todo pulmón, lastimando su garganta por los berridos que salían de su pequeña y delicada boca.

Marck intentó ceder un poco ante ello, poniéndose de cuclillas ante el mordiéndose el labio inferior con remordimiento. - Soren... Debes de entender que tu hermana y yo...- Marck intentó ayudar a Soren colocando su mano en la espalda del joven, pero este la apartó violentamente.
- ¡No me toques! ¡No quiero que me toques maldito estúpido!- Reclamó Soren levantándose rápidamente secando las lágrimas en sus ojos, y con ello recordó a la perfección la verdad, era obvio que Marck solo era comprensivo porque creía que era el hermano de Eloise.

Marck frunció el ceño aún mas cuando se percató de que Soren tampoco le escucharía, y la paciencia del pelirrojo tenía sus límites... Tomó a Soren de ambos hombros, levantándolo ligeramente y zarandeándolo con enojo, y sin embargo la mirada fría y enojada de Soren no perdía ni un poco de estabilidad.
- ¡Me voy a casar con ella quieras o no! ¡Eres todo su contrario! ¡Eres grosero, tonto, no tienes ni un poco de sensibilidad por nada! ¡Ahora entiendo porque ni ella ni tus padres te quieren y eres la mancha de los Thomas!

Soren sintió el golpe mas fuerte que Marck le pudo haber dado, el corazón le latió con dolo, mientras el fuego de la rabia le consumió por completo, haciendo cenizas el cariño y la emoción, reemplazándolo con dolor, coraje y rencor.
Soren de un fuerte suspiro dejó y la mano derecha, levantándola y estrellándola en la mejilla de Marck, haciendo una sonora y desconcertante para Marck, cachetada.

Marck se quedó perplejo, tocando con su mano, la mejilla dormida y roja por el golpe recibido; y entre el sonido la voz clara y molesta de Soren resonó; ronca por intentar salir mientras reprimía el deseo de llorar.
- ¡Escúchame bien! ¡Nunca en tu jodida vida me vuelvas a hablar así! ¡¡Nunca!!-

Esos gritos fueron mucho mas sonoros que los pasados, y todo eso enojó mucho mas a Marck, este levantó la mano dispuesto a contestar el golpe con el doble de fuerza que pudo emplear Soren, pero este se mantuvo completamente en pie, sin apartar sus orgullosos ojos enojados de la cara de Marck.
Con la espada erguida Símbolo del orgullo esperó con la frente en alto el golpe.

Pero Marck soló permaneció mirando esos ojos, de profundidad inmensa, un universo se extendía en esos grandes ojos opacos, un espacio de emociones que reflejaban el fuego interno, quemando todo a su paso... Pero Marck pudo percibir algo mas que fuego dentro de esos enigmáticos ojos, una inmensa ola de tristeza que hizo que Marck sintiera un nudo increíble en la garganta.

Bajó la mano maldiciéndose a sí mismo, y desviando la mirada al suelo. - ¡¿Porqué tienes que ser igual a ella?! N-no puedo lastimarte... Te vez tan indefenso... Tu cara es tan fina y delicada como la de ella... No puedo hacerlo...-

Soren abrió la boca para intentar decir algo, pero simplemente le habían dejado sin una sola palabra dentro de el. Bajó la cabeza levantando el labio inferior simbolizando la incomodidad, pues sus mejillas habían tomado un tono increíblemente rosáceo por lo dicho.

- L-lo lamento... Lamento el golpe que te di...- Dijo con la mirada gacha y acariciando la mejilla de Marck con remordimiento por haber golpeado a la persona que quería.
Marck cerró los ojos ante la caricia, sintiendo un terrible deja vu, con esas suaves manos acariciando su mejilla, así que dio dos pasos atrás fingiendo no haberse impresionado.
- Lamento haber sido tan duro... Pero no creo que puedas entenderme.- Dijo pasando sus manos por los hombros ajenos.

Soren se volvió violentamente, sin dejar que mirara su rostro. - No necesito tus disculpas- Aun con el rostro abajo, irguió la espalda, y virándose un poco, observando a Marck por el rabillo del ojo dejó ir un suspiro. - Solo te aviso... Que te vas a arrepentir.-

Y con ello, Soren se adentró a la oscuridad de la casa, desapareciendo por completo de la vista de Marck.

"El arte de la mentira"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora