—¿Estás segura de eso? —me pregunto mi madre por enésima vez si Abbie era una traficante de órganos.
—Si madre —la vi como metió un trozo de panqueque a su boca, y acomodó sus brazos en la mesa para poder escucharme mejor.—Por que sus padres sí existen, y si no me equivoco trabajan en el edificio de la revista Queen&Kings —tome un sorbo de café y proseguí.—Su padre es el creador de esa revista, su madre es la encargada de las fotografías y esas cosas - me levanté de mi asiento y apoye mis manos en la silla en la que estaba sentada hace 5 segundos.—¿Algo más que quieres saber?.
—Me dijiste que tenía una hermano —cogí mi mochila y la acomode en mis hombros, mientras me acercaba a la puerta.—¿Qué hay de él?
—Mami, se me hace tarde —me acerque para darle un beso en su mejilla izquierda.—Te quiero, adiós —corrí hasta la puerta y salí lo más rápido, escuche unas cuantas cosas a mi madre que no llegue a entender. Saque mi celular de mi bolsillo trasero y vi un mensaje de Abbie, mi salvación.
"Estoy hay en un segundo"
Al terminar de leerlo escuche una bocina de un auto, subí mi vista rápidamente y había una camioneta color gris reluciente. Esta chica exagero con lo de "estoy hay en un segundo" .
—Eso fue rápido —le dije una vez adentro del auto sentada en el asiento copiloto. Ella estaba con un Jean rasgado en las rodillas, una polera aguada color verde, tenía una botas pequeñas que apenas tapaba un poco más arriba de sus pies, tenía las manos en el volante de su auto recién entregado del taller, su cabello castaño estaba suelto y tapaba sus ojos con unos lente de sol.
—Trataba de ser Michelle Rodríguez —prendió el auto y lo puso en marcha. Cruzamos algunas calle escuchando la radio mañanera. Llegamos a nuestra escuela, Abbie empezó a buscar con su vista un lugar desocupado en el estacionamiento, cuando lo encontró lo aparcó lo más lento posible.
—¿Algo novedoso que me tengas que contar? —le pregunte mientras bajamos del auto.
—Si a novedoso te refieres a Jackson —le golpee el hombro con mi mano al escuchar eso.—Admítelo ya Marissa —no pude no sonrojarme ante eso, Abbie no paraba de molestarte desde ese día en su casa cuando yo, supuestamente, me quedaba babeando viendo la sonrisa de su hermano.—El no vendrá, no estudia acá así que no trates de ponerte bonita cada cambio de hora —Abbie me había contado que Jackson era 2 años mayor que nosotras, así que ya estaba estudiando en una universidad, pero no de esas tipo internado si no que va como nosotras vamos a la escuela, y que ese día que me lo encontré el vino a hacer unos papeleos para Abbie, ya que sus padres seguían de viaje.
*
*
—Publicó su teoría de la relatividad especial en ella incorporo en un marco teórico simple fundamentado en postulados físicos sencillos, conceptos y fenómenos estudiados antes por Henri Poincare y por Hendrik Lorentz —decía el profesor Calvin sin dar ninguna pausa para respirar o relamer sus labios.
Simplemente no se cansaba de hablar.
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¿Se puede no enamorar?
HumorChica de 17 años, expulsada de su escuela, o bueno, su ex escuela. Esa soy yo, Marissa White. Aparte de que mi apellido es blanco, tengo que aclarar que no soy blanca y sigo en proceso de convertirme en un unicornio; tengo que empezar mi ultimo año...