Misión 30: Diarios y pistas

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-Dante.-entre al local del viejo pero solo ví a Tony jugar con unos jueguetes en el suelo.-Ey peque.-me agache a él y pero solo siguió masticando a su juguete.

-Nero-la voz de Dante hace que mire para la cocina que traía un biberón, solo llevaba una remera negra y unos pantalones negros. Estaba bastante cómodo para mi vista, de seguro recién se levanta.-si buscas a tu padre, recién se acaba de ir a trabajar.

-No la verdad te estaba buscando a ti, yo quería hablar de algo y se que el viejo no va a responder muy fácilmente.

-¿Me estás diciendo soplón?.-se fue hasta el bebé y lo agarro para darle el biberón. Se sentó en su silla con el niño en brazos, quién tragaba la leche con gusto.

-Jamás pensé verte así.

-Esto pasa cuando te enamoras, aprende crío.-la puerta se abre y aparece mi viejo por ella.

-Al final Vir no se siente bien y quiere que nos tomemos el día libre.-me miró y luego yo le sonreí como saludo.-Parece que es una reunión familiar.

-Tu hijo tiene algunas preguntas.-Dante me señaló y yo me puse más nervioso, carajo ahora tengo que pensar que hacer sin que me pillen.

-Solo quería hablar del abuelo. Ya saben, Sparda.-me rasque la nuca nervioso y trate de parecer inocente.

-¿Qué más quieres saber? Viviste en Fortuna ahí sabían hasta que tipo de calzoncillos usaba.-Dante se rió y mire a mi padre, se sentó en el sofá y luego suspiró.

-Quiero saber la verdad, sabemos que en Fortuna todos son unos fanáticos. No puedo decir o decidir si fue alguien respetable o no.-hable claro y seguro, quiero respuestas ahora.

-Preguntale a tu tía o a tu madre.

-No ellas, no saben cuales fueron los últimos momentos que estuvo aquí, ustedes si.-los mire con enojo, estos malditos no dan el puto brazo a torcer. Dante suspiro derrotado y miró a Vergil, este le devolvió la mirada y hablo.

-Él solo desapareció Nero, mamá nos cuido sola por un tiempo y luego murio por defendernos a ambos.

-Al fin admites que no te dejo tirado.-mi padre lo miro con odio y Dante al ver que el bebé dormía, lo dejo en su carrito, luego se volvió a sentar en la silla.

-¿Pero no saben dónde fue o que pasó?.

-No, ni en el infierno puede encontrarlo.

-Lo más probable es que este muerto.

-¿Su hogar sigue de pie?.-ellos me miraron raro, carajo.-Es solo para saber nada más.

-La casa la tengo bajo mi nombre, soy el dueño pero ya nadie vive ahí.-la voz de Dante salió clara y profunda, estaban muy serio los dos.

-¿Te gustaría ir a verla?.-Vergil hablo y yo lo mire sorprendido.

-Si a ustedes no les molesta.

-Vamos, eres nuestra sangre. Es obvio que tienes que ir.-Dante se levantó y justo se abre la puerta de un tirón. La pequeña Patty apareció con exclamación.

-¿Por qué no me llamaste?.-sus cabellos rubios se movían con cada pasó que daba y Dante la miro con cansancio. El bebé se removió en el carrito y Dante se fijó si no estaba despierto.

-Baja la voz, por favor.-ella mira el carrito y llevo una mano a su boca.

-¿Desde cuándo tienes un hijo?.-él la miro neutral.

-No es mío, solo lo cuido.

-No puede ser.-ella se acercó al bebé y yo solo me fui a sentar a lado de mi padre. Nuestros ojos hicieron contactó y supimos que esto iba a ser fastidioso, suspiramos al mismo tiempo.

Destiny soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora