"El arte de la mentira"

Capítulo 20: "Coincidencias"

Para Soren no era tan fácil adaptarse a un ambiente como ese, rodeado de señoritas que se dedicaban a adularlo, y que interrumpieran sus lecturas exclamando que Marck había vuelto de su debido trabajo como asistente de Otón en la corte real. Tener que llevar corset todos los días, y con tacones caminar desde su habitación hasta la puerta principal para recibir a Marck en una mala actuación de parejas felices.

Encerrarse en la habitación de Soren ambos, y cerca de la noche, para que las criadas no interpretaran mal las cosas, Marck debía salir a hurtadillas de la habitación para irse a la habitación contigua.

Había una cosa que lo mantenía de vez en cuando en estado neutral, y esa era Adalia, pues aunque la mujer no supiese mucho de literatura, demostró tenerle una total confianza a Soren, y aunque no lo mencionaba a menudo, Soren sabía que tenía una familia que constaba de una hija y un esposo.
De vez en cuando Soren se interesaba acerca de como era la vida que llevaba un gitano, por lo que Adalia le contaba muchas cosas acerca de cuando era una jovencilla gitana bailarina de un circo con sus padres. Y le afirmó las dudas de que algunos gitanos robaban.

Soren veía a Adalia como una mujer fuerte de una vida un tanto dura, siendo una señora servicial y madura que gustaba de hablar con Soren como si fuesen amigos.
A veces Soren se figuraba que Adalia era parecida a Marzialle, sin embargo el jamás podría comparar el calor de su prácticamente madre, con la sonrisa de amistad que le proporcionaba Adalia.

Ese día, Marck no tenía ningún pendiente en la corte, por lo que se encontraba leyendo unas partituras de piano en la sala principal de la planta baja. Sí, Marck sabía tocar el piano y ya hacía unos días que Otón le dijo que le visitaría y podrían tocar el piano tanto como padre e hijo, suegro y nuera y marido y mujer. Marck a veces no comprendía las ocurrencias de su padre, y como es que el y su madre se tenían un amor infinito siendo tan diferentes.

Soren, quien venía acompañado de dos sirvientas, bajó las escaleras con ese pesado y grande vestido azul de detalles amarillos.
- Entonces... Si tomo el pasadizo donde están las amapolas, me lleva a la tercera sección del jardín... ¿Dónde esta la mesa blanca?- Preguntó Soren sin siquiera fijarse que Marck se encontraba en la sala.
- No señorita Eloise, la tercera sección es la que tiene un pequeño laberinto de un metro de altura... Usted busca la segunda sección, para hacer fiestas de té...- Explicó una de las criadas tratando de ser paciente.
Soren nunca había habitado un lugar tan grande, toda su vida había vivido en la misma mansión y ese lugar era un cambio bastante radical.

Marck se levantó del sofá al escuchar la conversación. - Soren...- Exclamó llamando la atención tanto de Soren como de las criadas, el rubio se viró hacia Marck, fulminándole con la mirada, mientras señalaba con los ojos a las sirvientas. - ¿Soren?- Preguntó el chico con una voz mal actuada.
Marck reaccionó en seguida tratando de buscar una excusa, pues las sirvientas estaban algo desconcertadas.
- S-Soren es el nombre de tu hermano... ¿No esposa mía?- Preguntó Marck un tanto nervioso, haciendo que el desconcierto de las sirvientas se esfumara.
- Si... Soren Thomas es el nombre de mi hermano... ¿Porqué?- Exclamó Soren algo divertido por las reacciones de Marck, sin duda un espectáculo que no se perdería.
- S-solo simple curiosidad...- Mencionó tratando de sonar natural.

- ¿Usted tiene un hermano señorita Eloise?- Preguntó una de las sirvientas de manera curiosa, Soren ya experto en el arte de mentir... Sonrió asintiendo.
- ¿Es mayor o menor que usted?-
- Menor, por unos minutos.-

Ambas mujeres se volvieron cruzando miradas y abriendo la boca sorprendidas. - ¿¡Es su gemelo!?- Preguntaron emocionadas, Soren asintió ligeramente con una sonrisa, obviamente falsa.
- Debe ser muy guapo. ¿Está casado?- Preguntó una de ellas que parecía bastante interesada en el tema, Soren deslizó la mirada hacia Marck, quien se rascó la nuca pretendiendo no escuchar.
- No propiamente...- Contestó Soren bastante divertido con las reacciones de Marck.
- ¿Comprometido?
- No está interesado en eso, está comprometido con sus libros y estudios.