You're Not Alone

Cap 1

You are not alone

Otro día. Otro maldito día desde que todo eso comenzó.
Como siempre, los gruñidos distantes de los caminantes me despertaron. Salté del colchón donde dormía y me fui a cambiar.
Me puse una playera blanca de manga corta que decía "GIRLS RULE", (mi favorita por cierto) unos jeans, mis botas cafés, un suéter negro largo que dejaba mi playera al descubierto y mi collar de sinsajo (me encantan los juegos del hambre :D)
Me até el cabello en una trenza y bajé las escaleras hasta el comedor.
Había encontrado esta cabaña abandonada desde hace 2 meses y ya me había acostumbrado a ella. Aunque tuve que matar a unos caminantes para obtenerla, valió la pena. Lo más importante era que tenía agua, comida y el milagro de poder dormir bajo techo.
Revisé las alacenas y no había nada. Ya me hacía falta ir por suministros.
Fui hasta mi mochila y saqué unas galletas saladas que tenía guardadas para emergencias. Sabía que con eso no me iba a llenar así que revisé el refrigerador y había un vaso de leche de vainilla. Me la tomé y me comí mis galletas en silencio.
Estaba aburrida así que decidí salir a pasear y matar algunos caminantes así que tomé mi arco y un puñado de flechas y mi mochila y salí. Con mi arco y mi collar, me sentía toda una Katniss Everdeen XD

La cabaña estaba en medio de un bosque, donde a unos pocos kilómetros corría un pequeño río de donde tomaba agua todos los días.
Estaba a la orilla del río cuando de los arbustos salió una ardilla. Decidida a cenarmela, cargué mi arco y le apunté. Pero antes de que disparara, otra flecha la alcanzó.
<<Hay alguien más escóndete>>
<<Gracias cerebro, ya me di cuenta :/>>
Me escondí detrás de un árbol frondoso con mi arco cargado todavía a la mano por si necesitaba atacar. Pasaron unos segundos y me asomé un poco.
El que había lanzado la flecha era un hombre alto, musculoso, con pelo largo y barba, jeans algo rotos y un chaleco negro. Pero lo que más me llamó la atención fue su ballesta. Esa hermosa ballesta con la cual le había disparado a esa ardilla.
Decidí salir un poco de mi escondite y acercarme en silencio, agachandome. Cuando ya casi estaba cerca, pise una rama. Rayos...las desventajas de vivir en un bosque.
El hombre volteó y cargó su ballesta a la velocidad del rayo.
- Sal ya, te he visto maldito caminante- dijo él.
- No dispares- dije mientras me levantaba, apuntándolo con mi arco.
Él me miró, bajó su arma y se empezó a reír.
- Menudo susto niña, creí que eras uno de ellos.
Yo sólo puse cara de sería mientras lo seguía apuntando.
- Oye, yo no disparare si tu no lo haces primero
Bajé mi arma y lo miré.
- Oye, ¿Estas sola?- preguntó de repente
- Sí- contesté sin pensar.
- Tengo un grupo, puedes quedarte con nosotros si quieres.
Me quedé pensando, podría ser una trampa.
- ¿Dónde se está quedando tu grupo?- pregunté
- En una prisión, no está muy lejos- respondió.
- Bien, iré contigo.
Me acerqué a él y me examinó de pies a cabeza.
- ¿Cuantos años tienes?- preguntó
- 14
- Igual que Carl...- dijo él.
¿Carl?
- ¿Quién es Carl?- pregunté
- Ah, un chico de mi grupo, seguro se van a llevar muy bien.
Empezamos a caminar para cruzar el río, que tenía unas piedras para cruzar de lado a lado hasta que él se detuvo.
- Olvidé mi ardilla- dijo él, regresando.
Me quedé a la orilla del río esperándolo.
- Y, ¿Cuál es tu nombre chica?- preguntó desde la distancia.
- _______, _______ _____________- Respondí. Ni yo misma me acordaba que tenía mi apellido.
- Bueno ______, yo soy Daryl Dixon- contestó él.
Sonreí un poco. Era la primera vez en meses que hablaba con un ser humano.
Cuando Daryl regresó, me vio con una expresión de terror.
- ¿Qué pasa?- pregunté asustada.
Daryl sacó su ballesta y disparó hacia mí. ¿¡Estaba loco acaso?! ¡Me quería matar!
Retrocedí un poco pero mis pies no tocaron nada. Había caído al río.
Mientras caía, en una fracción de segundo ví un caminante cayendo con una flecha en el cráneo. Daryl me había salvado de una muerte segura.
En ese mismo instante, mi cabeza golpeó con fuerza una de las rocas y caí al agua. Todo se oscureció.