Misión 12:La pequeña Uadyet

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En mis brazos tenía a un gran bulto que dormía plácidamente. Yo acariciaba su cabeza y ella gustosa se removía para recibir más atención.

-Eres rara, te lo dice un tipo raro.-mire a Dante molesta y luego a Vergil quién no dejaba de mirarme de arriba a abajo.

-¿Por qué me miras así?-él otro solo corrió la mirada y suspiro.

-Me haces parecida a alguien que conocí. Igual de terca y de hermosa.-mi mandíbula estaba por los suelos y Dante volteo tan rápido para mirar a su hermano que por un momento creí que se había roto el cuello.

-Ah no hermano, ella es mía.-Dante se acercó a mi y me rodeo entre sus brazos.

-¿Qué mierda te pasa viejo?-yo trataba de salir pero era muy fuerte, Uady (así fue como la llamo de cariño) se despertó y mostró sus dientes a Dante.

-Estupido, no es mi tipo de mujer, solo dije lo hermosa que es.-Vergil dijo esto tranquilamente y Dante reforzó más sus brazos en mi.

-Me asfixias.-pero no me soltó Uady, se acercó lentamente a Dante, por mi mente pensaba que no le hiciera daño a Dante y como por arte de magia me miró e intento mantenerse en su lugar.

-Es verdad es hermosa, pero mía. Búscate a otra.-ya cansada toque su mano, él me soltó. Lo mire y respire hondo.

-Dante no soy tuya, ni tu mujer y ni tu amante. Así que guardarte estás escenas que no pegan.-me aleje de él siguiendo a Ati.

-Mia serás.-él dijo, me detuve y le sonreí.

-Veremos.-le guiñó un ojo y pareció algo satisfecho.

Caminamos por un tramo largó dejando a tras el magnífico desierto. Todo era más oscuro y olía a azufre.

Este lugar era de aspecto descuidado y poco higiénico. Demonios diferentes iban y venía. Se oigan llantos y gritos, me abracé más a Uady y ella comprendió que quería protección.

Hubo un episodio con un demonio, pero como siempre Dante y Vergil lo destruyeron sin demora. Uady salto de mis brazos y yo preocupada corrí a ella.

-¡Uadyet!-exclame pero se detuvo enfrente del cuerpo y empezó a comer los restos.-Oh creo que tenía hambre.

-¿Tu crees?-Dante sostenía su espada y me miraba con intensidad. Corrí mi mirada a Uadyet, volvía a mi satisfecha.

-Creo que ya se llenó.-Vergil hizo presencia y Ati se rio.

-La pequeña Uadyet, siempre igual.-se acercó a ella y la acaricio la cabeza, ella lamía su mano con cariño.

-¿Dónde es este lugar?-mire a los rincones oscuros, podía ver ojos que nos miraban desde la lejanía. Se escondía de nosotros.

-Esto es el lugar en donde van los impuros, los espíritus de los humanos que llegan hacer demonios completos. Se convierte en uno cuando sus pecados lo llevan a ellos. Esto mi señora es el lugar donde van los asesinos, los violados, ladrones, etc. Todas aquellas almas que no tiene respecto por la vida de otros.-se escucho como un saco de bolsa se arrastraba por el suelo. Ante nosotros hace presencia una criatura sacada de una película de terror. Su torso era de un grisáceo tétrico, no tenía pelos y sus ojos eran unas cuencas oscuras sin vida. Sus pies se veían desprendidos de su cintura y sus brazos flacuchos eran lo que sostenían todo.

-Los condenados.-dije en vos alta y Ati asiente con su cabeza.

-Así es, venga falta un poco más para llegar.-lo seguimos y tome a Uady, ella se enrrollo en mi cuello y lamió mi mejilla izquierda, recostó su cabeza en mi. Supuse que se volvió a dormir, lleve mi mano a su cuerpo y la acaricié muy lentamente.

Destiny soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora