(Alan)
De alguna manera logré levantarme. El dolor no había cedido, y el cuerpo empezaba a pesarme. Me pregunté si mi herida se había infectado o algo así, como sea, no había tiempo para confirmarlo.
Jenn había dicho que alguien estaba merodeando mi auto, lo cual era malo. Si alguno de los hombres de Jim nos había encontrado, deberíamos deshacernos de ese auto lo más pronto posible. Caminábamos entre maleza y arbustos secos.
Afuera era todo oscuridad y silencio. Sabía que estábamos caminando hacia el auto, porque veía su sombra hacerse cada vez más grande, pero mis piernas se sentían entumecidas. El viento helado me golpeaba en la cara, y el sonido de mis botas en la tierra se escuchaba amplificado en mis oídos. Mis sentidos estaban hipersensibles, así que saqué la navaja de mi bolsillo cuando vi una sombra moverse a pocos metros adelante.
Saber si lo que veía y escuchaba era totalmente cierto, era difícil. Los bordes, de la imagen que veía con mis ojos, estaban oscurecidos. Aún parecía ser un sueño. Cuando la sombra frente a mí tomó forma, y estuvo lo suficientemente cerca, lo sorprendí por atrás y puse la hoja de mi navaja en su cuello. La apreté con fuerza, esperando que el tipo no notara la poca firmeza de mi mano. Mostrar debilidad era el peor de los errores.
-¿Qué piensas que haces? -dije, mi voz más agitada de lo que creí. Jenn caminó hasta quedar frente a frente con él.
-Fuiste demasiado descuidado -dijo ella -. Un error fatal.
-Ah ¿en serio? -respondió el tipo. Sonaba confiado, probablemente sabía algo que nosotros no.
-¿Qué es lo que sabes?
-Lo mismo que tú. Con la diferencia de que yo sé lo que significa.
-¡Habla claro! -apreté con un poco más de fuerza la navaja en su cuello.
-Sé que, por más que lo intentes, no podrías matarme, no con esa navaja solamente -sonrió, y entonces apreté la punta de mi arma en su piel.
-¿Eso crees?
-No finjas -dijo ahora -. Ambos sabemos lo débil que estas, no tienes firmeza, ni precisión en tu agarre. Tu herida de bala realmente te dejó moribundo -lo escuché reír. Definitivamente había algo que yo no sabía, porque todo lo que él había dicho era cierto. Justo ahora podía sentir el sonido de mi respiración, y mis pulmones parecían amenazar con cerrarse.
-Corta su cuello, Alan -La voz de Jenn se escuchaba lejana. Maldecí en voz baja. Debía mantenerme despierto, no podía perder la conciencia justo ahora -. ¿Alan?
-No podrá hacerlo -dijo el tipo -¿No has notado sus reflejos tan lentos? -tarde de mi cuenta que había sacado un arma de algún lado, apuntó hacia Jenn y disparó directo hacia su pierna.
Mierda. Mis reflejos fueron realmente lentos, al igual que mi pulso al cortar su rostro y parte del cuello con mi navaja. No había sido una herida fatal, pero poco me importó cuando me apresuré hacia Jenn.
Mi visión oscilaba entre claridad y oscuridad, y los sonidos perdían intensidad. Estoy seguro de que dije algo, pero no recuerdo qué fue.
-Estoy bien -escuché la respuesta a la pregunta que, aparentemente, había formulado. Ella me miró, y frunció el ceño en una expresión casi de espanto -. Pero tú no lo estás -vagamente noté que miró hacia algún lugar detrás de mi, y sus ojos se abrieron más grande.
ESTÁS LEYENDO
Olvídame
БоевикYa nada será igual. Respira hondo, cierra los ojos, e intenta recordar. En ésta segunda parte: la clandestina vida de Alan saldrá a la luz. Mentiras y secretos guardados celosamente bajo llave, pondrán a prueba la confianza de Liz. Los amigos podrí...