Entramos al centro comercial. Estaba aparentemente abandonado, sin contar a los caminantes que había por ahí.
Había unos fuera, asi que fue muy fácil solo dispararles para acabar con su penosa existencia.Carl y yo entramos, él con la pistola en la mano pero aun cargando a Judy y yo estaba lista para disparar.
Salieron como tres caminantes y le disparé a dos, al otro le disparó Carl.
Lo vi con intenciones de ayudarme también, porque puso a Judith en su mochila a modo de cangurera.- De verdad tenemos que conseguir algo para que se mueva mejor- susurró Carl
Yo asentí, ojalá haya algo que podamos utilizar por aquí.El centro comercial se ve muy sucio, con tierra y manchas de sangre por todos lados. Está un poco oscuro y la única luz que veo es la de unos pequeños tragaluces a los costados de las paredes.
Hay algunos locales que parecen tiendas de ropa o de comida, muy pocas tienen mallas metálicas cerrándolas. Otras tienen vidrios rotos.- ¡_____, cuidado!- grita Carl.
Volteo y un caminante casi me muerde el brazo, pero lo evito disparándole en medio de los ojos.
- Gracias- digo
- No solo me referia a eso...- dice él, apuntando más allá.Volteo y me doy cuenta de lo que quería decir. Unos 10 caminantes están caminando amenazadoramente hacia nosotros. Y ¡oh desgracia! Judith comenzó a llorar, llamado la atención de los caminantes.
- ¡Haz algo Grimes!- grito en voz baja.
- Sshhh...Judith, porfavor...- lo oigo decir.
Si, claro, como la bebé entiende muy bien...Disparo sin perder tiempo hasta que...
-¡Mierda!- se me han acabado las balas
Carl me mira preocupado y saca una de sus armas.
Al parecer, tampoco tiene munición, porque me mira asustado.Justo cuando pensamos que deberíamos huir, unos disparos detrás de nosotros nos alertan.
Por instinto, Carl y yo nos agachamos y nos cubrimos la cabeza, viendo como caen los caminantes uno por uno.Cuando al fin se acaban los disparos, me levanto para ver quien nos ha salvado.
Miro a mi alrededor, pero no veo a nadie.
Justo donde están unas escaleras, hay una niña.
Se veía de unos 11 u 12 años, tenía el cabello castaño claro, casi rubio, ojos cafés y algunas pecas en su cara. Tenía una playera de manga corta azul cielo, unos jeans y unas botas militares.
Tenía una pistola en la mano y nos miraba asustada.Intenté acercarme a ella con la intención de agradecerle, pero la niña sólo corrió escaleras arriba.
- ¡Oye, espera!- gritamos Carl y yo mientras corríamos a seguirla.La seguimos hasta un local de comida rápida que tenía una pequeña barda donde se supone que estaba la caja registradora. El menú todavía está colgado de una de las paredes. Lo que daría por una hamburguesa con papas fritas.
La niña saltó la barda y se adentró en el lugar.
Carl y yo nos brincamos la pequeña barda y entramos. Todo se veía oxidado, las freidoras, las puertas, en el piso había pequeñas manchas de sangre.Seguimos caminando hasta llegar a un rincón, donde acababa la zona de la cocina.
Estábamos acorralados con la pared de azulejos azules y amarillos hasta que algo llamó nuestra atención.
Creímos que era la niña a la que estábamos siguiendo, pero era alguien más alto. Y nos estaba apuntando.
Subí mi arma, aunque estuviera descargada por si tenía que intimidar a cualquiera que fuera esa persona. Carl hizo lo mismo.
- Se que están descargadas. Bajen las armas- dijo una voz de chica.Me pude fijar mejor en la persona que teníamos enfrente. Era una chica, aparentaba los 16 o 17 años, de cabello igual que la niña, castaño muy claro llegándole a rubio y suelto. Llevaba una playera negra sin mangas cubierta por una chamarra rojo quemado y unos jeans con botas militares.
- ¿Cómo sabes que están descargadas?- dijo Carl
- Eso no importa, bájenlas- dijo la chica.
Era mejor obedecer en una situación así, así que lo hicimos.- ¿Cómo encontraron este lugar?- interrogó la chica.
En ese momento, me di cuenta de que la niña que estábamos buscando estaba al lado de ella.
- Ehm..ibamos saliendo del bosque y lo encontramos- respondió Carl.
La chica nos miró de abajo hacia arriba.
- ¿Están solos?- preguntóObviamente no le íbamos a decir que habíamos escapado porque quizá nos tacharían de estúpidos así que contesté antes de que alguien más lo hiciera.
- Sí
Carl me miró con cara de "¿Que haces? Eso no es verdad" pero yo le dirigí una mirada discreta de "Tú cállate y sigue el juego" y al parecer lo entendió.La chica bajó el arma y nos volvió a ver.
- ¿Cuáles son sus nombres?
- Yo soy ____- dije yo
- Yo Carl- dijo élDe repente, de la mochila de Carl se oyó un ligero llanto. Oh cierto, Judith.
- Y...esa es Judith- dijo Carl mientras se descolgaba la mochila para sacarla.
- Oh dios mío, ¿tienen una bebé?- dijo la niña, mientras se acercaba al igual que la otra chica.
Carl sacó a Judith y la cargó en sus brazos. Ambas chicas se acercaron rápidamente para verla.
- ¡Que linda!- dijo la chica más grande, mientras estiraba la mano para que Judith la tomara. Y la bebé, muy obediente, se puso a curiosear con la mano de una total desconocida.- ¿Es suya?- dijo la niña
- ¿¡Kheeeé!? ¡Noooo!- dijimos Carl y yo al mismo tiempo.
- Es mi hermana menor- dijo Carl
- Ah, perdón, creí que era suya- dijo la niña avergonzada.
- Pero aún así, ¿son novios?- dijo la chica
- Pues, si. - respondí- Ah, perdón no nos hemos presentado. Me llamo Allysa, pero pueden llamarme Ally- dijo la chica.
- Y yo soy Rachel- dijo la niña.
De repente, un estomago gruñó. No quiero presumir, pero creo que fue el mío...
- ¿Tienen hambre? vengan, tenemos algo de comida por aquí- dijo Allysa.
- Y luego los puedo llevar a escoger nueva ropa- dijo Rachel
- Oye, ¿tan feos nos vemos?- dijo Carl
- No, sólo que parece que no se han cambiado en días, o incluso meses- dijo RachelParece que tenemos un nuevo, pero reducido grupo.
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You're Not Alone
Random_______, una chica que ha perdido todo menos la esperanza de que todo este infierno acabe. Carl Grimes, un chico frío que ha tenido una vida difícil y ha aprendido a lidiar con ella. Ambos tienen una conexión especial, pero todavía no lo saben. ¿Pod...