Mi cuerpo dolía como el infierno. Mis pies no los sentía y mi cabeza daba vueltas como mi alma.
Me costó como la mierda retomar fuerzas y de poder abrir mis ojos. Jure que la luz era más fuerte pero a medida que iba acostumbrando a mi entorno ya no me cegaba por esta. Pude notar un fino césped debajo de mi cuerpo. Con las llamas de mis dedos lo toque y parecía pelo de lo suave y delgado que era.
Al volver a concentrar mis ideas, observé el mundo que me rodea, grandes troncos de árboles posaba ante mi. Las plantas eran extrañas, su color rojo extraño me hizo recalcular mis pasos. El césped debajo de mi cuerpo era de color blanco y aún más me sentí más rara en este mundo.
Vamos a ver.
Primero ví la sombra, segundo la corrí y tercero salí volando por los aires. Claro, otro día normal en mi vida.
Pero este lugar no es el patio de mi casa, este lugar es extraño y frío, el aire de aquí es denso y cuesta respirarlo. De a poco me fui levantando y ví mi vestido azul perfecto, como si nada le hubiera pasado.
Me costaba respirar por las puntadas insoportables de mi espalda. Solté un pequeño grito por la sensación. Dios, tenía casi toda mi espalda ardiendo de dolor. Tomé con calma mis respiraciones, tenía que tranquilizarme y buscar la forma de salir de aquí. Pero tal vez estoy muerta y esto es el limbo, ya estoy más que jodida.
Puse mis manos en el suelo y ahora sí, cómo pude me puse de pie pero al instante perdí el equilibrio. Me apoye a una especie de roca que tenía a mi lado izquierdo, tomé varias respiraciones y tranquilice gran parte de mi cuerpo.
Un poco mejor decidí a salir de mi improvisado escondite. Asomé mi cabeza de la roca y no había nada, era una especie de bosque extraño, los troncos parecían no terminar más. Fui a pasó lentos y recorrí mi mirada por el lugar.
Cómo máximo estuve caminando como 20 minutos pero unos ruidos extraños llamaron la atención. Con mucha cautela caminé y me escondí en unos de esos troncos.
Mis ojos se encontraron con unas criaturas extrañas, comían una especie de carne, porque lo único que brotaba de eso era sangre. Tragué saliva, sabía lo que eran, demonios.
Eh visto a muchos de ellos, están en todas partes. Buscan las almas más débiles y succionan la vida de los humanos en menos de 5 segundos. Pero estos eran más grandes a los que estoy acostumbrada de ver pero la sensación que tenía me decía que eran demonios y que tenía que salir antes que pase algún tipo de desastre.
Quise dar marcha atrás pero escuche unas voces, eran dos hombres. "¡ESTOY SALVADA!".
Volví a mirar a los demonios y estos se dispusieron a atacar a esos hombres albinos. Pero estos, a mi sorpresa eran muy fuerte.
Su destreza con sus armas hacía que estos mismo demonios cayeran como hojas de árbol en época de otoño.
-Eso fue rápido.-dijo el de chamarra roja, para mí gusto eran muy mayores, podría ser mis tíos. Pero admito que están buenos los viejos.
-Es obvio que fue rápido gracias a mi.-el otro hombre de chamarra azul guardó su katana en su estuche elegantemente.
-Ya vas a empezar, entiende que como hermanos debemos compartir la victoria.
-No comporta nada contigo desde la cuna así que no estorbes.
-Vamos a ver quién de los dos se gana su victoria.-el de rojo se puso en posición de ataque con su espada y el de azul hizo lo mismo.
Empezaron a batallar entre ellos, me quedé estática en mi lugar, ¿Por qué siempre los hermanos varones se pelean por estupideces sin sentido? Hombres, los dos ganaron, mataron a esos demonios como si nada.
ESTÁS LEYENDO
Destiny soul
Fanfiction¿Quien dijo que poseer un don era fantástico? La familia Williams Gold, marqueses de alta sociedad. Tiene a la menor de ellos con un don bastante especial, ve espíritus. Su familia no creo en esas cosas haciendo así su vida un poco más complicada. E...