(Liz)
Miré hacia el cielo estrellado sobre mi cabeza. El viento hacía volar mi cabello, y mi pie pisaba el acelerador. Habían muchas sensaciones en mi pecho, y al mismo tiempo me sentía liviana, como una pluma.
—Un poco más —dijo alguien a mi lado. Yo obedecí y aceleré la velocidad. Por supuesto que todo esto era un sueño, pues yo ni siquiera sabía conducir. Sin embargo ahora lo hacía como si fuese todo lo que importase.
No había nadie alrededor, las calles estaban desiertas, como si el mundo hubiera desaparecido solo para poder vivir este momento. Y, de repente, el cielo explotó en fuegos artificiales.
—Medianoche —dijo la persona a mi lado —. Feliz año nuevo, Liz.
Quise mirar a mi lado y responder, pero cada vez que lo hacía, la oscuridad parecía hacerse más densa. Así que no me moví, seguí acelerando, y con las estrellas explotando sobre nosotros, no quise que este momento desapareciera.
Un gran portazo. Eso fue lo que me arrancó de aquel sueño. Algunos libros que estaban sobre mi cama cayeron al suelo cuando me senté de golpe. Me di cuenta, entonces, que me había quedado dormida mientras hacía la aburrida tarea de matemáticas, incluso noté que había escrito algunas tonterías mientras estaba medio dormida. ¡Maldición! Al parecer, mi problema de sonambulismo aún no desaparecía.
Otro portazo, aún más fuerte, me hizo saltar en mi lugar. Al principio, había creído que era mi madre, pero ella nunca azota la puerta, es más, me regaña cuando cierro la puerta con fuerza, sin mencionar que es muy probable que ella esté trabajando justo ahora.
Mi paranoia se disparó cuando empecé a escuchar sonidos fuera de la habitación. ¿Ratas? No, esos sonidos eran demasiado fuertes como para ser provocados por pequeñas ratas. ¿Gatos? Probablemente, a veces el gato del vecino se escapaba y, de alguna manera, encontraba su camino hasta aquí. ¿Fantasmas? No estoy segura, al llegar aquí alguien me contó una horrible historia de alguien que se había suicidado aquí, probablemente era mentira, pero no voy a descartar esa posibilidad. ¿Un ladrón? Tal vez, la cerradura de la puerta principal estaba bastante vieja y seguro sería fácil deshacerse de ella. Esa última posibilidad tomó fuerza con el sonido de pasos caminando por todo el piso.
Determinada a averiguar quién o qué hacía ese ruido, tomé el objeto más duro y resistente que encontré, lo cual era una vieja lámpara de aceite. ¿Por qué tenía eso en mi habitación? Ni siquiera estaba segura.
Con la lámpara en mi mano, salí a paso lento de la habitación. Al parecer, los sonidos venían de la cocina. Empecé a considerar la idea del gato, hasta que escuché pasos corriendo detrás de mí, entonces consideré la idea del fantasma. Seguí caminando hacia la cocina, preparándome para golpear algo, pero cuando llegué no había nadie allí, y los pasos detrás de mí sonaron nuevamente. ¿De repente esto se había convertido en una película de terror? o, tal vez ¿Aún estoy soñando?
—No estás soñando —mi alma casi se sale de mi cuerpo cuando una susurrante voz dijo eso muy cerca de mi oído. Volteé con la lámpara levantada hacia el cielo, estaba a punto de dejarla caer en su cabeza cuando me di cuenta de a quién tenía frente a mí.
—¿Aiden? —dije bajando la lámpara. Él sonrió y lo golpeé en la cabeza.
—¡Hey! —se quejó —¿así recibes a tu primo favorito? El cual no has visto por, no lo sé, ¿cinco años?
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Olvídame
ActionYa nada será igual. Respira hondo, cierra los ojos, e intenta recordar. En ésta segunda parte: la clandestina vida de Alan saldrá a la luz. Mentiras y secretos guardados celosamente bajo llave, pondrán a prueba la confianza de Liz. Los amigos podrí...