Capítulo extra: Lo que pasó después

6.9K 582 61
                                    

Hey! Ha pasado un tiempo, pero aquí estoy, con un capítulo extra!! ^.^ He estado leyendo comentarios y entiendo que han quedado algunas dudas y preguntas que no pude responder en el último capítulo. Espero que entiendan que, al ser mi primera novela, se me complicó un poco darle un desenlace concreto que dejara la historia completamente cerrada. Pero espero que en este capítulo extra las preguntas se respondan ;D si tienen alguna otra pregunta, no duden en ponerla en los comentarios ;P

Disfrutenlo!!! :)
......................................................

Liz

Me acerqué a la cacerola humeante y aspiré. , ya casi estará.

-Eso huele bien -escuché la susurrante voz de Alan detrás de mí. Miré sobre mi hombro y pude respirar la fresca esencia de jabón, entonces noté que él solo estaba usando una toalla, con todo el pecho desnudo y algunas gotas aún cayendo de la punta de sus cabellos.

-¡Oye, vístete!

Él rió.

-Vivimos juntos, no te apenes.

-¡No me apeno! - rodé los ojos, pero no pude contener mi sonrisa -. Te he visto con menos ropa que eso -dije apuntando hacia la toalla con el cucharón en mi mano, Alan enarcó una ceja y se apoyó sobre la mesada detrás de él, cruzando los brazos.

-Eres una pervertida -dijo con un dedo acusatorio hacia mí -. Corrompes mi pobre alma.

Rodé los ojos y volví a la cacerola.

-De todas formas, tu hermana llegará pronto, así que deberías vestirte.

-Sí... -dijo y soltó una leve risa. Sonreí, yo conocía ese tono de voz.

-¿Estas emocionado? -pregunté, y, juzgando mi tono de voz, yo parecía más emocionada que él.

-Estoy nervioso. Han pasado años desde la última vez que la vi.

Habían pasado unas pocas semanas desde que Alan había salido de prisión. Yo no lo sabía, pero durante los cinco años que él pasó ahí adentro, le prohibió a Ellie visitarlo, y se había prohibido a sí mismo saber algo de ella... supongo que era como un autocastigo. Cuando Alan fue sentenciado, Ellie tenía solo diez años, ahora ella volvería a ver a su hermano, cumplidos los quince años.

Aunque él no lo admitía en voz alta, había estado totalmente inquieto desde que recibió la llamada de Erik, diciendo que vendrían a visitarnos. Y yo me sentía irritantemente feliz, era como estar viviendo una escena de película. Teníamos una nueva vida ahora, una vida normal, donde nuestras preocupaciones eran tan mundanas como cualquier otra.

A solo días después de que Alan cumpliera su condena, decidimos que viviríamos juntos. Por supuesto, mi madre se opuso rotundamente al principio, pero yo me había convertido en una adulta, había empezado a ejercer mi carrera y mi madre ya no podía pretender seguir decidiendo por mí.

OlvídameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora