—Eso no es de personas normales —lo señale mientras aparcaba fuera de mi casa. Aún se escuchaba El sol no regresa de la Quinta Estación, en la radio del auto.
—No me gusta el inglés, por lo tanto que no me gustas las canciones en inglés -sacó las llaves del auto y se cruzó de brazos—.¿Acaso todas las personas deben escuchar canciones en inglés?
—Si —reproche.
—Me rehusó —negó con la cabeza.
—Tu si que eres único —susurre, me desabroche el cinturón y abrí la puerta del auto—.No te olvides de averiguar que traman Abbie y Paul —le recordé, salí del auto, agite mi mano en modo de despedida y vi como desaparecía por la calle.
Mierda. Me olvide la llave.
•______________•/
—Aja... —respondí como si estuviera prestandole atención a lo que me decía.
—¿Me estas escuchando? —pregunto mi madre, asentí—.Ni siquiera sabes disimular —me quitó el control remoto de mis manos y lo apago para luego colocarlo entre sus senos. Perfecto.
—¡Mamá!. Estaban apunto de matar a Sofía —señale la televisión mientras gritaba. ¡Sofiaaa!
—Esa serie lo ves a cada rato, ¿es que acaso no te da asco ver esas cosas? —quiso tratar de hacer señas con sus manos.
—Y eso que no has visto series sangrientas... —les aseguro que ver el control remoto entre los senos de tu madre no es muy bonito, prefiero ver el trasero arrugado de Cristi o hasta el espantoso rostro de Adam.
—¿Por qué no ves cosas más, más de mujercitas? —coloco sus manos en sus caderas respectivamente - Como los programas de belleza y cocina, esas serán mejor.
—Hay, vamos mamá, creo que ya hablamos de esto. Mi vida, mis... —me interrumpió golpeándome la cabeza con el control remoto.
—Nada que mi vida mis reglas carajo, yo te crié, ¿¡ y hasta ahora lo único que sabes es preparar es un sándwich!? —hablaba mientras movía el control de aquí para allá y yo me seguía sobando la cabeza—.Dime que harás cuando te cases, ¿eh?.
—Compraremos pizza todos los días —susurre, y recibí otro golpe en mi cabeza tirado por mi madre—.Yo solo quería terminar de ver el capitulo —señale la televisión.
—El día de mañana tengo el día libre.
—¿En serio?, hace un tiempo que no tenías días libres.
—En fin, iré a visitar a tu padre. ¿Quisieras venir conmigo? —pregunto, me tomó un poco de sorpresa aquella pregunte, creo que me esperaba como que: Mañana te enseñare a cocinar, o iremos a que te enseñen a maquillar y a caminar con tacos; que por sí acaso son las peores actividades. Pero visitar a mi padre, no es que tampoco no lo quiera, es que siempre, siempre, término cayendo en lágrimas, mi madre igual y odio verla así.
Ver a tu madre llorar es un dolor insoportable, tendrás que abrazarla y aguantar que también se te caiga las lágrimas mientras le dices que todo estará bien, pero sabes que no es así, no sabes que te prepara el futuro, y nuestro futuro después de la muerte de papa no fue tan "bien".
-Esta bien -logre soltar un gran suspiro-.Pero luego iremos de compras -hice mi puchero. Ella asintió, luego se alejó de la sala-.¡Mamá!
—¿Qué sucede? —volteó a verme. Le señale el control remoto que aún seguía entre sus senos, lo miro confundida y luego entendió—.No dejare que sigas viendo personas comiéndose a otras, esos muertitos que reviven.
—Zombies —le corregí.
—Esa cochinada —y dicho esto se fue, y me dejo sin terminar de ver mi serie.
Aplausos para mi mami.
Maratón 3/5
ESTÁS LEYENDO
¿Se puede no enamorar?
HumorChica de 17 años, expulsada de su escuela, o bueno, su ex escuela. Esa soy yo, Marissa White. Aparte de que mi apellido es blanco, tengo que aclarar que no soy blanca y sigo en proceso de convertirme en un unicornio; tengo que empezar mi ultimo año...