Cap 5: "Los principios del bien"

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HOLA MINNA!! Es la primera vez que me comunico por aquí en la historia.

Sé que por ahora va aburrida o eso es lo que me dijo una conocida.

Pero please sigan leyendo, y les suplico con toda mi existencia y la de esta novela, que si les gusta o tienen alguna opinión díganmelo en los comentarios o algo así, porque así me motivan a seguir escribiendo.

Gracias.

ATTE: Maffy.

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Tara sonrió con la boca abierta y queriendo llorar, a lo único que atinó la chica fue a abalanzarse sobre Soren en un fuerte abrazo que logró quitarle el aliento.

- Tara... M-me lastimas...- Comentó sintiendo como los brazos de Tara le estrujaban con fuerza, Tara hizo caso omiso al comentario de Soren. Pero la fuerza de las varillas del corset aplicada en su espalda la cual no estaba acostumbrada a esa sensación hizo que Tara le soltara emitiendo un gemido de dolor.

Soren se sobresaltó mirándola de reojo. - ¿Estás bien?- Preguntó algo preocupado.

Tara tosió un poco y levantó su pulgar indicando que estaba bien.

Soren suspiró un poco y se levantó de su lugar dispuesto a seguir con sus actividades ordinarias.

Ese día fue muy lindo para Soren, la compañía de Tara era muy grata para el, la trató como a una hermana menor y en todas las actividades Tara le acompañaba y ayudaba, Soren leyó muchos cuentos e historias.

No podía creer que se había encariñado tan rápido con una niña que apenas había conocido, y lo aún mas bizarro y extraño, sus padres la habían secuestrado, el era el hijo de esos señores y aún así Tara le mostraba tanta confianza; eso de verdad aturdía a Soren.

Tenía un vacío en el estómago, no estaba acostumbrado a convivir con las personas que no fueran de su entorno y esa niña era completamente diferente a el, expresiva, escandalosa y bastante indiscreta, a fin de cuentas una niña. El por el contrario cuando contaba con 14 años como ella, erguía la espalda y su sonrisa solo era notoria cuando leía o cuando convivía con Marzialle.

Soren ahora poseía 18 años, seguía siendo un niño, solamente que se lo guardaba para el solo, no es como si tuviera muchas personas para compartir las monerías que hace un niño.

Tara arqueó un poco las cejas al ver como Soren se holgaba mas la ropa, eso le daba muchísima curiosidad y lo que en verdad le sorprendía era el como una simple ilusión óptica de la ropa podía cambiar completamente el contexto del cuerpo de Soren. - ¿Porqué haces eso? Preguntó la joven mirándolo completamente a los ojos. Soren bajó la cabeza soltando un pesado suspiro. - Tara, este tipo de cuerpo... Es vergonzoso, por lo menos en los chicos. Explicó un tanto irritado, Tara frunció los labios y desvió la mirada.

El día había sido duro, pero no lo suficiente para estar agotado, Sarabeth y Emil ordenaron a Soren llevar a Tara a su habitación y dormirla para poder hablar a solas con el.

En efecto Soren lo hizo, la chiquilla no puso ninguna resistencia y solo obedeció a las ordenes del joven.

Soren se encontraba en la estancia principal de esa gran mansión, justo al pie de la escalera, su espalda erguida levantando el pecho con orgullo.

Emil estaba al pendiente de cualquier movimiento de su hijo al igual que Sarabeth. Tal vez no sabían en si la personalidad de ese chico, pero no dejaban de ser sus padres para conocerlo. - El nombre de la niña...- Inició Emil aclarándose la garganta para hablar. - Dile a la niña que su nuevo nombre es Eloise.-

"El arte de la mentira"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora