Adam PDV'
-¡Tenias que ser tan lenta! -grite mientras corría hasta la otra calle con mis manos en mi cabeza, como si me tapara de esta lluvia tan intensa.
-¡Tú eres el que me empujo! -grito mientras llegaba a mi costado.
-Olvídalo -dije, nos colocamos debajo de una casucha con balcón. Aunque la intensidad de la lluvia bajo me sigo empapando.
-¿Cuanto falta? -preguntó.
-Doblando la esquina -dije mientras señalaba, vi que empezó a frotar sus manos en sus brazos y empezó a mover sus piernas. Me saque mi camisa verde y se la puse-.Abrígate -dije, estiro sus brazos y se las puse, vi como agitado sus brazos, parecía un pollito metida en una camisa de un elefante.
-Gracias -dijo.
-¿Lista? -le pregunte señalandole la esquina. Asintió, la cogí de la mano y corrimos lo más deprisa que pudimos, doblando la esquina pude visualizar mi casa, lo señale y la jale hasta llegar a la puerta.
-¿Qué sucede? -pregunto al ver que ponía cara de espanto.
-Creo que he olvidado las llaves -respondí, me acerque a la puerta para intentar oír si alguien estaba.
-Para eso esta el timbre -dijo Marissa mientras hacia un tacto de su dedo con el timbre.
-No se si estarán, mamá me dijo que saldría con Freddie -avise mientras tocaba la puerta con mi puño.
-Bueno, entonces esperemos -propuso Marissa, justo cuando da la media vuelta la puerta se abre y mostraba a Paola.
-¿Por que sin pantalón? -pregunte al verla con una remera que le llega por debajo del muslo sin unos pantalones.
-Tuve visita -respondió, empuje la puerta y vi si alguien estaba dentro, jale de la mano a Marissa y la hice entrar.
-¿Visita? -dije mientras cerraba la puerta por detrás mio.
-Si, pero suficiente con una pareja teniendo relaciones sexuales en el cuarto de sus padres -dijo Paola.
-No somos pareja -dijimos yo y Marissa al mismo tiempo.
-Eso es lo que dicen todos.
-Vete a tu habitación -le dije, se dio media vuelta pero se fue hacia la habitación de mi mamá.
-Nunca nos contaste de ella -dijo Marissa mientras se sacaba mi camisa y me lo devolvía.
-¿Nos? -pregunte.
-Si, nos -me corrigió.
-Paul sabe -respondí definiéndome.
-¿Y quien es ella? -pregunto la metiche de Marissa.
-Hermanastra -conteste.
-¡No! -escuche el grito de Paola.
-¡Cállate! -grite, no quiero escuchar algún orgasmo.
-Llamare por un pizza -dijo Abbie mientras trataba de evitar los gemidos.
****
-Todos lloran -dijo Marissa mientras estiraba sus pies.
-No todos -dije.
-Si, claro.
-Es la verdad, nunca me gusto alguien, nunca sufrí, nunca sentí dolor -dije mientras cogía otro pedazo de pizza.
-Eso es mentira, no digas nunca, ¿y qué hay de Leyva? -dijo, escupí mi pizza y veía como ella tapaba sus labios con sus dos manos.
-¿Qué dijiste? -reclame que me repitiera lo que me dijo, sus manos seguían tapando sus labios y su cabeza se movía de izquierda a derecha en modo de negación-.Repitelo -exigí.
-Leyva -repitió.
-¿Leyva?, ¿piensas que yo y ella somos novios? -dije y vi que asintió.
-Los novios tienen sexo, ¿no? -pregunto. ¿Qué más sabe esta chica?
-¿Qué?, ¿quien te dijo eso? -pregunte mientras apartaba la caja de pizza-.¡Seguro fue Paul!
-Disculpa, no se lo regañes.
-No siento nada por Leyva.
-¿Entonces por qué lo haces?.
-Bueno para sentir a gusto, ¿no?, eso hacemos.
-¿Crees que tener sexo te hace feliz? -pregunto Marissa.
-Eh, hablemos de otra cosa -propuse.
-Me das asco -dijo Marissa mientras se paraba.
-Disculpa -dije mientras le tapaba el paso.
-No hay de que disculparse, solo que tratas a esa chica como un objeto ¿qué tal si ella siente algo por ti?
-No lo hace -dije con sinceridad-.Eh, mira, te contare un secreto -propuse.
-¿Qué? -la jale y la hice sentar en el sillón, me acomode al frente de ella y me senté en modo indio en el suelo.
-Nunca he besado a alguien -confesé. Sus ojos rápidamente se abrieron como un búho.
-No te creo.
-En serio.
-¿Y con Leyva?, digo, cuando tenían eso.
-Ni un beso, todo era pura pe...
-¡No lo termines! -interrumpió Marissa tapándose los oídos.
-Disculpa.
-¿Nunca?
-Nunca -le confirme. Estoy seguro que no me cree, pero es la pura verdad-.¿Tú? -le pregunte.
-Bueno, yo no, si he besado a alguien.
-¿Quien? -pregunte mientras apoyaba mi cabeza entre mis manos.
-Nick -respondió, ¿Nick?.
-¿Tu novio?
-¿Podemos hablar de otra cosa? -propuso, por su incomodidad lo hice.
-¿Me enseñas? -dije.
-¿Qué cosa? -dijo, cogió el vaso lleno con Coca Cola y se lo tomo.
-Enséñame a besar -propuse.
-Besame
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¿Se puede no enamorar?
HumorChica de 17 años, expulsada de su escuela, o bueno, su ex escuela. Esa soy yo, Marissa White. Aparte de que mi apellido es blanco, tengo que aclarar que no soy blanca y sigo en proceso de convertirme en un unicornio; tengo que empezar mi ultimo año...