Destiny soul

Misión 7: Caminos

Al terminar con la pequeña batalla, me acerque a ellos muy despacio. Estaba en una forma demoníaca extraña, su espectro había cambiando y yo tragué un poco de saliva. ¿Por qué dije que estaría bien que me acompañaran? Tomaron su forma humana y empezó de nuevo una discusión por la velocidad del otro.

-Dante, estuve cerca que me cortará la cabeza por tu inmadurez.-Vergil guardó su katana y Dante aplaudió riéndose.

-Lo siento pequeña princesa pero si no te diste cuenta yo estaba hasta los huevos de ellos.-yo me acerqué a Dante y este se dio vuelta prestándome atención a mi y dejando a su hermano con la palabra en la boca.-¿Qué pasa amor?-sonrió gustoso y yo solo levanté mi mano con algo de duda.

-¿Ustedes no son humanos no?-los señale con mi dedo y Dante se mofo de mi comentario.

-¿Ahora te das cuenta?.

-Ay perdón, soy estúpida.-me crucé de brazos y suspire, Dante se rió y luego guardó su espada vete a saber dónde.

-Somos mitad humanos y mitad demonios.-me quedé mirando algo sorprendida.

-¿Es eso posible? Se de leyendas o mitos de seres teniendo híbridos de tal grado como esto pero pensé que eran cuentos no más.

-No señorita, existen seres como nosotros.-dijo Vergil, peino su cabello hacía atrás y me miró como piedra.

-Señora, dime señora.-Dante bufo y lo mire mal.-¿Pero quién es su padre?

-Sparda.-los dos soltaron su comentario al mismo tiempo.-Eh como cuando éramos niños.-Dante tocó el hombro de su hermano y esto lo quito con asco.

-Cállate.-yo los miraba sin poder creerlo, sentía que iba a explotar de la emoción.

-Jodeme ahora.

-Si tú dices.-Dante se acercó peligrosamente a mi y yo me corrí un poco.

-Ni me toques. Esto quiere decir que el Caballero Oscuro Sparda, existe.

-Existió, hace mucho que no lo vemos.

-Esto es genial, estoy enfrente a los hijos de Sparda. Ya no me parece tan mal pasar el infierno.-me reí y decidí seguir el camino mientras estaba a punto de saltar encima de ellos y preguntarle todo sobre Sparda.

-¿Te gusta la historia de Sparda?-Vergil llegó a mi lado y yo casi pego un grito de la emoción.

-Pues obvio, gracias a su leyenda me entusiasme con la historia antigua. Amo leer libros de leyendas y mitos o de la historia de la humanidad. Mi gran deseo es convertirme en una arqueóloga famosa.

-Interesante amor.

-¿Les moslesto preguntado por su padre?-hice ojos de cachorro a Dante y este algo desganado me responde.

-Vamos pregunta.

-¿Cómo era el?

-Albino y alto.

-¿Era tan buen guerrero como dicen las leyenda?

-Por algo peleamos así con mi hermano.-yo me detuve porque de seguro está pregunta iba a chocarle un poco, pero solo forme un comentario dulce pero con mucho respeto. No quería que ellos se enojaran conmigo.

-Su madre habrá sido una mujer estupenda.-agache la cabeza en forma de respeto.

-Lo fue.-Dante dejó el comentario por ahí y yo sentí un olor a azufre muy fuerte.

-Joder, que asco de apeste.-me tape la nariz, Dante y Vergil se adelantaron un poco más.-Chicos esperemos no...-él piso debajo de mis pies se abrió y pegue un grito liberando todo mi aire en los pulmones.