Misión 28:El bambino

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Estaba esperando a mi hermana que bajara de las escaleras. Vergil y yo queríamos llevarla a elegir los manteles y las invitaciones a la boda. Solo éramos nosotros y unos amigos pero quería una linda invitación a mi boda.

-Aún no baja.-mire a Vergil y él estaba de brazos cruzados mirando el suelo.-¿Qué sucede?.-sus ojos se encontraron con los míos y me sonrió un como incómodo.

-Nada solo pienso en el tema del bebé.

-¿Te incómoda el echo que venga con el?.-nego con su cabeza y luego suspiró.

-Fue muy impulsivo de su parte pero ella es así supongo.

-Siempre quiso ser madre, la entiendo.-él se acercó y beso mi frente con cariño.-Casi destruye nuestra casa, eso sí no lo iba a permitir.-él y yo nos reímos recordando cómo Isabel casi rompe una pared entera solo porque mamá le gritaba a lo bestia.

Las dos se dijieron tantas cosas, jamás ví a mi madre tan enojada con mi hermana, siempre la que se mandaba alguna estupidez era yo. Mi hermana mayor, es la que mejor comportamiento tiene entre las dos. Ella era la sería y la fría en cualquier situación, ella sabe que hacer en cada situación. Pero ahora actuó de una forma muy sentimental e impulsiva. No digo que no logré ser la madre de ese bebé pero va hacer un reto muy grande.

Hay algo raro y no me lo quiere decir. Su comportamiento es raro, tomar a un niño así como así y ver lo fuera que se puso por tan solo eso. Es obvio que algo grande oculta, voy averiguarlo.

Baja ella con el bebé en brazos, Dante iba detrás de ella. Ella lleva un bolso y un carrito azúl. Mire la cara de Dante y se veía algo perdido, pensativo. De seguro está un poco enojado por todo esto y aún así sigue con ella, si está estúpidamente enamorado de ella.

Mi hermana me sonrió y yo también lo hice.

-Lo siento, le cambié el pañal y le di el biberón.

-Si dije que el Qliphoth olía mal pues este peque se estaba pudriendo.-todos nos reímos, Aset miraba a Dante con alegría y relajada, el también lo estaba cuando la miraba. Solo quiero que esto no los separe, porque hacen una hermosa pareja.

Salimos al auto y deje que Isabel ponga al bebé en su sillita. Ella la encontro en el garage porque era para Nero. Dante iba del lado izquierdo del auto, Isabel iba en el medio y el bebé en la otra ventanilla. Vergil conducía y eso me aprecio totalmente sexy, encima llevaba una camiseta violeta que le regale y unos hermosos pantalones de jean negros. Se ve tan elegante y sexy, joder quiero hacerlo ahora.

Dante llevaba una camiseta azul oscura y unos jean claros. Viéndolos así se nota a leguas que son nuestros hermosos hombres.

-Isa ¿el bebé está sano?.-Vergil pregunto y escuché la voz de Aset algo alegre.

-Si, solo le tengo que dar algunas vitaminas y ya sería un peque sano.-mire a Dante por el espejo y observaba serio a Isabel, luego sin mucha importancia volvió a mirar por la ventana.

-Eso es bueno.

-Y una locura, ahora sí puede decir que tienes unos ovarios de oro.-me reí y mi hermana también, ella solo miraba al frente.-Los dos haciéndose cargo del bebé.

-Dante no es el padre adoptivo, yo sola voy a tener su custodia.-su voz salió firme y segura, la mire y en sus ojos ví ese magnífico destello que solo ella poseía. Luego mire a Dante se sonrió divertido.

-Eres rara.

-Viene de familia.-ella me enseñó el dedo del medio y yo también. Volví a posición actual y ví a Vergil totalmente en desacuerdo.

Destiny soulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora