Capitulo 40: En medio de la noche

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German Thompson estaba sentado en su oficina, revisando los papeles de una de sus varias empresas, pero había algo rondándole la cabeza... era su hija ________

No era un secreto para nadie que la relación de su hija y de él no era para nada buena, desde que ella era pequeña siempre hubo algo mal... No sabía por qué... ¿Por qué le había tocado vivir algo así? Y aunque en el fondo la amaba porque era su única hija, deseaba que las cosas hubieran sido diferentes. Que no hubiera tenido que haberla mandado al otro lado del planeta, que no hubieran tenido que sacar de la mansión casi arrastrándola por la puerta trasera, como una criminal, como una demente... para que las personas a su alrededor no se dieran cuenta de que había algo fuera de lo normal.

Tenerla aquí traía muchos recuerdos, recuerdos oscuros... estaba claro que ella no quería estar cerca de él o de su familia, pero era por su seguridad. Aunque a decir verdad el al principio no estaba demasiado seguro de traer a _________ de regreso a la mansión, pero por algún motivo Elizabeth, su esposa había insistido; sabía que ellas dos no se llevaban nada bien pero por algo la mujer había sugerido, que su hija viniera.

-Sr. Thompson-. Se escuchó una voz haciéndolo sobresaltar de repente y salir de todos sus pensamientos, para encontrarse con una de las señoras del servicio parada en la puerta. -Lamento interrumpirlo, pero alguien insiste en verlo-. Le informó ella y el frunció el ceño, no tenía ninguna reunión pautada para ese día.

-¿Quién es?-. Preguntó el hombre algo extrañado.

-El Sr. Oliver Queen-. Informó la empleada y él aun sin entender demasiado qué hacía Queen ahí, asintió para que lo dejaran pasar.

-Buenas tardes Sr. Thompson, lamento venir de manera inesperada-. Dijo Queen entrando en la oficina mientras se acercaba a estrecharle la mano al hombre.

-No le mentiré Queen, me extraña verlo ¿Qué hace aquí?-. Preguntó German indiciándole a Oliver que se sentara frente a él, el joven sacó un sobre grande que contenía una carpeta y lo puso sobre el escritorio.

-Tengo información que puede interesarle-. Le dijo mirándolo expectante.

-Acerca de...-. Preguntó German.

-De Roy Harper, el nuevo guardaespaldas de su hija-. Le informó Quen haciéndole señas para abriera la carpeta que se encontraba frente e él, contenía todos los detalles de la vida de Harper, incluidos varios, de hecho muchos delitos cometidos en el pasado. German Thompson no podía creer que el tipo que había puesto a vigilar a su hija, era un completo delincuente.

***

-¿¡Pero de qué demonios estás hablando?!-. Pregunté caminando de un lado al otro en mi habitación. Eran alrededor de las 12 de la noche cuando Roy estaba sentado frente a mí, mirando al piso y yo caminaba sin cesar agitando las manos en el aire. -Mi padre no puede despedirte-. Le dije cruzándome de brazos y sentándome, casi tirándome en la cama junto a él.

-Técnicamente... si puede-. Me dijo Roy encogiéndose de hombros.

-No has hecho nada-. Agregué intentando en algún motivo por el que mi padre hubiera querido despedir a Roy, solo llevaba tres días como mi guardaespaldas.

-Creo que será mejor que recoja mis cosas y me vaya a casa-. Dijo el chico sin demasiados ánimos, levantándose de la cama, veía que estaba pensativo, tenía algo en mente, pero no quería decírmelo, quizás el sí sabía por qué lo habían despedido. Abrí la boca para decir algo pero en ese instante toda la habitación quedó a oscuras.

-¿Qué rayos...?-. Pregunté buscando mi teléfono celular en el bolsillo para iluminarnos, Roy hacía lo mismo.

-¿Estás bien?-. Preguntó y asentí al mismo tiempo que caminaba hacia la puerta para abrirla y darme cuenta de que la electricidad se había ido en toda la casa. -Es toda la mansión...-. Aseguré y volteé para ver que Roy se asomaba por la ventana.

-Pero no la calle... es solo esta casa-. Aseguró con un tono extraño en la voz, acercándose de repente a mí para tomarme del brazo -No te separes de mí-. Me indicó.

-¿De qué hablas?-. Pregunté porque él me estaba asustando un poco.

-Puede haber un intruso dentro de la casa...-. Me dijo haciendo que el corazón se me detuviera, entonces fui yo quien básicamente se aferró al brazo de Roy. Ambos nos quedamos en silencio mirando alrededor como si esperáramos que algo apareciera de la nada, entonces se escuchó un estruendo y un grito, reconocía esa voz, era la de mi padre...

-¡Mi papá!-. Grité soltando a Roy y casi corriendo fuera de la habitación, si bien mi padre y yo no éramos cercanos, él era mi papá y no podía dejar que nada le sucediera, Roy me siguió gritando que me detuviera pero no iba a hacerlo, corrí hasta el pasillo y directo al estudio de donde estaba segura que había provenido el grito. Entonces me paralicé en la puerta...ahí estaba mi padre en el piso, con dos puñaladas en el estómago, sobre un charco de sangre...

Sentí que la respiración se me iba en ese momento, me arrodillé a su lado y tomé su mano entre las mías.

-Papá...-. Apenas pude decir en un hilo de voz mientras las lágrimas comenzaban a caer de mis ojos.

-____________.... lo siento...-. Dijo él con dificultad para hablar -Lamento todo el daño que te he causado pequeña...-. Aseguró partiéndome el corazón por completo y haciéndome romper a llorar.

-No papá... lamento haberte causado tantos problemas-. Aseguré aferrándome a él los pocos segundos que quedaban.

-Te amo hija...-. Me dijo mi padre con un último aliento para después perder la vida. Me quedé en shock no sabía lo que había pasado, pero no podía dejar de llorar, ni soltar a mi padre que yacía ahí en el suelo, escuchaba a Roy a lo lejos y sentía que jalaba del brazo, pero una parte de mí no volvía a la realidad.

-¡___________!-. Me gritó el chico casi arrancándome de al lado de mi padre -¡Tenemos que salir de aquí!-. Me gritó para que reaccionara.

-No lo dejaré...-. Le dije entre lágrimas pero él me miró serio.

-Quien hizo esto, puede seguir dentro de la casa-. Me dijo haciendo que me dieran escalofríos por todo el cuerpo. Miré alrededor mientras Roy me tomaba por la muñeca para sacarme de la habitación y me colocaba detrás de él. Sacó un arma que tenía haciendo que yo reaccionara de una vez, quién hizo esto podría estar buscándome a mí para asesinarme. Pensé casi temblando y al borde de una crisis de nervios. Ambos caminamos en silencio por el pasillo a oscuras.

Entonces se escuchó un ruido y lo siguiente que supe era que mi cara estaba golpeándose justo contra el piso. Roy me había empujado y se había lanzado sobre mí para protegerme, nos estaban disparando. El chico disparó en la oscuridad a una sombra que se movía con toda velocidad al final del pasillo y saltaba por una de las ventanas. Enseguida ambos nos levantamos.

-¡Elena!-. Le dije a Roy antes de que nos fuéramos de la casa, teníamos que asegurarnos de que ella estuviera bien, a toda velocidad bajé por las escaleras directo a una pequeña habitación que estaba en el primer piso. Roy venía corriendo detrás de mí.

Cuando abrí la puerta me encontré con Elena en una esquina del lugar, sentada en el piso, con las piernas recogidas, temblando del miedo.

-¡Srta _________-. Dijo con alivio al verme.

-Tenemos que irnos Elena-. Aseguré ayudándola a levantarse del piso. Entonces se escucharon más disparos en el pasillo.

-¡Roy!-. Dije de inmediato saliendo con Elena pensando que lo habían herido, pero él estaba ahí de pie mientras que el alboroto venía de la parte superior de la casa. Entonces vi a la sombra de un hombre y me quedé helada.

-¡Vamos!-. Me gritó Roy jalándome del brazo pero yo no podía moverme. Era él, el encapuchado, estaba ahí arriba peleando con quienes quieran que hubieran hecho esto. -___________-. Insistió Roy.

-Son varios...-. Le dije notando que era más de una persona a la que se enfrentaba en el hombre, pero Roy me tomó con fuerza por los brazos.

-Se las arreglará sin ti-. Me dijo mirándome de cerca para luego tomarme del brazo y sacarme de la mansión.


Save me From The DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora