Adam PDV'
-Leyva, levántate -dije saliendo de la cama, sentandome al borde y frotándome mis ojos, vi como Leyva se revolvía entre las sabanas.
-Un poquito más -reclamo, ¿un poquito más?
-Un poquito más de tiempo o de que te...
-¡De tiempo! -grito no dejándome terminar la oración que le tenía preparada. Vi el reloj de mi mesa y suspire con toda la pereza del mundo.
-Leyva, mi mamá ya va a llegar -le recordé, voltee a verla ya que no obtenía respuestas y me percate de que se volvió a dormir.
Maldición.
Recogí mi ropa tirada en el suelo y la puse en la canasta de ropa sucia, me acerque a mi armario y saque mis bóxer junto a unos short's tipo veraniego.
Me coloque mi bóxer y sentí una almohada impactar en mi espalda.
-¿Por qué eres tan sexy? -pregunto Leyva abrazándome por detrás.
-Me hicieron con mucho amor, mucho -bromee, me aleje de ella y salí de mi habitación, escuche un gruñido de parte de ella lo ignore y me dirigí hacia la cocina.
Me acerque a la repisa alta y saqué la caja de cereales de chocolate. Abrí la bolsa y me serví en una taza.
-Adamsito -rodee los ojos y voltee para encontrarme con Leyva, ya con ropa y su cartera en su hombro.
-¿Qué? -cogí un cuchara y la rellené con cereal para luego devorarmela.
-¿Nos encontramos mañana? -pregunto algo coqueta, negué con la cabeza-.¡¿Por qué?! -grito, ya la hice enfadar.
-Leyva, mi madre no tarde en llegar, ¿podríamos por favor ya irte? -la vi cruzarse de brazos y enarcar una ceja.
-No -respondió desafiante-. Ya es hora de que me presentes a tu madre, ¿no lo crees?.
-¿Perdón?.
-Adam, como tu novia debería conocer a tu madre y tu madre debería conocerme.
-Estas loca -susurre mientras tomaba otra cucharada con cereal, se acercó furiosa y empujo mi taza fuertemente haciéndolo impactar con el suelo.
-¡Maldición!.
-¡¿ACASO NO SOY TU NOVIA?! -grito empujandome el hombro. Tire mi cuchara hacia el lavado ya algo enfadado, ella no tiene ningún derecho para romper mi taza preferida ¡Mi taza preferida!.
-No -respondí.
-¿Entonces qué soy?.
-¿No es obvio? -pregunte con sarcasmo, me puse en frente de ella y agache mi cabeza para tener contacto con sus ojos-.Solo me buscas para sexo, Leyva.
Su mirada ya estaba anunciándome la tercera guerra mundial, pero era la verdad, sólo soy un juguete para Leyva. Sentí un impacto en mi mejilla izquierda, me tiró una cachetada. Me empujo y se empezó a alejar.
Empece a sobarme la mejilla esperando escuchar un portazo, pero no se escuchaba nada, camine hacia la sala y vi que Leyva estaba buscando algo, sus ojos se vieron atraídos por la mesa de noche, el jarrón de mi madre, oh no.
Antes de evitar la estupidez de Leyva, vi que ella corrió lo más rápido y cogió el jarrón.
-Leyva...
Amenazo con su mirada romper el jarrón.
-Si me necesitas, te estaré esperando -dijo agitando el jarrón, corrió hacia la puerta principal y salió corriendo, la seguí lo más rápido posible pero ella tenía gran delantera.
Maldición, maldición y maldición tres mil veces más, corrí hacia la pista y ya la visualice lejos, me jale de los pelos ya muy enfadado, pero evitando dejarme calvo la bocina de un auto atrás me hizo saltar del susto.
El auto de mamá, diablos.
La vi salir del auto seguido de Freddie. Joder, mire mis piernas, y ahora recuerdo que estoy solo en bóxers. Vi a alguien más salir del auto, una chica, parece de mi edad, tape con mis manos mi parte íntima y sonreí con toda la vergüenza del mundo.
-¡Mamá! -grite emocionado.
-¡Estas en bóxers! -grito avergonzada, susurro alto a Freddie y empezó a acercarse a grandes pasos. Oh dios, mi cosita será cortada, ya no tendré cosita,sentí que me empezó a jalar de mi oreja y me empujo dentro de casa.
-¡Bonitas piernas! -grito alguien fuera de casa.
-¡Gracias, divino! -agradecí, mi mamá corrió hacia su habitación al final del pasillo, y cuando volvió tenía su chancla en la mano. Oh no ¡TIENE CHANCLA, CORRAN!.
***
-Tal vez podríamos ir el próximo fin de semana -sugirió Freddie, atrape la carne entre mi tenedor y lo metí a mi boca, visualice a la hija de Freddie y ella empezó a hacer muecas con su boca, muecas asquerosas.
-¿Y ella habla? -pregunte señalando a la chica con mi tenedor.
-Pao, saluda -reclamó su padre, vi que sólo se limitó a mover su mano derecha.
-Bueno, em, ¿está rica la comida, verdad? -pregunto mamá queriendo salir de este círculo incómodo.
-Si, cariño -dijo Freddie queriendo acercarse para darle un breve beso, rápidamente puse mi tenedor con carne en su boca de mi madre evitando que pasara el próspero acto.
-No permitiré esto, así que cuidado con la erección rápida, no quiero un hermano -dije.
-Bueno, ¿Adam? -pregunto Freddie llamándome la atención. Lo mire y asentí-. ¿A qué universidad piensas ir? -pregunto para después tomar un gran sorbo de su agua, mamá hizo lo mismo.
-No pienso ir a la universidad -recalqué, mamá y Freddie escupieron sus líquidos y "Pao" o como se llame empezó a reírse a carcajadas, linda.
-Él esta bromeando, sólo bromeando -dijo mamá.
-No, es la verdad. No pienso ir a alguna universidad -dije, me pare de mi asiento y fui hacia mi habitación.
-¡Adam! -grito mamá.
Me tumbe a la cama, cayendo boca abajo, pase mi mano por mi mesita de noche y encontré mi celular. Le mande un mensaje a papá, de que el nuevo pretendiente de mamá ya se mudó. No es cruel, no le intentó hacer saber que "Freddie" sería mejor persona, sólo que papá siempre me lo pide, él aún ama a mamá, y viene cada vez a espiarla, a lo que mamá ni cuenta se da.
Mi celular vibro, lo prendí y leí el mensaje de papá:
'Si lo se, la estoy espiando'
Típico.
Maraton 2/5 c:
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¿Se puede no enamorar?
ComédieChica de 17 años, expulsada de su escuela, o bueno, su ex escuela. Esa soy yo, Marissa White. Aparte de que mi apellido es blanco, tengo que aclarar que no soy blanca y sigo en proceso de convertirme en un unicornio; tengo que empezar mi ultimo año...