Mision 5: Bailé

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Mis padres estuvieron toda la tarde diciendo que hacer y que no, mis hermanos y yo estábamos hartos de las clases de cosas que teníamos que hacer ¿Por qué no solo tomamos el día libre y nos vamos por ahí? Que castigo.

Como saben en mi familia muchos bailes no se hacen y esto es muy nuevo para nosotros. En nuestro pasado familiar, nuestros bailes eran lo mas lujosos y extravagantes. Pero desde mi tatara abuelo, los bailes perdieron la importancia y nosotros a ellos.

    

En mi familia hubo muchos problemas, legales y sentimentales. Muchos de mis antepasados se casaron con plebeyos, gente de menor importancia. Muchos cometieron estos actos pero como ya en la familia era muy normal esto, el matrimonio se hacia a base de amor y confianza. Nuestra sangre es una de las mas antiguas en los linajes de nobleza y unas de las mas criticadas de todas. Pero hoy en día nuestro nombre están valorado y admirado que los prejuicios del pasado ya no tienen valor.

Pero hubo una historia en particular que tuvo un gran suceso muy conmovedor.

Se dice que unos de nuestros ancestros, le sirvió al gran caballero Sparda. Lo ayudo a combatir al gran demonio Mundus. Mismo que quiso quedarse con el mundo de los humanos.

Gracias a la leyenda de Sparda me obsesione con las leyendas y los mitos. El mundo antigüo siempre me llamo la atención, más me da curiosidad de quién habrá sido ese familiar que ayudo a tan "noble" causa.



Llego el gran día que tanto no esperaba, el baile. Dios menos mal que tengo  gusto porque estaba muriéndome de asco con los vestidos que veía en mi ventana, ¿Enserio la gente se viste así? Que horror.

El baile empieza a las 20.30, eran las 20.20 diez minutos faltaban para que empiece. Yo mientras me miraba al espejo, no me veía tan mal, el vestido era de mi color favorito azul francia. Me planche el pelo para hacerme una media colita alta, mi maquillaje era algo que tanto me gustaba. Delineado negro y los labios de color rojo sangre.

Ya lista y con todas mis ganas del mundo, abrí la puerta para salir, pero de cara me encontré con el coronel Williams Gold.

-Señor.-dije yo y lo saludé como en sus tiempos lo hacía con una reverencia.

-Señora.-dijo él y hizo lo mismo que yo.-se ve magnífica.

-Gracias.

-La acompaño, no debe bajar sola al salón. Esos no son modales.

-Como quiera, pero recuerde que está muerto y la única que lo ve soy yo.

-Por lo menos déme la virtud de acomañarla.-rodee los ojos y dejé mi mano en su invisible brazo.

-Recuerde que antes de entrar al salón soltarme, sino ahí si me verían rara.

-Si claro, su majestad.-lo mire algo rara, hace mucho no escuchaba eso. Los espíritus siempre me dicen asi, majestad. Yo que sepa mi familia no es directa a una corona en con concreto, somos una descendencia un poco indirecta a una corona.

Al bajar las escaleras, las miradas se posaron en mi y me sentí un poco incómoda, la gente me miraba con tanta intensidad que por más que pase los años jamás quedo aconstumbrada a llamar la atención.

Encontré a mis hermanos con un par de chicas alrededor suyo, ellos con ojos de suplica me miraron, yo sonriendo y voy hacia ellos.

-Eh hermanos míos sus novios ya están aquí.-dije yo, todas las chicas se dieron vuelta y me miraron luego volvieron a mirar a mis hermanos. Con sus elegantes vestidos se fueron en un cerrar de ojos.

-Sabes hermana que tenías mas cosas que decir y no sobre nuestros novios imaginarios.-dijo Edward en modo de enojo.

-Si lo se pero quería ver sus caras cuando diga eso.-vi a mi abuela acercarse a nosotros, ella miro atrás mío y puso los ojos en blanco. Yo mire atrás y vi a Emily rodeada de chicos, con una gran sonrisa que los miraba con deseo.

-Esa chica te soy sincero es muy zorra, me da asco-dijo Liam, yo lo mire y hice una seña con mi dedo hacia mi boca en forma de vomitar. Ellos se rieron.-estas linda Isa, creo que no te veo en vestido desde que eras una niña, bueno ni de niña. Siempre terminabas rompiendo los vestidos y mamá acepto ponerte pantalones por esa razón.

-Si es verdad ella después me dijo que tuvo un varón y dos nenas como hijos.-ellos me miraron con cara de asesinos.

-Muy graciosa.-dijo Edward.

-Isabel querida amiga.-era una voz chillona que tanto odiaba.-Dicen algunos amigos mío que les gustaría hablar contigo.-dijo Emily con un expresión de irritación, yo mire atrás de ella y unos chicos me saludaron  y yo los mire con asco.

-No gracias, no me importa.-dije yo, me di vuelta y mis hermanos estaban a punto de estallar de la risa y mi abuela no se quedaba atrás.

-Vamos Isabel, necesito que me ayudes así me consigo un chico.-yo irritada la vuelvo a mirar.

-No me importa tus negocios, si me disculpas estoy en algo importante.

-Escúchame gorda puta.-yo me congelen, mi cara se transformo y vi como mis hermanos y mi abuela dejaron de reír.

-Mira señorita putita, no estamos en el colegio estas en mi territorio así que será mejor que te alejes si no empiezo hacer clase de boxeo contigo, vete y diles que no me importa.-ella con cara de horror se va casi corriendo a su grupo de chicos. Me doy vuelta y nadie decía nada.

-Este... bueno das miedo.-dijo Liam rascándose la nuca.

-Cállate, esa puta me tiene harta.-mis hermanos comenzaron a reír y me dejaron de lado para hablar de motos y autos.

  Yo no estaba concentrada tan solo sentía esa sensación en el pecho que me estaba matando. El aire se estancó en mis pulmones y la espalda empezó a palpitar. Mi abuela se dio cuenta de eso y cuando iba hablar vi detrás de ella a la sombra pasar. Yo camine y lo seguí fuera del salón, ya estaba harta de esta estupido juego, iba a terminar las cosas de una vez por todas.

Al salir del salón la sombra doblaba muy rápidamente por los pasillos, yo la seguía como podía por los tacones, no iba a dejar que me ganará.

Llegamos a la azotea, ningún rastro de ella.

-¿Dónde se metió?-le dije a mi abuela, cuando ella iba hablar, una ráfaga de viento me impulso por los aires y yo desesperada gritaba y pedía que alguien me ayudara, pero nadie podía. Las cosas se volvieron más pequeñas a medida que tomaba más altura, cuando ya llegué a mi punto máximo, el aire dejo de soplar y mi cuerpo caí sin remedio mi viste se concentró en el suelo que cada vez se hacía presente. Cubrí mi rostro con mis brazos esperando el impacto de mi cuerpo contra el pavimento. Pero no fue así, tan solo deje de sentir mi alrededor, me cerré en la oscuridad y solitaria agonía. Mi cuerpo parecía estar debajo de agua, flota y me hundía cada vez más en lo profundo.

Sentía frío y mucho.















Destiny soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora